♡ In my Hands ♡

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Ya está cayendo.

Han sido las peores 3 semanas de mi vida, estar cerca de él y no poder tocarlo como me gustaría es parte de un suplicio.

Debido a que estamos en la misma universidad y que me dio su número hemos podido establecer una relación, algo débil aún, pero es un inicio. En este lapso de tiempo he pasado por él para ir a la institución, voy a la tienda de vez en cuando para admirarlo y salimos a caminar si no estamos ocupados. Deseo que se acostumbre a tenerme a su lado, que me necesite con él.

Sinceramente suelo reprenderme por llevar todo esto tan lejos, si embargo, me siento tan cómodo con Jimin y puedo pensar que él siente lo mismo conmigo, solo se siente intimidado cuando quiero que lo haga, no vive atemorizado de mi y es algo que aprecio bastante.

Hemos compartido algunas caricias inocentes, de mi parte para poder apreciar si reacción, sensibilidad y expresiones, no puedo negar que es una maravilla. Cuando lo tomo por la cintura o respiro en su cuello su respiración se aceleró de inmediato, es bastante receptivo, eso también ha llevado a la conclusión de que necesitará más entrenamiento, pero será divertido.

Me encanta.

Hoy nuevamente cenaremos juntos, mas esta vez me aseguraré de que la noche termine en lo que planeo.

Park Jimin no se me escapara de nuevo.

En este momento lo espero en mi automóvil afuera de su casa ya que es viernes, por lo que si acepta el trato tendremos todo el fin de semana para comenzar.

Un leve golpe en el vidrio me sacó del estado de ensañamiento, al bajarlo puedo ver a un sonriente azabache de ojos achocolatados.

—Si abres la puerta tal vez pueda entrar— la hermosa sonrisa no dejaba su rostro.

Saqué el seguro de la puerta y se subió de un salto.

—¿Puedo decidir donde vamos hoy?— hizo un puchero, se veía peligrosamente inocente.

Es un pequeño ideal.

—¿Qué gano yo?— pregunté coquetamente.

—Lo que quieras— te metiste solo en la boca del lobo.

—Bueno si es así ¿Dónde es?— comenzó a ver la dirección en su celular y me la envió.—¿Panda Express? —asintió orgulloso.—Realmente eres un bebé— dije más para mi que para él.

Pero al ver el rubor sobre sus mejillas y escuchar si risita nerviosa entendí que me escuchó. A pesar de que llevo un tiempo diciéndole así no ha dejado de sonrojarse, por lo que no he podido aguantarlo.

—¿Iremos o no?— preguntó exigente cruzando los brazos en su pecho en tanto me mira.

—Bien—no dije más y comencé a manejar.

El camino fue silencioso pero cómodo, aunque siempre con la tensión agradable, eso no ha disminuido para nada. Llegamos al lugar, me estacioné en el parking para clientes y apenas detuve el auto Jimin se bajó sin prestar atención a los otros vehículos alrededor.

—Hey con calma— al escuchar mi tono más grave se detuvo de inmediato.

Buen chico.

Cuando ya estuve a su lado tomé su mano y nos dirigimos hacía el pequeño local. Ya adentro ambos ordenamos.

—Yo pago hoy—Jimin se adelantó y ya tenía su tarjeta en la mano, lo mire con desaprobación y se encogió en su lugar, esto no me gusta para nada.—Es lo justo Min—dijo bajito dándome explicaciones, se veía ridículamente tierno, pero no di mi brazo a torcer.

𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦 𝐾𝑖𝑛𝑘~𝑌𝑜𝑜𝑛𝑚𝑖𝑛 | ADAPTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora