𝐁𝑬 𝐐𝑼𝐈𝑬𝐓 𝑨𝐍𝑫 𝐃𝑹𝐈𝑽𝐄

⁰⁰⁷

Acariciaba con delicadeza el cabello rubio de Sanji, este solo sonreía y se acurrucaba aún más en mi vientre.

- ¡Hola linda! He vuelto, traje unos onigiris y los ingredientes necesarios para hacer takoyaki en la cena — Dijo entrando confianzudo a mi casa —

- Sanji — Sonreí y corrí a sus brazos, este me cargó y me giró sobre su eje dándome besos en mis mejillas — Tenemos que hablar.

Sentía como las mejillas resbalaban por los costados de mi cara, me sentía asqueada y preocupada por Sanji, lo que le había pasado con sus padres había sido horrible.

- Mi papá por dinero trataró de venderme no solo a una mujer, si no a varias, era horrible, tenía que drogarme para que pudiera ir, me amenazó con hacerte algo si es que te explicaba algo, ellos no quieren esto, solo piensan en el dinero y... de verdad me da miedo que te lleguen a hacer algo — Rápidamente se cubrió su cara con ambas manos, me quedé mirando con tristeza su cuerpo tembloroso.

Rápidamente lo atrapé en mis brazos, di pequeños besos por todo su rostro quitando sus manos de el, me miró con aquellos ojos brillantes e hipnotizantes que tanto he amado.

- Sanji... — Tomé su rostro entre ambas manos, sus ojos me cautivaron por completo—

- ¿Qué pasa linda? — Subió hasta llegar a ponerse cara a cara conmigo—

- De verdad, me da miedo que algo salga mal, quiero estar contigo — Besé sus labios —

- Yo también quiero estar contigo, haré hasta lo imposible por ello.

Era agradable pasar la tarde junto a Sanji, casi todo el día solo había silencio, pero en todo ese silencio habían besos y caricias, adoraba tener nuevamente a este hombre junto a mí.

- ¿Sabes? a veces me gustaría hacer lo mismo que Zoro y tú, desaparecer y que mi papá no vuelva a saber de mí.

- Cuando Zoro vuelva a confiar en ti lo haremos — Besé sus labios con dulzura — Podemos irnos incluso con Luffy y los demás, podemos hacer lo que queramos.

Mi rubio comenzó a sonreír, dió una serie de besos en mi cara con una sonrisa en rostro.

- Me encantaría.

La tarde se tornó gris por completo, al asomarme por la ventana comenzaron a caer gotas de lluvia, amaba ese clima, de repente refrescó el ambiente, las tardes lluviosas eran increíbles, más cuando estabas con alguien a quien amas.

Sanji rodeó mi cintura con sus brazos en un apretón ligero, me jaló hacia atrás haciéndome entrar de nuevo.

- ¿Qué hacemos ahora? Amas la lluvia, hay que hacer algo con este clima — Dijo mientras me miraba con amor.

- Deberíamos ver alguna película, quizá terror o no sé, quizá te obligue a ver por enésima vez crepúsculo — Dije emocionada tomando su mano y arrastrándolo hacia mi habitación, Sanji solo suspiró y se dejó arrastrar por mí.