Realmente estamos aquí.
Nos encontramos a pasos de la puerta del hogar de los padres de JiMin, siento como su respiración se acelera.
—N-no puedo—agarró mi brazo para no seguir avanzando.
Tome su cuerpo para abrazarlo, escondió su rostro en mi cuello.
—Si puedes bebé— alcé su mentón para que mirar su rostro. —Sé lo fuerte que eres, te sentirás mejor después de decirlo— besé su nariz. —JiMin, pase lo que pase estaré contigo, siempre— rozó nuestros labios.
—Y-yo— sus manos estaban en mi pecho. —Quédate conmigo por favor— susurró tomando mis manos. —Lo haré amor— hice más firme el agarré. —Vamos—besé su frente.
Se alejó, tomó una gran bocanada de aire y siguió caminando conmigo a su lado.
Llegamos a la puerta, JiMin golpeó la madera suavemente mientras inhalaba y exhalaba.
A los segundos se abrió dejando ver a una señora de pelo grisáceo.
—¿JiMin? —preguntó como si estuviera frente a un fantasma.
—¿Quién es, MiSuk? — escuché la voz grave de un hombre y que apareció detrás de la mujer abriendo aún más la puerta. —¿Qué haces aquí? — preguntó hostil ignorando totalmente mi presencia.
El rubio estaba sumamente pálido, estaba en estado de shock.
—Y-yo debo hablar con ustedes— su voz comenzó temblorosa y se hizo firme al paso de la frase.
—Pasa— su madre por fin volvió a hablar, pero de manera cortante.
Se hizo a un lado dejando la entrada libre, ambos caminos hacia el interior de la casa con nuestras manos unidas.
No lo soltaré.
El hogar no era ni grande ni pequeño, era perfecto para una familia de tres personas.
—¿Qué quieres? — el señor Park no hacía nada más que intimidar a JiMin. Su mirada era de asco y no lo llama por su nombre.
—¿Cómo están? Yo estoy bien, gracias por preguntar— su sonrisa era agria, sus ojos rojizos se humedecen.
La señora Park se encontraba callada en un rincón de la casa manteniéndose ajena a la situación, miraba a la piel canela como si estuviera loco, paseaba sus ojos entre la unión de nuestras manos y mi rostro con desprecio.
Jodidos homofóbicos.
—No tenemos tiempo para esto— se puso rojo su padre. —¿Vas a seguir con tus estupideces? — la tensión en la habitación era asfixiante.
—Vine para admitir que irme de esta jodida casa fue la mejor decisión de mi vida— su tono era normal, no concordaba con lo que estaba diciendo. —Soy feliz, amo lo que estudio y conocí a personas que me aman por lo que soy—me miró apretando mi mano. —Les venía a presentar a mi novio Min YoonGi—se calló mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojitos chocolates.
Todo pasó tan rápido, no me di cuenta cuando la palma de la mano del señor Park golpeó la mejilla de JiMin.
—¡Sal de mi casa! — gritó el hombre. —¡Eres un maldito enfermo! — iba a golpear con su puño a JiMin, pero esta vez alcance a tomar su muñeca.
—No vuelva a tocarlo— gruñí empujándolo sin fuerza, dejando a mis espaldas al rubio para resguardarlo. —No merecen a JiMin—hablé en dirección a su madre con asco. —Usted no es capaz de defender a su propio hijo, realmente lamento que sea una mujer sometida— no dijo nada, a los segundos me dirigí al hombre que estaba rojo de rabia. —Puedo apostar que JiMin es más hombre que usted si es eso lo que le preocupa—si no fuera su padre ya lo habría golpeado. —Me da asco, me dan asco ambos y espero que nunca volvamos a verlos— volví a tomar su mano para salir del lugar.
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𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦 𝐾𝑖𝑛𝑘~𝑌𝑜𝑜𝑛𝑚𝑖𝑛 | ADAPTACION
Fanfiction𝑀𝑖𝑛 𝑌𝑜𝑜𝑛𝑔𝑖 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒 𝑝𝑙𝑎𝑛 𝑐𝑜𝑛 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑡𝑜 𝑎𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜 -𝑂𝑏𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑟 -𝐻𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟 -𝑇𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑥𝑜 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑃𝑎𝑟𝑘 𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛 𝑟𝑒𝑠𝑢𝑙𝑡𝑎 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑒𝑛𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒...