Suspiré con pesadez, recorrí la habitación con mi vista mientras escuchaba aquellas palabras arrastradas y pesadas de aquel hombre.
- Entonces el tipo me corrió y pegó - Sanji se quedó recapacitando lo que había dicho, claro si es que podía, estaba demasiado drogado y borracho como para entenderse.
- ¿Se corrió en ti y te abofeteó? - Pregunté estallando en risas, se escuchó al otro lado de la llamada al rubio haciendo sonidos raros de vergüenza y enojo.
- ¡Me pegó y corrió, se fue corriendo! - Comenzó a reír por lo bajo al escuchar mi risa.
- Sanji, deberías dejar esta clase de hábitos si no sabes cuidarte, vas a terminar matandote.
- Mi amor, yo estoy muerto sin ti.
El silenció inundó la llamada, mordí mi labio inferior tratando de controlarme y no decirle que venga directamente a casa.
- Lo siento linda, no quería incomodarte - Sus palabras eran cada vez más difíciles de entender.
- Está bien Sanji, no me molesta.
La risa amorosa de aquel rubio me volvía loca, me ponía débil ante el.
- ¿Crees que haya algún bar abierto?
- Definitivamente no, ve a tu casa por favor - Dije tratando de hacerlo razonar.
- Aún te preocupas por mí, no sabes lo feliz que me hace volver a hablar contigo.
- Claro que me preocupo por ti, después de tantas cosas como no hacerlo.
- ¿Quieres que vaya a casa nena?
- Por favor hazlo, ten cuidado.
- Claro que sí mi niña, te llamo cuando llegue.
Al escuchar que colgó la llamada lancé mi celular a una almohada de mi cama y comencé a llorar, sabía que aún lo amaba y más amaba cuando este la llamaba así, me encantaba ser su pequeñita y odiaba mis sentimientos, sabía que mi corazón era un traidor, pero yo no podría serlo, no podría seguir escondiéndole a Zoro que había vuelto a hablar con Sanji.
Después de algunos minutos se volvió a escuchar el ringtone de su celular, miré con tentación mi celular, ¿Debía seguir con esto? es malo y no debería alentar a Sanji a seguir así.
A la mierda todo, corrí hacia mi cama y tomé mi celular, contesté rápidamente la llamada.
- Pensé que estabas dormida, mi amor, ¿estás en casa?
- Sí, ¿por? - Pregunté curiosa.
El teléfono se resbaló de mis manos al escuchar el timbre de mi departamento, mis manos comenzaron a temblar al igual que mis piernas y un nudo se formó en mi garganta, escuché como desde la llamada me hablaba Sanji, voz que también logré escuchar fuera de mi casa.
- Decidí pasar a verte... ¿Nena? ¿Estás bien?
Abrí la puerta desesperada, miré a mí rubio con el cabello desordenado, los ojos pequeños y rojos, sus pupilas dilatadas y un fuerte olor a tabaco y alcohol.
- Mi amor...
Apenas iba a pronunciar otra palabra y le dí una bofetada, el se quedó atónito acariciando dónde recientemente mi mano se estampó, al instante lo abracé, me pegué en su pecho y este levantó mi cara con una mano tomándome por la mandíbula obligandome a verlo, su agarre era fuerte y violento, era un Sanji diferente al que conocía, apretó a su vez mis mejillas.
- No sabes cuánto he deseado este momento... - Besó rápidamente mis labios, mi cerebro inicio una feroz lucha con mi corazón, tuvo que ganar el más traidor e irracional.
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𝐁𝑬 𝐐𝑼𝐈𝑬𝐓 𝑨𝐍𝑫 𝐃𝑹𝐈𝑽𝐄
Fanfiction+18 "Aunque estemos afectados, creo que deberíamos verlo como un impulso para avanzar, tu y yo, pequeña" ADVERTENCIA · Sexo · Drogas · Agresividad · Lenguaje explícito ·Infidelidad ¡Nota!: Ten en cuenta que usaré el físico de mikasa para suplanta...