"Todo lo que he escrito, quiero que tú lo leas" -NAMJIN-

Un último intento

¿Debería irme? ¿Y si no está en casa? ¿Que tal si no quiere hablar?

No. Solo hazlo, solo sé valiente 5 segundos y después afronta la situación.

No quiero, bueno sí, es que no estoy listo, bueno

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Toqué el timbre.

Nada.

Ja! Ni modo destino, la vida no puso de su parte.

-¿Quién es?— respondieron del otro lado de la puerta.

Mierda, procedere a entrar en crisis

-Y-yo, soy Jin, vengo a buscar a Namjoon- dije tratando de disimular el nerviosismo en mis palabras.

La puerta fue abierta mostrándome a una amigable Lisa sosteniendo una caja vacía.

-Oh Jin, pasa pasa- se hizo a un lado permitiéndome el paso- Si gustas deja tu mochila en el sillón, iré a buscar algo para beber- señaló mientras se dirigía a lo que suponía era la cocina.

-Estoy bien gracias, y no te molestes solo pasaba a hablar con Nam- se detuvo y asintió para retomar su actividad de guardar objetos envueltos en periódico dentro de la misma caja-pero creo que los tomé en mal momento ¿se mudaran de casa?

-Sí, algo por el estilo, decidimos terminar de empezar lo más pronto para que el envío al extranjero sea más fácil.

-¿Extranjero?

-Sí, ¿Namjoon no te lo dije? Ya lo ha presumido con los demás chicos.

-No, supongo que iba a decirme pronto.

-Ya veo...- se removió en su lugar- bueno, pasa, está arriba terminando de empacar sus libros en el cuarto. Subiendo las escaleras, en el pasillo la última puerta a la derecha.

-De acuerdo, gracias Lisa-le sonreí tomando camino a las escaleras.

Su casa era linda, tenía las paredes de un tono azul claro y unos cuantos cuadros colgaban en ellas, fotos de Namjoon y Lisa en diferentes lugares, pero por alguna razón en ninguna aparecían juntos.

Al llegar a la puerta me detuve, claramente no podía regresar a la sala y decirle a Lisa "Ya no quiero, gracias" y después marcharme. Solo debía entrar y hablar, nada del otro mundo, vaya era Nam, no hay forma en la alguna platica con él salga mal.

Aferrándome a pensamientos positivos empujé la puerta encontrándome con un concentrado Namjoon, retiraba los libros de su librero y los acomodaba estratégicamente en aquellas cajas, siempre supe que tenía una cantidad considerable de diferentes obras, pero no las suficientes para llenar 4 cajas.

-Me enteré que te vas-Se sorprendió ante mi voz y se giró para ver que se trataba de mí.

-Así es- respondió monótono y retomó su labor.

-¿Por que no me lo dijiste? Digo, los amigos se suelen contar estas cosas importantes-tomé asiento en la cama de su habitación tratando de lucir relajado.

-Amigos- se mofó en un susurro.

-¿No me consideras un amigo?- Pregunté desanimado jugando con mis dedos sintiendo un pequeño ardor en mis ojos al retener unas cuantas lágrimas que amenazaban en salir.

-No Jin- se levantó para encararme- no te considero un amigo porque la verdad es que quisiera que fuéramos nosotros quienes nos subiéramos a ese avión a empezar una vida juntos- su mirada me dejo helado.