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la conmoción que reflejaban sus pequeñas y redondas esmeraldas no tenía punto de comparación; un show de luces se presentó en cada una de ellas, titilando como una legítima estrella

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la conmoción que reflejaban sus pequeñas y redondas esmeraldas no tenía punto de comparación; un show de luces se presentó en cada una de ellas, titilando como una legítima estrella.

¡es que, en serio, no pensé que su tercera entrega saliera tan pronto! ¡estoy tan emocionado que siento que voy a explotar!— espetó, con un semblante tan deslumbrante que parecía ficción.

no lo hagas, por favor— llevó su mano hasta las oscuras hebras del contrario, acariciándole un poco. –sino, toda nuestra espera habrá sido en vano—.

Izuku tomó aire y lo retuvo unos cuántos segundos, para acto seguido, exhalar –lo siento. este tipo de cosas me ponen así de eufórico— se disculpó, avergonzado.

tenían formados en la fila aproximadamente desde las 8 de la mañana; pero Shoto no se quejaba, pues el comportamiento de Midoriya le resultaba conmovedor.

además, algo mejor no tenía que hacer.

desde un día antes fue advertido de que tendría que acompañar al menor a dicha firma de libros, donde estaría la escritora favorita del mencionado.

no te disculpes, lo entiendo. aunque, quisiera algo para comer— justo en ese momento, su tripita comenzó a sonar, reclamando alimento para callarse.

ay, es verdad, yo también tengo muchísima hambre— los verdes orbes del pecoso se dispersaron en búsqueda de algún establecimiento abierto.

creo que no fue una buena idea haber salido sin desayunar—.

sin embargo, y para su suerte, no parecía haber ningún local en servicio todavía; era predecible, pues la Plaza Comercial por lo regular era abierta al público a partir de las 10 de la mañana.

¡mira Izu! están empezando a avanzar— resaltó el mayor, señalando con su índice al inicio de la fila.

el nombrado se limitó a hiperventilar —por tercera ocasión en lo que iba de mañana— la sonrisa que se plasmó en sus labios rosas fue de oreja a oreja, siendo imposible no notarla, incluso a distancia.

ay Dios, ay Dios, ay Dios— alargó las últimas dos letras de cada palabra; fue todo un reto respirar con normalidad.

y, mientras para él se trataba de un sueño hecho realidad, Todoroki se hallaba divagando, ensimismado.

no era que no estuviera disfrutando del momento ni mucho menos, sino que la madrugada anterior, justo antes de irse a dormir, un mensaje por parte de su hermana mayor le desconcertó.

serotonina | tododeku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora