No quiero despertar de este sueño.
Sentía la ligera luz del sol traspasando las cortinas, pero también noté que Jimin no estaba a mi lado, por lo que abrí los ojos de inmediato y me senté en la cama buscándolo por todas partes. Sé que no se ha ido porque es su casa, sin embargo, es una reacción natural desde la vez que discutimos.
— ¿Qué pasa Yoongi? — escuché su bella voz saliendo del baño de la habitación.
Me gire para verlo, tenía su cabello húmedo, su parte superior algo marcada y con una toalla en sus caderas.
— ¿Por qué no me despertaste para ir contigo? — pregunté casi susurrando mientras lo admiraba.
—Te veías tan tranquilo, no quise molestarte— se fue acercando a la cama hasta sentarse frente a mi para después darme un beso en los labios. —Además aún es temprano, son apenas las 7.30— acarició mi cabello y se paró para ir a vestirse.
—Bueno, iré a ducharme— me estiré, después me levanté y caminé hacia el baño.
—Hay toallas abajo del lavabo— escuché a Jimin antes de cerrar la puerta.
Me di una ducha rápida y salí, al igual que mi bebé, con una toalla en la cintura.
—Te dejé la ropa en la cama— dijo mientras arreglaba su mochila.
Un suéter negro y unos pantalones del mismo tono, bastante bien para mí, aunque todo me quedaba más ajustado que a él.
— ¿Cómo me veo? — pregunté juguetón.
—Muy sexy—dijo risueño aun mirando hacia otro lado.
Me acerqué por detrás para juntar nuestras caderas.
— ¿De qué te ríes? — susurré en su oído.
—Na-nada Yoon—habló nervioso pegando su trasero más a mi entrepierna. —Debemos bajar a desayunar...daddy— maldito Jimin, movió sus caderas.
—Tú no eres mi bebé ¿Dónde está Park? — pregunté fingiendo miedo.
—Te recuerdo que tú me corrompiste cariño— se giró y me dio un beso exigente apoyando sus manos en mis pectorales. Por falta de aire se alejó y fue a la puerta de la habitación con su mochila en las manos como si nada hubiera pasado. —Vamos a comer Min—y sin más salió.
Nunca habían sido tan atrevidos conmigo, los chicos antes de Jimin solo debían obedecer y si no lo hacían merecían un castigo, pero como con todo él es la excepción. De hecho, para mi sorpresa su actitud provocativa me pone bastante.
Salí de mis pensamientos al notar que mi chico bajaba las escaleras, así que no esperé mucho y me dirigí al primer piso. Ya ahí vi a Jimin en la sala de estar y me puse a su lado.
— ¿Durmieron bien chicos? — preguntó Nam desde la cocina.
—Dudo que hayan dormido Joonie— habló Jin burlonamente.
—Seokjin silencio, no queremos que Yoongi se incomode— regañó el de cabello grisáceo.
Solo salió una risita de mis labios y vi como Jimin se sonrojaba.
—Al parecer no escucharon bebé— susurré al azabache.
—Su habitación está aquí, en el primer piso— dijo tranquilo, pero aún ruborizado.
—Chicos vengan a desayunar, no pueden irse a la universidad con el estómago vacío—alzó la voz Jin.
Ambos nos dirigimos a la cocina, comimos en un ambiente muy agradable y hogareño. Nuevamente me sorprendí a mí mismo, estaba muy cómodo y pude participar relajadamente en la conversación de los Kim.
No estoy acostumbrado a esta calidez, desde pequeño solo tuve a sirvientes compartiendo conmigo y cuando entré a la escuela los demás me veían demasiado hostil por lo que no se me acercaban. Al crecer la situación no mejoró, estaba completamente solo y comencé a descargar la tensión peleando con otros chicos que se creían más, fue un desastre, ahí entendí que debía disciplinarme a mí mismo.
Pero eso es pasado, un pasado que es mejor mantener oculto.
—Yoon debemos irnos— escuché a Jimin frente a mí con su mochila en la espalda. —¿Pasa algo cariño? — se acercó preocupado.
—No no Jimin, vamos— tomé su mano para salir de la casa, nos despedimos de los mayores en voz alta y salimos.
Nos subimos al auto y rápidamente llegamos a la institución.
—Nos vemos más tarde Yoonie— me dio un pequeño beso y se alejó dirigiéndose a la facultad de literatura.
El día pasó rápidamente, almorcé con Jimin y con la pareja Kim-Jeon como era desde hace unas semanas.
Jungkook se notaba más alegre y Kim menos preocupado porque su novio metiera la pata con el interés amoroso de su mejor amigo.
Este almuerzo fue distinto, le di de comer a Jimin, lo besé, abracé, acaricié y reímos tranquilamente. Realmente estoy comprometido con esto de ser mejor y más abierto, no quiero perderlo porque eso significaría volver a cerrarme y esta vez sería aún peor.
La hora de colación terminó, por lo que nuevamente tuvimos que alejarnos despidiéndonos cariñosamente.
Al paso de las eternas horas el día termino y decidí ir a buscar a Jimin sin aviso para sorprenderlo, pero el que se llevó la sorpresa fui yo cuando vi a Kim solo con Jeon.
Me acerqué trotando hacia la pareja.
— ¡TaeHyung! — alcé la voz logrando que se diera vuelta dándome una sonrisa amable.
— ¿Qué pasa Yoongi? —
— ¿Dónde está Minie? — pregunté algo molesto.
Esto no me da buena espina.
— ¿No te dijo? — negué. —Se fue con un chico hace unos 5 minutos— mierda.
Sentí mi interior arder, ahora sé que son los celos.
— ¿Cómo era? ¿Dijo su nombre? — pregunté rápido, debo buscarlo.
—Era castaño y algo alto— dijo dudoso. —Amor ¿Recuerdas su nombre? — preguntó mirando a Jeon.
—Hyungsik creo que era— recordó.
Más mierda, era ese imbécil otra vez.
— ¿Te dijo dónde iban? — traté de sonar como si no estuviera asesinando en mi mente de 50 formas distintas, pero todas muy dolorosas, a ese maldito.
—Al centro comercial para recordar viejos tiempos— dijo Jeon sonriendo burlonamente. —O algo así escuché — se hizo el tonto.
Maldito Jeon.
Si antes sentía mi interior arder ahora derechamente era fuego, mis puños se apretaron y me fui a paso firme al auto para ir a buscarlo.
Mierda, realmente quiero matar al tal Sik
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𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦 𝐾𝑖𝑛𝑘~𝑌𝑜𝑜𝑛𝑚𝑖𝑛 | ADAPTACION
Fanfiction𝑀𝑖𝑛 𝑌𝑜𝑜𝑛𝑔𝑖 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒 𝑝𝑙𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑡𝑜 𝑎𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜 -𝑂𝑏𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑟 -𝐻𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟 -𝑇𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑥𝑜 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑃𝑎𝑟𝑘 𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛 𝑟𝑒𝑠𝑢𝑙𝑡𝑎 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑒𝑛𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒...