VII.- Confusión y caos en el paraíso.

28 8 1
                                    

N.T: Estos cortos resúmenes estarán al inicio de cada capítulo. Háganme el favor de leerlo de con una voz parecida a la de Morgan Freeman, ya sea su voz original o la de su doblaje ¿razón? Para más placer.


Tras sentir un enorme impulso por conocer y explorar el nuevo mundo que lo rodeaba, el conejo se alejó descuidado de los vivares y de los demás de su especie, encontrándose con todo tipo de criaturas nuevas y conocidas. No tuvo otra opción que enfrentarse a un gran grupo de goblin él solo por primera vez poniendo su vida en peligro una vez más y así escapando por los pelos en un acto de desesperación y adrenalina pura.
Tras sentir que se encontraba en una zona segura, su cuerpo colapsó, haciendo que perdiera el conocimiento, no sin antes ver una sombra gigante que iba en su dirección.
________________________________________________________________________________

Parte 1.

¿Hmm? ¿Qué es todo esto? —Pensó aquél hombre que se encontraba en medio de la nada, observando a lo lejos, donde no hay nada más que una densa capa de neblina delante de él.

Fue como haberme despertado de un largo sueño, un sueño horrible aunque... ¿emocionante? —Tras unos instantes y al verse sin alguna otra opción, comienza a caminar hacia adelante con la esperanza de encontrarse con algo.

¿Esto no es...? —A cada paso que lograba dar, una sensación granulada pasaba por la planta de sus pies, se trataba de piedras. Piedras de todas las formas y tamaños, tan lindas, lisas y frías. — ¿Exactamente dónde estoy? ¿Qué es todo esto?

El hombre siguió caminando entre la niebla por un tiempo, hasta que comenzó a sentir sus sentidos haciéndole una mala jugada, se sentía desorientado.


Tal vez si voy por allá ¡No! Ya pasaste por ahí ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? Tal vez si me fijo en la marca que dejo en las piedras al caminar pueda darme una mejor idea.

El hombre giró su cuerpo entero en 180°
...

¡NO HAY HUELLAS SIQUIERA! ¡Jajaja! —El hombre se tomó de la cabeza. Comenzaba a desesperarse, el no saber si en verdad estaba avanzando o dónde se dirigía comenzaba a comerle la cabeza. Recobró la compostura después de unos minutos y continuó su camino a la nada.

Caminando entre niebla que solo le permitía mirar a escasos metros de distancia más allá de su nariz, lo único que le hacía compañía en ese momento era el sonido de las piedras a sus pies y sus propios pensamientos.

*splash, splash*

Los ojos entreabiertos e hinchados del hombre se abrieron de golpe tras escuchar algo además de simples piedras, levantó su mirada rápidamente.

Tenía delante de él un enorme lago negro que parecía haber aparecido ahí de la nada. En ése instante la niebla comenzó a dispersarse alrededor del lago, dando a ver a la inmensidad de este, la cual podría dejar sin habla a cualquiera.


El hombre comenzó a caminar lago adentro, sintiendo el agua fría cubriéndole los pies.
El cambio de entorno le hizo volver a recobrar algo de su cordura jugueteando y pataleando con el agua hasta caerse de lleno dentro del lago.
¡Ahahaha! ¡Esto se siente de lo mejor! —Pensó el ahora empapado hombre mientras que tomaba agua del lago que había juntado entre sus manos. —Ahhh... —Repitió esto varias veces. —No tengo sed pese a haber caminando tanto, pero de cualquier forma esto siente tan-
Se sintió observado de repente. Este sentimiento le hizo levantarse de inmediato y observar a su alrededor pero todo sin resultado, no había nada cerca, hasta que dirigió su mirada hacia el lago.
...

Ah! Soy un conejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora