LITTLE BIRD

I.1

La adolescencia, menuda etapa tan complicada.

Hormonas alborotadas, te sientes mayor, quieres hacer lo que hacen todos, empiezas a beber, algunos a fumar... Llegan las primeras relaciones y los primeros corazones rotos.

Es una etapa de exploración, la adolescencia establece la aparición de nuevos mundos, quieren romper con lo anterior y explorar así nuevas experiencias.

Quieren sentirse más libres y es ahí cuando aparecen toda clase de limitaciones familiares y sociales. Se sienten incomprendidos y surge la rebeldía por querer hacer lo que uno quiere. 

Y pueden llegar a tener comportamientos algo agresivos como consecuencia de los cambios hormonales que aparecen: enfado, tristeza, irritabilidad, estados anímicos distintos, se pasa del enfado a la alegría en poco tiempo.

Pero los principales problemas importantes son el rechazo o aceptación de un grupo, el físico como el motor más destacado, etc.

Por desgracia para Adara, la adolescencia fue horrible, y no era porque no tuviera apoyo familiar o un buen círculo social, pero la depresión la invadió. La tristeza era constante y la pérdida de interés en realizar diferentes actividades apareció. Por supuesto que iba a médicos, pero llegó un punto en el que, harta de pastillas, las tiró todas. 

Uno de los atrayentes fue la presión de sus compañeros, en aquella época el racismo era enorme y se sentía presionada por sus compañeros por tener que vivir en una familia de negros. Adara adoraba a los Wilson, los Wilson adoraban a Adara. Nunca la engañaron, su padre adoptivo le contó la verdad cuando fue lo suficientemente mayor como para entender. La familia tenía miedo de cómo aquella realidad pudiera cambiar a la chica y para su sorpresa no fue así, todo lo contrario. Adara les sonreía y les agradecía todos los días el hecho de haberla adoptado y darle el amor y cariño de una familia. Otra de las razones eran las expectativas académicas, todos querían que ella estudiase en una universidad de prestigio, ser alguien grande el día de mañana. Pero ella no quería estudiar una carrera de leyes o hacer doctorados. Ella quería ser escritora. Tenía tantísima imaginación y creatividad que era admirable por todos. Quería triunfar como escritora, pero no. Sus profesores se negaban a dejar fluir ese don, porque sí, tener tanta imaginación y creación era un don. Y por último, el más problemático, el cuerpo. Adara tenía un buen cuerpo, era hermosa para tener 15 años, demasiado. Llamaba la atención de muchos chicos de la escuela, pero ella nunca se veía bien. Envidiaba a las más "populares" del instituto. Guapas, perfectamente maquilladas, bien peinadas, con unas faldas y vestidos envidiables... Ella quería ser así, pero no podía.

Se pasaba los días en su habitación, e incluso había veces en los que ni siquiera comía. Prefería quedarse en su encerrada escuchando canciones deprimentes, que ironía. Cuando estás feliz escuchas canciones felices, cuando estás triste escuchas canciones tristes.

Sam llamaba todos los días a su puerta, le pedía pasar y a veces tenía suerte y entraba y otras no. Cuando eso pasaba no se separaba de la puerta de la chica, esperaba que abriera.

El tiempo pasó y Adara mejoraba, poco a poco volvía a ser la misma. Mejoró por completo cuando terminó el instituto y llevó a una editorial su primer libro terminado: Little bird.

Trataba de un anciano que narraba sus vivencias entre el racismo, sus mudanzas, el bullying y por supuesto la depresión, y cómo salió de ella. 

Era un libro de ayuda para las personas que pasaban por la misma situación que había pasado ella. Sin saberlo, estaba ayudando a todo el mundo, ya tuviera depresión o no, simplemente les hacía ver el cruel mundo que los rodeaba, cómo nos dejamos llevar sin querer dejarnos.

Cómo son las personas realmente de frágiles.

Fue un éxito para una niña de 16 años.