Mi día a día (Azumaya Junta)

Día 163

Por fin pudimos retomar escenas subidas de tono y pude vengarme sin necesidad de hacer nada de esas maquillistas que seguían molestando con la idea de emparejar a mi amado con ese empresario y a mi con el idiota de Ayagi

Así que en cuanto terminamos unas escenas en la mañana, el director ordeno a todos marcharse, solamente él con el camarógrafo, el técnico en audio, los dos productores, mi amado y yo nos íbamos a quedar junto con el personaje de mi padre

Todas las maquillistas al darse cuenta de por dónde iba el asunto comenzaron a quejarse y a decir el porque deberían de estar presentes, pero el director no dio su brazo a torcer y dio la orden

Yo les sonreí a todas las chicas y con la mejor cara de decepción les dije que era una pena de que no pudieran disfrutar una escena así en vivo, que según el guion sería de las más candentes

Eso hizo que se pusieran más molestas y se marcharon junto con nuestros compañeros

El director estaba dando las últimas indicaciones, según la escena de hoy a mi amado se le caería un frasco de chocolate encima de él y una cosa pasaría a otra, pero parece que no había chocolate

-Maldita sea -gruñó el director- y ahora, ¿dónde lo compramos? ya es tarde

-Tal vez -comente- ¿podrías hacerlo con miel? vi un frasco en la cocina

En cuanto dije eso Takato-san me miro fijamente y sus mejillas se pusieron rojas, no dude en sonreír inconscientemente

-Cierto, puede funcionar, gran idea Azumaya

-No hay de que -comente

Colocaron todo en sus posiciones y mi amado solamente me maldecía en voz baja, nos colocamos y la escena comenzó a grabarse

Habíamos terminado de acomodar las últimas cosas en nuestra nueva casa, realmente hemos elegido muy bien el lugar, mi amado estaba por hacer unos panqueques y empezó a bajar las cosas que iba a ocupar

Estaba tan inmerso en bajar lo que necesitaba para la mezcla que sin querer se tiro encima un tarro de miel

-Maldición -chasqueo la lengua

-¡¡¡JULIO!!!  ¿todo bien? -corrí hasta la cocina y lo mire fijamente, no pude evitar relamer mis labios

La vista que tenía en frente era simplemente única, mi amado lleno de miel, todo pegajoso, mejor dicho delicioso

-¿Estás bien?

-No, estoy todo pegajoso, esto es asque...

-Delicioso -murmure

-¿Ah?

-Realmente Julio... deseo probarte

-P-Pero que cosas dices Romeo, realmente estás loco

-No lo creo

Me acerque a él y comencé a besarlo mientras lo sujetaba de la cintura, el beso se volvió pasional y lentamente comencé a quitarle su playera

-R-Romeo

-Quiero más de ti -susurre

Bese su cuello que tenía lleno de miel mientras apretaba su trasero con mis manos, sus gemidos salían de su boca, un sonido tan placentero

Lo cargue y él enredo sus piernas en mi cintura mientras seguíamos besando apasionadamente, lo recargue en la pared mientras acariciaba sus pezones

-Ahh R-Romeo

-Y eso que estoy empezando

-MMmm m-más

-Te daré todo lo que me pidas

-Espero que sea después de que me vaya -comentaron a nuestras espaldas

-¡¡PADRE!! -exclame

-Maldita sea Romeo, ¿cómo es qué? -pregunto mi amado mientras lo dejaba en el piso colocándome adelante de él

-Deberían cerrar la puerta, porque estaba abierta -señalo la puerta

-Idiota -me regaño mi amado mientras me daba un golpe en la cabeza

-Lo siento Julio

-COf, lo mejor es que se arreglen, tengo que hablar con ustedes

-¡¡¡CORTE!!