Team 7: La Guerra De Las Mil Naciones

Sakura

"Definitivamente no era lo que había esperado...

Pero estaba satisfecho"

No se pudo contener.

¡La emoción era demasiada!

¡Bendito sea el momento en el que dejó un sello del Hiraishin en la puerta del Hokage!

-¡Que gusto verte de nuevo, Sakura-chan!...-empujó la puerta sin ceremonia alguna causando un gran estruendo al abrirla

Cuando sus emocionados ojos azules recorrieron toda la sala enfocandose en una personaen específico, la enorme y brillante sonrisa de Naruto titubeó.

Se quedó estático en la puerta.

Las personas que habían dentro de la sala hablando con el Hokage, giraron a mirar con severidad a la persona que había irrumpido de esa manera tan escandalosa aquella importante reunión.

Hatake Kakashi simplemente negó con la cabeza meneando sus cabellos níveos y soltó un suspiro de resignación mientras miraba al rubio Uzumaki con una mirada reprochante por su actitud.

Tal vez dejarlo con Jiraiya fue una mala idea ya que estropeó un poco los buenos modales y la diciplina que tanto le costó inculcarle.

Ya hablaría con ellos sobre eso.

Pero a Naruto no le pasó por la mente girar a ver a Kakashi en ningún momento a pesar de que sabía prfectamente que aquello era una falta de respeto hacia su líder, pero es que su mirada estaba clavada en la única persona de cabellos rosados y ojos verdes que había en la sala que lo miraba de regreso con una expresión indecifrable.

El corazón de Naruto latió con una fuerza extraordinaria haciendo que un cosquilleo recorriera todo su cuerpo.

Había esperado tantos años para poder volver a ver a su preciosa Sakura-chan que olvidó completamente sus modales de "Tocar antes de entrar o pedir permiso" y no se pudo contener de la emoción que sentía.

Y hoy finalmente la tenía en frente.

Bueno...si es que se le puede llamar así...

-¿Sakura...chan?- musitó el rubio Uzumaki parpadeando lentamente y luciendo muy desconcertado.

Kakashi apretó los labios para no reirse.

¡Joder, había esperando tanto por ver este momento!

El Hokage se acomodó mejor en su asiento.

Una preciosa sonrisa encantadora surcó los labios de aquella persona pelirrosa y sus ojos verdes parecian estrellas de lo brillante que estaban, replegó aquel hermoso abanico rojo que llevaba en sus manos dejando ver su bello rostro cautivante.

Naruto se quedó boquiabierto sin saber qué hacer.

Y es que en lugar de aquella bella CHICA que él esperaba encontrarse, había un alto y esbelto CHICO idéntico a su Sakura-chan.

¡Pero era bellísimo!

Tenía aquellos mismos cabellos rosados y pulcramente cortados de aquel inusual pero hermoso rosa del mismo tono de los delicados pétalos de cerezo y ahora portaba un pequeño tatuaje en forma de rombo en su frente idéntico al que tenía la abuela Tsunade; tenía aquellos mismos preciosos ojos verdes cual jade resplandeciente que brillaban como luceros que lo miraban con una dulzura única; tenía aquella misma encantadora sonrisa plasmada en sus labios sonrosados que lo había enamorado desde hace tanto tiempo y que tanto anhelaba saborear.
Aquel (guapísimo por cierto) joven de aspecto elegante que estaba ahora delante de él, vestía igualmente de rojo fuego y negro carbón como solía hacerlo su bella Sakura-chan aunque portaba ahora finas y elegantes ropas como todo un gran noble, tenía aquel mismo emblema de un aro blanco en su espalda como símbolo de su clan, y en su cadera llevaba solo una de aquellas letales y preciosas katanas rojas que hace tantos años Zabuza y Haku le habían regalado, aquellas misma que habían arrebatado miles de vidas a lo largo de los años.