LITTLE BIRD

I.3

-Hermanita...- alguien la estaba llamando, pero seguro que sería en sus sueños.

-Adara...- esta voz era distinta.

-Vamos renacuaja, hay que levantarse- la primera voz volvió a aparecer.

-Vamos Wilson, despierta...- la segunda voz era femenina, pero era tan aterradora que le producía escalofríos.

-Si estoy es una broma...

-Sí Adara, es una broma- unas horribles risas acompañaron esta vez.

-¡Adara!

-Es mi turno Adara.

-¡Steve!- ¿Steve? ¿Quién rayos era Steve?- ¡Natasha!- ¿Y ahora quién era ella?

-Es mi momento.

-Tienes que despertar.

-Saldré y acabaré con todos.

-¡Adara!

-Acabaré con tu hermano, con tus padres, con tu familia... Verán el monstruo que tienen por hija.

-No...- ¿esa era mi voz?

-¿Me escuchas? ¿Hablas con alguien?- ¿De quién era esa voz? ¿Esa era la Natasha que llamaba mi hermano?

-Los días están contados, Wilson.

Dicho aquello en su mente aparecieron los ojos morados que tanto odiaba ver, ella estaba allí y deseaba salir para acabar con todo a su paso.

-¡Adara!

Abrió los ojos asustada y temblando, se fijó en las personas que estaban en su habitación, un rubio de ojos azules y bastante musculoso y una pelirroja sexy de ojos azules también. Los dos la miraban preocupados y confundidos. Sam la abrazó al ver que no reaccionaba.

Adara se quedó mirando un punto fijo en la pared, aún sin poder hablar, se sentía mareada y cansada, como si hubiera estado corriendo toda la noche. 

-Cariño...- la voz de su hermano la sacó del trance, haciendo que la chica corriera al baño cerrando la puerta detrás de ella con brusquedad.

-¿Está bien?- preguntó el rubio, el moreno lo miró sin saber qué decir.

-Volvió ayer y ni siquiera sé qué hacer o decir con ella, es como si mi hermana no fuera mi hermana...- intentó explicar.

-¿Tu hermana?- Nat preguntó.

-Mis padres la adoptaron siendo ella un bebé, sus padres murieron y su hermano no se quiso hacer cargo- dijo pasándose la cabeza por la nuca- llevaba 7 años sin verla, 7 años. Escribió un libro que se hizo muy famoso y ganó una beca para estudiar fuera.

-Little bird, sí- habló el rubio de nuevo- lo he leído- sonrió de lado- Es muy bueno, me ayudó bastante a entenderme a mí mismo después del hielo.

-Sí, escuché hablar bastante de ese libro- se unió la pelirroja- No lo llegué a leer pero me lo contaron- sonrió mirando al moreno- Tu hermana tiene un don para expresarse por medio de los libros, tu hermana ha cambiado a muchas personas... Tu hermana es un ídolo para muchos.

Adara estaba en el baño, mirándose en el espejo, ella estaba en el espejo, sus ojos morados, su pelo azul y su sonrisa socarrona estaban presentes mientras que la rubia tenía lágrimas en los ojos.

-¿Por qué ahora, Powder?- preguntó la rubia, la peliazul llevó su dedo índice para hacer qué pensaba.

-A ver, déjame que piense... Ah sí, he estado mucho ya aquí encerrada bonita, es mi turno de salir y crear el caos, como hacíamos antes.

-No, no puedo hacer eso. No ahora.

-¿Es por tu Sammy?- rió a carcajadas- Él no se enterará bonita, recuerdo cómo disfrutábamos juntas destruir, aniquilar, matar... ¿Ya te has olvidado de eso?

-No Powder, no, jamás podré olvidarme de eso... Pero quiero estar bien con mi hermano, quiero recuperar el tiempo perdido.

La chica del espejo sonrió de lado.

-Hagamos un trato...

Adara salió del baño captando la atención de los tres adultos. La miraban preocupados y con una pizca de confusión.

-¿Estás bien?- Sam se acercó a su hermana.

-Sí Sam, sí... Pero necesito contaros algo...- miró hacia el suelo nerviosa- Sé quiénes sois, el Capitán América y Natasha Romanoff, la Viuda Negra- los nombrados le sonrieron levemente- Soy muy fan vuestra y creo que sois muy valientes y fuertes para hacer lo que hacéis, son demasiadas cargas las que lleváis sobre vuestros hombros y... Os admiro por ello.

-Gracias Adara- habló el rubio- Pero la fuerte y valiente aquí eres tú.

La rubia miró a su hermano confusa.

-Sam nos contó que te secuestró HYDRA y que lograste escapar...- habló la rusa- Eso no lo hace cualquiera.

Asintió sintiéndose orgullosa por dentro.

-¿Puedo confiar en vosotros?- preguntó temerosa.

-Claro que sí pequeña- Sam pasó su brazo por sus hombros y besó su mejilla.

-Necesito ayuda- su voz se rompió.

-Entonces... Cuando estabas en HYDRA ¿crearon una mente artificial que te transforma en otra persona completamente distinta y tiene ganas de matar?- dijo Nat mirándola sorprendida.

-Dicho así suena a algo para nada creíble...

-Su nombre has dicho que es...- Sam se mantuvo en silencio para dejar que la chica dijera el nombre.

-Powder.

-Powder- repitió llevándose las manos a la cara.

Todos estaban en silencio, asimilando lo que les había contado... Que con 18 años te secuestren, creen una mente artificial dentro de tu cabeza, otra personalidad, otra persona que sólo quiere matar y sembrar el caos no era algo bonito.

-¿Hay manera de sacarla de dentro de ti?- preguntó Steve.

-No lo sé, sólo sé que la tengo dentro, en mi cabeza, me pide salir a todas horas- se echó sobre la mesa. Agotada.

-¿Stark?- preguntó Natasha mirando a sus dos amigos.

-Stark- respondieron mirando a la rubia quien en décimas de segundo se había dormido sobre la mesa.