♡Fix You♡

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Duele, duele mucho.

Los días pasaban tranquilamente y, a pesar de que no quisiera demostrarlo, JiMin se encontraba bajo una nube negra.

Su piel no tenía tan brillo y lo mismo sus ojos, casi no salíamos de la casa debido a su estado de ánimo, de todas formas, no lo culpo.

Porque no es su culpa.

Nos la hemos pasado en la cama viendo películas acompañados de largas sesiones de mimos que le brindaba al rubio.

Todo esto me ha hecho reflexionar sobre mi situación familiar, aunque mis padres se la hayan pasado trabajando en mi infancia y no fueran una figura totalmente presente, me aman incondicionalmente.

Siempre velaron por mi bien de la manera que pudieron, se preocupaban de mí y se siguen preocupando, aceptaron mi sexualidad sin siquiera decirles, son buenos padres después de todo.

Los que son pésimos padres son las personas que tienes así a mi novio, la imagen que tengo de ellos es digna de desprecio, progenitores que buscaban la imagen perfecta, según sus estándares, en su hijo y desecharlo cuando no las cumplió.

Ellos no saben lo especial que es JiMin, lo que es lamentable, a decir verdad, pero como dijo mi lindo chico, tomaron su decisión y nadie puede hacer nada al respecto.

El pequeño duerme a mi lado, aún es temprano y el clima es algo frío en el exterior, sin embargo, en la casa está bastante cálido.

Admiro su rostro tranquilo, paso uno de mis dedos por la línea recta de su nariz.

Su piel es tan suave.

Adoro como se mueve suavemente mientras respira, sus oscuras pestañas descansan sobre sus pómulos, su cabello estaba algo desordenado y nuestras piernas estaban entrelazadas.

—Daddy—me hice hacia atrás cuando escuché su voz somnolienta.

—¿Qué bebé? — pregunté volviendo a acercarme para besar su frente.

—Buenos días— abrió sus ojitos lentamente, en tanto llevó sus falanges a mi rostro.

—Buenos días, cariño— saludé sonriendo al sentir su tacto. —Quiero hablar contigo— me acomode en la cama para sentarme apoyando mi espalda en la cómoda. —Ven bebé— palmeé mi muslo.

Se sentó en mi regazo a horcajadas quedando frente a frente.

—¿De qué quieres hablar? — preguntó pasando sus brazos por mi cuello con un puchero en sus labios.

—Quiero preguntarte algo y que respondas sinceramente—le di una sonrisa amable al notar como su cuerpo se tensó.

—Siempre lo hago, dime amor ¿Qué pasa? — estaba nervioso.

—¿Cómo estás? — pregunté firme acariciando su cintura sobre la camiseta que traía puesta.

—Hm... ¿Bien? — respondió con el ceño fruncido. —¿Esa era tu pregunta? — me miró risueño.

—JiMin, estoy hablando en serio— mi voz no dejaba lugar a dudas. —Estás deprimido, tus ojitos no brillan y no quieres salir, estoy preocupado, pero no puedo hacer nada si no me dices la verdad— acaricie su espalda al ver como sus ojos se humedecen.

—Y-yo...no—habló con la voz temblorosa. —E-es por e-llos— estaba aguantando el llanto.

Sus jodidos padres.

—Amor, solo quiero ayudarte— no pudo contenerse más. Por favor, habla conmigo— mi corazón se parte al verlo tan frágil.

Como un niño cuando cae.

—E-llos me odi-an y-y....— sollozó.

—Tú puedes cariño—limpié sus lágrimas con mis ojos humedecidos.

—Du-duele YoonGi, m-e duele mu-mucho— se escondió en mi cuello. —Y-y no pue-do odiarlos—su voz era apenas audible.

Tomé su cuerpo para acercarlo lo más posible al mío, paso mis dedos por su columna en un intento de calmarlo.

—Mi bebé— susurre en su oído con la misma intención. —No tienes porqué odiarlos, sé que tu corazón no puede hacer eso—sus sollozos se fueron calmando.

—Es normal que te sientas así amor, esas personas deberían amarte sin importar qué, pero así habrá más espacio para mi amor, el de Jin, Nam, TaeHyung e, incluso, el de JungKook— escuché su ligera risa entre los sollozos cada vez más tranquilos. —No te desgastes con quien no te merece JiMin— abrazó con fuerza mi cuello.

—T-te amo— susurró en mi oído, se alejó de mi cuerpo permitiendo que nuestros ojos chocaran. —La-mento no decirte— limpió la humedad de su rostro.

—También te amo— bese sus labios con cariño. — Eso significa que te escucharé, mimaré, aconsejaré y amaré en todo momento, confía en mi cariño—posé mi frente sobre la suya.

—Si lo hago—hizo un puchero. —Es solo que no me gusta que me mires como si fuera de cristal, me recuerda a ese día— su mirada se perdió al decir lo último.

Maldito HyungSik.

—Sé que no lo eres, pero no puedo evitarlo amor— sonreí tratando de aligerar el ambiente. —Eres la pieza de arte más delicada que he visto y tocado en mi vida, a veces me gustaría cuidarte del mundo porque tu alma es demasiado pura para él— reí al ver su sonrojo.

—Gracias por venir conmigo Yoon— su rostro poco a poco volvía a su brillo natural. —Trabajaré en mi comunicación— besó mi mejilla.

—Ese es mi pequeño— mi sonrisa se amplió.

La atmósfera de la habitación había mejorado, la tensión ya no estaba y todo se sentía más cálido.

Más Park JiMin.

La expresión de JiMin había mejorado notablemente, sus ojos ya no estaban perdidos, se le notaba más animado y la nube negra había desaparecido.

Pasamos así varias horas probablemente, entre suaves caricias y besos sin intenciones sexuales.

Hasta que frotó nuestros cuerpos.

—Daddy—jadeo al sentir nuestras erecciones rozando sobre la ropa.

—Basta bebé tomé sus caderas para frenarlo.

Hace un rato estaba llorando en mi regazo y ahora se encontraba listo para hacerlo.

Su dualidad.

—Bueno daddy— posó sus manos sobre las mías. — Iré a bañarme—quitó mis manos de su cuerpo para levantarse alejándose de la cama.

Admiré sus largas piernas color canela con pequeñas succiones antiguas hechas por mí.

Es la definición de sensualidad.

Sacó la camiseta que cubría hasta su trasero, se giró dejándome ver su abdomen apenas marcado y después tomó el elástico de su bóxer.

—Ni se te ocurra Park— amenace sutilmente al ver su mirada lujuriosa.

—¿No qué? — preguntó desafiante alzando una ceja acercándose a la cama.

—Te castigare si sigues provocándome— alcé un poco mi voz.

Jodido juego de poder me pone tanto.

—Castígame daddy— susurró en mi oído.

Volvió a su posición y se quitó la ropa interior con sus ojos pegados en mi rostro.

Se lo advertí.

No dije nada y me levanté tomando su cuerpo forma nupcial. de

—¿Me castigará? — su tono se volvió inocente.

—Haré más que eso Park— mi voz salió grave.

El rubio sonrió juguetón al saber lo que se aproximaba.

Extrañaba a mi Minnie.

𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦 𝐾𝑖𝑛𝑘~𝑌𝑜𝑜𝑛𝑚𝑖𝑛 | ADAPTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora