Mi día a día (Azumaya Junta)

Día 165

De nuevo la lluvia nos ha sorprendido, pero esta vez fue a mitad de las grabaciones, así que prácticamente salimos corriendo a resguardarnos de la lluvia

Se supone que sería un día un poco soleado, pero no había alguna señal de lluvia desde la mañana, nos confiamos demasiado y por eso terminamos todos mojados

Al menos llegamos a tiempo a nuestros camerinos para poder cambiarnos, lo importante es que ninguno se enfermara por esta lluvia que llego de imprevisto

Me dirigí al camerino de mi amado mientras me secaba mi cabello, toque la puerta y la puerta se abrió

-¡Takato-san! -exclame al entrar 

-Chunta, ¿por qué no te has secado?

-Lo siento, quería verte 

-Si nos vimos en la mañana

-Solamente extrañe a mi prometido

-P-prometido -murmuro sonrojado y miro su anillo que lo tenía colgado en una cadena en su cuello

-¿Aún no te acostumbras? -lo abrace

-E-Es difícil -susurro y escondió su rostro en mi pecho

Lo abrace y aspire su aroma, aún me cuesta trabajo creer que me pertenece solamente a mí

Es un sueño hecho realidad, es mi prometido, dentro de un tiempo podre decir que es mi esposo, soy el hombre más feliz del mundo, me complementa

Puedo decir en toda la extensión de la palabra que Takato-san es mi alma gemela, es mi todo y daré lo que sea por verlo feliz

-¿Chunta?

-¿Huh?

-Me estás mojando

-Oh~ no era mi intención, pero tomaré la responsabilidad -sonreí

-¿Ah?

-Prometo tratarte con delicadeza

-Estoy hablando de tu cabello -se sonrojo- eres un calenturiento

-Lo siento, es que no entendí tus palabras

-Solo entiendes a tu conveniencia

-...no...

-Sí claro

-Takato-san -hundí mi nariz en su cuello

-Waaa yo ya me seque

-Puedo ayudarte de nuevo

Estuvimos un rato abrazados y él seco mi cabello mientras me repetí que era un ángel calenturiento y con pensamientos atrevidos... y eso que no puede leer las mentes porque si no estoy seguro que me diría más cosas

-Takato-san

-¿Qué pasa?

-Te amo Azumaya Takato

Sus mejillas se sonrojaron más de lo que estaban y comenzó a dar pequeños golpes en mi pecho

-Baka, baka, baka

-Pronto te llamarán así -sonreí como bobo