EL AMOR DE MI VIDA

CAPÍTULO: 2

—¿Estás loco Archie? olvídalo, no me meteré en problemas con Patty por una tontería como una despedida de soltero. Mi respuesta es no.

—Alistear, no seas aguafiestas, esta será la última vez que te diviertas como es digno, con tu hermano y tu amigo, ya le dije a Terry, no me puedes quedar mal —insistía Archie

—¿Terry va a ir? pensé que ya no salía, con eso de que ya es un hombre casado.

—Para que veas cuánto te estima, por eso no puedes quedar mal. —Stear lo pensó un poco, la sonrisa ladeada de Archie demostraba su triunfo, sabía cómo convencer a su hermano.

—Está bien. ¿A dónde iremos? no quiero strippers —estaban en la cocina, Stear llenaba de leche su taza de cereal y Archie comía el sándwich de jamón de pavo que se había preparado.

—¿Y cuál es la diversión si no hay chicas? ¿Entiendes el punto de una despedida de soltero?

—Sí y precisamente porque te conozco, no quiero una, acepto salir con ustedes a un lugar tranquilo en donde no tenga problemas con Paty. Solo eso te pido —rogó Stear.

—Pues yo estaba pensando en Shapphire —sostuvo su emparedado frente a su boca después de darle un mordisco, observando el techo como si estuviera viendo el lugar mencionado.

—¡No! olvídalo, ahí no. Te pido algo tranquilo y piensas en las Vegas, estás loco. A mí se me ocurre, no sé, tal vez un lugar con karaoke, algo inofensivo.

Archie escupió el jugo que acababa de tomar cuando escuchó a su hermano —No me jodas Stear. ¿Cómo que un karaoke? ¿Crees que Terry se muere por subir a cantar?

—Es mi última palabra y si no les parece podemos ir a un restaurante. O que no haya despedida, a mí me da igual. —dejó su taza en el lavatrastos y volvió a sentarse frente a su hermano.

—¡Qué manera de arruinar la diversión! —agarró su celular y cerró cada ventana que con mucho entusiasmo abrió durante el día, buscando los mejores centros nocturnos para la despedida de su hermano— está bien elige el lugar.

—Ya te dije, qué sea algún bar con karaoke, eso es perfecto para mí. Conocí a Patty en uno —recordó Stear.

Archie puso los ojos en blanco al escuchar por milésima vez, la historia de amor de su hermano —Que cursi —bufo— está bien. Le diré a Terry ¿te parece bien este sábado?

—Si, el sábado es perfecto.

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—¡Vaya! no imaginé que tu despedida fuera en este lugar Stear, más pervertido no pudo ser. —Terry observó el local, nunca había estado en un centro nocturno como ese. No le sorprendió que a Stear le gustara, era su estilo, exageradamente tranquilo. No podía negar que el ambiente bohemio era agradable y la estaba pasando bien, pronto empezarían las voces desafinadas, pero por el momento era agradable.

—Ja, ja, ja esa estuvo buena Terry, no vayas a embarazar a alguien mientras cantas. —Ambos se carcajearon y chocaron sus puños, Stear sonreía negando con la cabeza al escuchar las incoherencias de su hermano y amigo.

—Búrlense todo lo que quieran, Paty sabe que me divierto sanamente así que no me importa lo que ustedes piensen.

La música era amena, una pareja subió a cantar, luego un desfile de chicas que desentonaban canciones para cortarse las venas. Terry no podía sentirse más incómodo, muchas de esas canciones le recordaban su desdichado matrimonio.

—Ya vieron la mesa de adelante, la de la derecha —comentó Archie, señalando con el vaso de cerveza el lugar que llamó su atención.

—¿Qué tiene de especial? —Stear veía una a una a las lindas jóvenes de la mesa.