Capítulo 9

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Narra Gabo

Nos dirigimos hacia mi casa cuando me desvío unas cuadras para pasar por un café a Starbucks, pues por lo que veo vamos a durar mucho tiempo despiertos y no es como que la energía me sobre en estos momentos.

Amor, de que quieres tu café? Voy a pasar por Starbucks - le comento a mi novia

Amhn, un frappé de nutella por favor, babe - Me responde sonriendo

Y a los chicos que les llevo? - Cuestiono

Pues a Delfina últimamente como que no tolera mucho el café, así que yo diría un smothie de pie de fresa. Pero a Lorenzo no se, que tal un café frio a las rocas de vainilla? - Sugiere

Yo creo que si, linda, pero apoco Delfina ya no toma café? Si desde siempre le encanta - Le pregunto

Si, yo sé, de hecho también se nos hace raro a nosotras, pero ya tiene rato así, como 2 o 3 meses de hecho - Me contesta

Le respondo con un suave "que raro" mientras me concentro en pedir la orden, siento todo lo anterior y para mi me pido un café latte frio de avellana, luego de unos minutos nos entregan la orden y pago, para luego dirigirnos directamente a mi casa, que a decir verdad no queda muy lejos.

Alrededor de 10 minutos después llegamos y aparco el coche atrás del nuestro, pues entre los dos compramos un Audi para cuando estemos aquí en Argentina, puesto que como no estamos aquí todo el año, decidimos tener uno para los dos, y así darle buen provecho.

Estaciono el auto y apago el motor, le doy un beso en la mejilla a Zoe y bajo del carro con los cafés y mi teléfono en mano, para posteriormente abrirle la puesta a mi novia y ayudarla a bajar de este.

Nos dirigimos a la casa luego de enllavar el auto y tocamos el timbre, pues aunque tenga llaves, quiero que se sorprenda Lorenzo de verme, y de paso Delfina también. Aproximadamente 1 minuto después de tocar, Delfina abre y saluda efusivamente a Zoe, aun sin notar mi presencia, pues aguardo un metro más atrás de ellas. 

Después de terminar el abrazo, Delfina se da cuenta de mi presencia y se sorprende bastante. Avanza hacía mi todavía en shock y me abraza sonriente, yo la recibo feliz, hace mucho no la veía, pues las vacaciones pasadas que vine, ella estaba en Italia con mí hermano, y a decir verdad, ya extrañaba a mi cuñada, es como mi mejor amiga, junto con Celeste y Natalia.

Nos separamos y antes de que diga algo, le hago un gesto con mi mano y mis labios indicándole que guarde silencio, por lo que nos dirigimos hacia adentro de la casa y es cuando veo a mi hermano pasar de la cocina a la sala con un vaso de agua que nada más nos ve, se le cae de la impresión, por lo que suelto una carcajada burlándome como el gran y hermoso hermano que soy.

Gabo y Zoe-La Vida Después Del IADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora