Toda un arte

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Ya estando en su casa, dejé mis cosas en un sillón, saludé a su abuelo y le ayude a calentar la comida. En lo que yo veía la olla, el me miraba a mí, así que decidí mirarle también.

–¿Ya me contarás?

Con eso decidí mejor volver de nuevo mi vista a la olla. Intente acomodar mis pensamientos y con eso tener un poco más de control sobre mis emociones.

–Es... Son dos cosas muy importantes. La primera...– Tragué saliva por mi garganta reseca y seguí.– Cuando fuimos al concierto de rock, antes pensaba que lo había imaginado, pero fue real y amh... Ví a mi padre ahí. Se que suena loco pero, el también me vio y me reconoció... No hablamos, solo nos miramos, pero los dos sabíamos que estábamos ahí...– Quería contarle lo demás pero tenía hambre y seguramente su abuelo y él, también.– Y la segunda cosa te la contaré después de comer, así que sirve o me pondré de grosera y de malas por el hambre.

Sinan solo sonrió y asintió mientras sacaba algunos platos de la alacena, sirvió algo de sopa y en otro unos vegetales, como una ensalada.

Yo pase los nuestros a la mesa de la sala en lo que él acomodaba a su abuelo. Me senté y le espere a comer, luego llegó con unos vasos de agua y se sento a mi lado.

–Provecho.– Le dije y el asintió diciendo un "igual".

La verdad, a Sinan siempre le salía deliciosa la sopa, así que acabe con todo el plato como en dos minutos, aparte fue el hambre, ya que no había desayunado. Posteriormente seguí con la ensalada pero algo le hacía falta, a lo que con mucha confianza me levanté y entre en la cocina para abrir el refrigerador y tomar el último limón que se encontraba ahí, tome un cuchillo y lo parti en dos, agarre el salero y regrese con ellos.

–Me tome el atrevimiento de tomar tu último limón, así que te comparto la mitad.

–Ay, gracias.– Dijo irónicamente bromeando y yo reí un poco.

Seguimos comiendo y al terminar dejamos las cosas ahí, solo nos recargamos en el respaldo del sillón y mi vista se dirigió a admirar su rostro.

Mi corazón comenzó a acelerarse y mi impulso quería hacer que le besara, pero solo me quedé en mi lugar. No era el momento.

–Te dejo seguir admirando mi belleza si me cuentas la segunda razón.

Sonrei apenada y al recordar lo que le iba a platicar, se borró.

–Mi madre murió.– Solté sin más, quedamos en silencio y luego mis sollosos era lo único que se escuchaba.– No era tan apegada a ella, pero la amaba, recuerdo cuando niña y duele, pensar que todo ya no se podrá resolver ni mejorar, porque su vida termino... Yo...

El chico se acercó y me rodeo con sus brazos para llevarme cerca de su pecho y reconfortarme de alguna manera.

–Lo siento mucho. Pero puedes todavía hacer las paces con ella.– Sorbi mis mocos y mis lágrimas cayeron en su playera.– Perdonarla a ella y a tí por las cosas que pasaron, y por las que tampoco pasaron. La amas, y te aseguro que ella también a tí, es por eso que durante este tiempo te dejo al cuidado de tu tío, porque sabía que él te podía ofrecer algo que ella no tenía.

–Pero, podría...

–El podría no existe, solo está el "fue y se hizo". Al imaginarlo distinto, no querra decir que podría existir o que sería lo mejor, lo que pasó es como las cosas debían ir, y se deben aceptar. No con eso digo que justifiques cualquier acción de cualquier persona, pero esa era la forma en la tú puedes aprender. Esos aprendizajes pueden llegar a doler, otros no, pero el crecimiento es lo más hermoso en eso.

Mystery Of Love (Amor 101 y Tú)   EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora