➛ 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 || ➵ s. ᴍᴀɴᴊɪʀᴏ

『01』

UN CÁLIDO RESPLANDOR DORADO FLORECIÓ EN SU CUADERNO ABIERTO. Apoyó la barbilla en la palma de la mano, golpeando continuamente el lápiz sobre la mesa mientras esperaba que sonara el timbre de la escuela.

El aburrimiento empezó a sacar lo mejor de ella. La clase de hoy es bastante aburrida. Ella sólo quiere ir a casa, eso es todo.

Además, todavía no ha podido superar la pérdida de su mochila que fue atropellada. Anoche, cuando lo comprobó, no había más que pedazos inútiles de su portátil.

Sus ojos se dirigieron a ese desconocido que estaba sentado a su lado, garabateando en su cuaderno. Su rostro es cincelado, y sus ojos penetrantes y negros como el carbón destacan. Sus mechones rubios eran bastante largos, y le sentaban bien.

Su frente se arrugó ligeramente, restableciendo sus pensamientos. Era raro que se distrajera con alguien. Tal vez fuera porque la única vez que vio a este tipo en esta misma aula fue hace una semana: sólo se quedó unos minutos antes de marcharse sin permiso.

Imágenes de lo que probablemente podría hacer ahora pasaron por su mente. ¿Tal vez comer? ¿Dormir? O cualquier cosa que la alejara del aburrimiento.

¡TIEMPO!

El sonido la hizo suspirar rápidamente.

─La clase ha terminado. Que tengáis un buen día, todos─ anunció el profesor mientras se levantaba. ─Ah, y Kobayashi, buen trabajo por haber superado tu examen. Has sacado la mejor nota de tu grupo─

Shiroi es básicamente una genio, tanto en lo académico como en las estrategias y las técnicas cuando se trata de luchar físicamente. Eso es lo que la convirtió en una notable líder de su grupo yakuza.

Las caras de sus compañeros de clase se dirigían a donde ella se sentaba. No sabía si simplemente la admiraban, o si sentían envidia.

Pero en el momento en que sus ojos se posaron en ella, también miraron accidentalmente a Sano Manjiro, ya que estaba sentado a su lado.

Por curiosidad -ya que no parecía estar prestando atención- les devolvió la mirada, confundida. La comprensión se hizo evidente en sus rostros antes de salir corriendo del aula.

─Es él. Deberíamos salir!─ murmuró uno de ellos a otro mientras entraba en pánico. El hecho de que Sano Manjiro estuviera cerca de su presencia ya los había puesto en tensión.

¿Qué les pasa? ¿Y quién es ese tipo?

Bueno, Shiroi planeaba quedarse en el aula unos minutos más. El silencio y la paz se sienten muy bien desde que la mayoría se ha ido.

De repente le oyó moverse en su asiento, lo que le hizo echarle un vistazo. Inesperadamente, ambos hicieron contacto visual. No queriendo levantar la incomodidad por más tiempo, ella se retiró, mirando inmediatamente a cualquier cosa menos a él.

Sí, ella no quiere hablar con nadie en este momento.

Decidiendo que lo mejor era irse ahora, volvió a meter los libros en su nueva mochila. Agarrando las muletas, salió.

Justo cuando salió al pasillo, los parloteos se agolparon en sus oídos. Francamente, ese grupo de amigos se quedó en la taquilla al lado de la suya, permitiéndole escuchar lo que sea que estuvieran hablando.

─¡Ese era el Invencible Mikey! No esperaba que se quedara en la clase─ se entusiasmó una chica.

¿El qué?

─Cierto, y creo que se quedó mirándola ya que todos miramos Kobayashi. Cómo pudo esa chica sentarse a su lado tan despreocupadamente...─

─Es de la Pandilla Toman. He oído que es su líder─

La forma en que ella arregló sus libros en el casillero se volvió violenta. ─Así que él es el que me ha jodido la mochila─ murmuró, formando una sonrisa de ojos cerrados.

Se le ocurrió una idea: si no puede enfrentarse a ellos y luchar contra ellos porque está incapacitada, ¿por qué no trollearlo? Y mantener su nombre en el anonimato.

Después de todo, cuando Shiroi se aburre, hace cualquier cosa para hacer su vida interesante, incluso de las formas menos esperadas.

Un cálido céfiro la abrazó mientras salía del campus. En una zona había bicicletas y motos aparcadas.

Una de ellas le llamó la atención.

Tiene el símbolo Manji, que también vio en el haori de la banda. Y de todos los vehículos, sólo ése tenía terrenos baldíos a su alrededor. Es de suponer que los estudiantes tenían demasiado miedo de aparcar los suyos cerca del líder de Toman.

Es difícil equivocarse: es la de Mikey.

Su paseo se detuvo antes de cambiar de ruta hacia la tienda más cercana.

Los ojos se clavaron en un pequeño oso de peluche rosa. Tenía un diseño floral cosido en él, además de una cinta roja que era el doble del tamaño del propio oso.

Golpeando con el pie en el suelo, finalmente tomó una decisión y llevó el peluche al mostrador antes de salir.

Al asomarse por la puerta lateral, vio que su moto seguía aparcada e inmóvil. Sin hacer ningún ruido, se dirigió sigilosamente y lentamente ocultándose detrás de otros vehículos.

─Amigo, comamos en el puesto de ramen─

Shiroi sintió que su alma abandonaba su cuerpo por un segundo cuando la voz de un estudiante al azar la asustó.

Exhalando, volvió a dirigirse a la moto de Mikey justo después de que los curiosos se fueran.

En el asa, colgó el oso de peluche rosa. Ahora, no hay duda de que el líder de la banda de estudiantes de secundaria se volverá loco al ver esto.

Una sonrisa siniestra se dibujó en su cara antes de irse.

─¿Eh? ¿Qué demonios es esto?─ Mikey ladeó la cabeza confundido, mirando muy de cerca el extraño oso de peluche rosa que destacaba entre todos los tonos negros de su moto

─¿Eh? ¿Qué demonios es esto?─ Mikey inclinó la cabeza con confusión, mirando muy de cerca el extraño oso de peluche rosa que destacaba entre todos los tonos negros de su motocicleta.

Era tan inusual que incluso los estudiantes que le temían le echaron un vistazo de cerca, es decir, al menos a siete metros de distancia. Los chismes flotaban en el aire, las noticias pasaban de persona a persona.

Aunque ciertamente no hay nada de malo en que un tipo posea esas cosas, sin embargo no era lo que la gente cree que es el estilo de Mikey.

Su ceja se levantó, tirando del papel que estaba enrollado y metido en la cinta del oso.

─¿Esto es tuyo? Lo encontré en tu taquilla <3─ decía el papel.

Un montón de personas pasaron por su cabeza. ¿Quién le está trolleando? ¿Un miembro de Toman? No, eso es imposible. Alguno de los capitanes podría haber sido, sí, pero este no es el tipo de broma que le harían.

Entonces, ¿quién?