XVI

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Bien, Dazai tiene un problema. O tal vez un par de problemas.

Por ello ha decidido recurrir a su compañero de trabajo que le da mucha más confianza, el cual siempre tiene algún consejo que ofrecer o, por lo menos, está dispuesto a escucharle. Mientras limpiaba la barra, miró por el rabillo del ojo a Nakajima y tomó un profundo respiro. 

"¿Atsushi-kun?" Llama girándose por completo hacia el susodicho, quien de inmediato le presta atención.

"¿Sí, Dazai-san?"

"¿Cómo podrías formalizar tu relación con alguien que ya se te confesó pero le pediste tiempo y ahora no encuentras el momento indicado para decirle que estás listo?"

El joven de orbes heterocromáticos parpadeó procesando la interrogativa y tratando de hallar una respuesta útil.

Sin embargo, necesitaba algo de contexto antes de decir cualquier cosa.

"¿Se trata de Chuuya-san?" El castaño se aclara la garganta, tímido por ser tan obvio con el tema y asiente. "Bueno... Chuuya-san comprenderá si le dice directamente que está listo para... Una relación. Podría hacerlo la próxima vez que se vean."

"Sí, pero me hace sentir mal sacar el tema cuando ha pasado tanto tiempo ¿me explico?"

"Ya veo. Pero Dazai-san es una persona muy espontánea, seguramente encontrarás el momento para decirlo."

"¿Y si me rechaza?"

"Dazai-san."

"¿Y si dice que no quiere volver a verme nunca más?"

"Dazai-san..."

"¿Y si dice que soy la peor persona del mundo por hacerlo esperar tanto?"

"¡Dazai-san!" Le lanza un vaso desechable a la cabeza y el vendado reacciona, dejando en el pasado su pequeña crisis.

"¿Q-qué?" Dice mientras se dispone a recoger el objeto del suelo y tirarlo a la basura, sería antihigiénico dárselo a un cliente.

"Cálmate. Para empezar, Chuuya-san te quiere muchísimo, sería incapaz de rechazarte. Seguramente estará feliz de oírte decir que estás listo. La verdad es que ustedes dos hace mucho parecen una pareja, pensé que ya lo habían formalizado."

Osamu se pone pálido y niega rápidamente.

"N-no, aunque nos tratamos como pareja, no hemos establecido una relación."

"En ese caso, si Chuuya-san se siente tan cómodo contigo, es imposible que quiera echarte de su vida."

Lo que decía el menor tenía todo el sentido del mundo, además tenía una expresión tan serena que lograba calmar poco a poco al de iris avellanas. El mayor asintió y volvió a pasar el trapo por la barra, limpiando polvo invisible.

"La próxima vez que nos veremos será en su graduación." Comenta sin mirar a su compañero.

"¿Oh? ¿Ya se va a graduar? En ese caso, podrías aprovechar la ocasión para decirle lo que sientes."

"..." Pensativo, el castaño detiene su labor de limpieza y mira al albino en silencio. "Lo haré. Muchas gracias por escucharme, Atsushi-kun."

"No es nada, Dazai-san. Espero que sean felices juntos." Desea con sinceridad el menor y regresa a sus deberes, debía rellenar las botellas de saborizantes.

Osamu le dedica una agradecida sonrisa y se retira a la bodega para traer más bolsas de café.

. . .

Así pasaron los días con un castaño lleno de nervios que apenas podía realizar sus actividades correctamente. Cometió muchos errores en el trabajo y fue reprendido varias veces.

Temor [SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora