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Había pasado una hora desde que estaba en casa de Rossetti, no habíamos cruzado palabras desde que empezó con el boceto del retrato. No pensé que fuera aburrirme tanto.

-¿Estas aburrida? – pregunto Dareck pareciendo como si me hubiera leído la mente.

-Un poco

-¿Qué te parece tomar un descanso para merendar algo? – había comido algo antes de venir pero no me iba a negar una comida gratis.

-Está bien – acepte.

-Bien –se levantó de la silla – vamos a bajo entonces.

-Está bien – imite su acción.

Salimos del cuarto y bajamos las escaleras en caminándonos hacia la cocina, una vez dentro de la cocina Rossetti me dijo que podía tomar asiento en la barra que había mientras él buscaba que cocinar para comer. Lo observe caminar de un lado a otro buscando los ingredientes para cocinar lo que parecía ser pasta, esperaba que si supiera cocinar o sino terminaría en el hospital.

Pasaron unos minutos cuando por fin estuvo la pasta, sirvió dos platos, y puso uno frente a mí y le agradecí por ello.

-¿Puedo preguntarte algo? –se sentó frente a mí con su plato de pasta.

-Claro

-¿Por qué tienes dos apellidos?

Todo mundo tiene curiosidad por eso – nací y crecí en México, en México se registran a los recién nacidos con el apellido del padre y de la madre, no como aquí – respondí.

-¿Alguno de tus padres es italiano?

-Papá.

-Supongo que haz de tener doble nacionalidad – bebió un poco del jugo que había servido hace unos momentos.

-Supones bien. A papá le ofrecieron un buen trabajo por ello nos mudamos a Italia cuando yo tenía diez años - ¿Por qué le estoy contando mi vida a él?

-¿No se te hizo complicado cuando llegaste acá a vivir?

-Creo que tarde en adaptarme a cómo eran las cosas por acá, porque déjame decirte que es muy diferente – realmente cuando estaba chica no quería mudarme porque extrañaría a mis amigos y primos, todavía tenía contacto con ellos cuando iba de vacaciones a México pero no era lo mismo. – aunque creo que hubiera sido más complicado si no hubiera podido hablar el italiano.

-Imagino que debió ser difícil

-Un poco, nunca es fácil mudarse de país.

Sorprendentemente seguimos hablando cómodamente sobre cosas triviales de nuestra vida, una vez que acabamos de comer Dareck tomo los platos sucios y los puso en el sin. Caminamos de regreso a su cuarto para seguir con la tarea, gracias a que ya habíamos hablado un poco más el ambiente ya no se sentía incómodo a comparación a cuando recién había llegado.

-Escuche que Noan salió a una cita con tu amiga Jessia

-¿Cómo sabes que Jessia en mi amiga?

-Aunque no creas pongo atención a mi alrededor, las he visto muchas veces juntas a ustedes dos y a otra chica.

-¡Oh! –eso me sorprendió –de seguro hablas de Chiara. Es cierto que Jessia salió a una cita con tu hermano y eso realmente me sorprendió un poco.

-A mí también pero parece que a Noan realmente le gusta tu amiga –dejo de pintar para verme a los ojos.

-¿Por qué lo dices? –realmente me intrigaba eso que acababa de decir.

Suspiro –sé que es poco creíble eso porque a decir verdad no tenemos muy buena fama en la escuela –así que sabe de su mala fama – pero puedo decir que nunca había visto a Noan siendo tan serio al salir con una chica así como lo está haciendo con tu amiga.

-Espero que así sea, y que tu hermano no la vaya a lastimar –exprese con cierta angustia.

-Esperemos que así sea –se quedó unos segundos en silencio y después continuo pintando - ¿Nunca te han dicho que tienes un color de ojos hermosos?

¿Dareck acaba de decir que tengo un hermoso color de ojos? –bueno algunas veces me lo dicen.

-Me imagino que sí, fácilmente te puedes perder en ellos.

¿Soy yo o las cosas se tornaron un poco raras?, no es raro que la gente me diga que tengo un color de ojos bonito pero que me lo diga Dareck es raro.

-Bueno tú tienes una hermosa sonrisa –soltó una risilla ante lo dicho – ¿De qué te ríes?

-De nada

-Solo de vuelvo el alago así que no te emociones

-Si tú dices

-Claro que yo lo digo.

Rossetti me iba a responder pero de repente la puerta de su habitación se abrió dejando ver a su hermana menor.

-Pensé que estabas solo pero al parecer aquí sigue tu amiga –se sentó en la cama.

-Hannah ella es Leah –me presento –Leah ella es mi hermana, Hannah.

-Mucho gusto –le sonreí.

Hannah se quedó en silenció unos segundos pero de repente amplio los ojos demostrando su sorpresa, me señalo -¿Leah D'angelo? –pregunto.

-Si –se me hace raro que supiera de mí.

Salto con emoción de la cama y se acercó a pasos rápidos hacía mí –tú debes ser la chica que le...

-Hannah –Dareck la interrumpió, ella soltó una risilla.

-Tenía tantas ganas de conocerte –sonrió, yo la mire algo confundida y voltee a ver a Dareck –espero que podamos ser amigas.

-Claro –respondí regresando mi vista a ella, estaba confundida en estos momentos.

Dareck se aclaró la garganta haciendo que regresara mi vista a él –no le hagas caso está loca –fue lo único que dijo.


Espero que disfruten el capítulo aunque sea un poco corto.

Perdón las faltas de ortografía, espero que no haya muchas.

¿Qué les parece hasta ahorita la historia?

Algo Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora