Capítulo piloto

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Hola hola a todos de nuevo!

SORPRESAAAAA

Esta es una nueva idea de fic que me estuvo dando vueltas estos días y no me resistí a escribirla. Espero la reciban con mucho amor y cariño al igual que las otras. Habrá risas, amorsh, carcajadas y demás emociones. 

Próximamente escribiré más, en esta semana se subirá la actu de Cursed by the night.

Estén atent@s!

Sin más por el momento, a leer!!!

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—No vuelvo a hacerle caso a Eris, demonios.

Se quejaba Eros, el ahora pequeño dios del amor mientras usaba un martillo para clavar algunos clavos en tablas, con el fin de hacer una pequeña estructura. Llevaba ya horas en su labor sin ayuda de nadie, y todo esto por haber hecho una travesura que le trajo más consecuencias de las pensadas.

Ya había finalizado ese horrendo evento del Ragnarok, evento en el cual muchas vidas se perdieron en una batalla sin sentido a ojos suyos. Había decidido no ser partícipe de la misma cuando se lo solicitaron, pero contempló con tristeza los combates, viendo a los guerreros de ambos bandos, dioses y humanos, desmoronarse en llanto por todas las emociones vividas y por haber arrebatado la vida del contrario. Hubo unos casos en los cuales se le partió el corazón viendo a esos guerreros llorar en rincones del coliseo, lejos de todos, al ansiar el volver a ver a su rival.

Todo cambió cuando se daba el último combate en el cual Odín y Leónidas (con las Valkyrias Brunhilde y Geir como su lanza y escudo respectivamente) daban un ataque feroz. El humano ya estaba demasiado herido mientras que Odín estaba con heridas severas, más no graves, demostrando su supremacía como padre de los nórdicos. Los dioses y la humanidad estaban al filo del momento, ya que cualquier movimiento podría cambiar la balanza a su favor. Nadie quería perder, los humanos no querían desaparecer y esta era su última oportunidad. Pero, un ataque de Odín deshizo el volund de las valkyrias y dejó a Leónidas indefenso y a merced de la fuerza del nórdico: ya no le quedaban fuerzas para seguir. Odín concentró su magia en su lanza para ejecutar su ataque final y dar la victoria a los dioses. Era el fin: la era de la humanidad había llegado a su desenlace fatal.

No obstante, el ataque jamás llegó a Leónidas ni a las valkyrias ya que fue bloqueado por un ataque conjunto de varias armas divinas. Los dioses y humanos de las gradas vieron con asombro como los dioses Thor, Shiva, Susanoo, Anubis, Loki, Ares, Hermes, Eros, Anteros y Buddha, los humanos Sasaki Kojiro, Jack el destripador, Qin Shi Huang, Simo Hayha, Sakata Kintoki y Grigori Rasputin, con sus respectivas valkyrias, estaban en medio de la arena sirviendo de escudo y evitando un ataque más.

Odín estaba perplejo y más cuando, al exigir explicaciones, Thor comenzó diciendo que debían parar el Ragnarok a como de lugar. La humanidad había demostrado que no eran más que simples entes que eran insignificantes para los dioses y podrían estar a la par de uno. Los otros alzaron la voz también dando sus motivos, causando un gran barullo similar a un mercado a plena hora de ofertas. Zeus se paró de su lugar con la constitución del Valhalla en sus manos y señalando un punto que nadie, NADIE, había puesto atención y que ponía un final a todo este asunto:

Clausula especial: si la humanidad llega a su final a manos de los dioses al efectuarse el Ragnarok, se rompería el equilibrio de coexistencia de los dioses y estos dejarían de existir.

Tanto los dioses como los humanos se quedaron de piedra cayéndoles el veinte de que el Ragnarok era el fin para todos. Ares le preguntó a Zeus el motivo entonces por el cual se hacía la votación de los mil años para decidir el destino de la humanidad, a lo que el padre de los dioses y el líder del Valhalla respondió que era simple protocolo, que nunca habían llegado tan lejos y ni había leído la constitución hasta el final.

El stand del dios del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora