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Después de todo, no solo había sido una mujer, eran varias, pero la culpa fue nuestra al pensar que un mujeriego como el podría demostrar fidelidad, o quizás quiso incluir a más en la relación, aunque estuvo mal no decirnos.

La única chica con la que tuvimos la oportunidad de hablar era una mujer alta y pelinegra, ella no sabía absolutamente nada, no tenía ni idea de que el estaba en una relación por ser un mujeriego, pensó que estaba soltero.

Hablar con él fue como hablar con un anciano con Alzheimer, nos negaba todo y decía que no recordaba nada; mi corazón se rompió al ver la gran discusión que Zoro y Sanji tenían a gritos casi golpes mientras yo lloraba en un sofá de mi sala, al final Zoro hizo que se fuera y me trató de dar calma, me faltaba mucho para conseguir la calma.

-¿Qué te parece si nos vamos de aquí? Podemos irnos a otro lugar más cercano a la facultad, o dejarla, solo quiero paz para ti.

Dejar la facultad e irme a quien sabe dónde con Zoro era algo que a pesar de ser peligroso, me llamaba la atención.

- Claro, vámonos lejos, no me importa a dónde solo desaparezcamos.

𝐁𝑬 𝐐𝑼𝐈𝑬𝐓 𝑨𝐍𝑫 𝐃𝑹𝐈𝑽𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora