๑WARLOCK | SeongSang

✨Finally ✨

ー¿Cuanto más tengo que esperar por San? --. Preguntó un triste Wooyoung con sus manitas en su pancita. --.  Si no vuelve mis padres cortaran mi cabeza.

Yunho entró a la habitación luego de ir al baño a lavarse la cara. Cuando estaba dispuesto a tirarse en la cama para seguir olfateando el aroma artificial a vainilla de Jongho y de ese modo dormir, se encontró con un pequeño bebé profundamente dormido con su chupón de ardilla en su boca. Se acercó al bebé, sintiendo su aroma a manzanas que le pertenecía a Yeosang. Confundido salió de la habitación para buscar a sus compañeros y contarles lo que ocurría, encontrando a Wooyoung con una escoba en la mano persiguiendo algo y un Mingi sobre el sofá gritando como loco.

ー¿Y ahora que? --. Preguntó algo enfadado, alejando a SagWa de sus otros dos tíos.

ー¡Ratas! --. Mingi señaló a los roedores que corrían de un lado a otro esquivando la escoba.

ー¡En la habitación está Eikel!

Y nuevamente el silencio reino en la casa de su suegra, donde sus raros acompañantes lo miraron con asombro para luego correr a la habitación olvidándose de los hámsters para comprobar que Eikel en verdad estaba allí como si nada y efectivamente, el bebé dormía sobre la cama.

ー¿Como es que llegó aquí? --. Wooyoung se acercó al bebé tocando su mejilla.

ーWooyo...

Wooyoung se dió vuelta de inmediato cuando escuchó la voz de su novio, lo mismo hicieron los otros dos. Envueltos en lágrimas fueron abrazados por sus parejas, quienes después de varias noches lejos del calorcito volvían a casa para seguir sintiéndolo. Sin dudar en unir también sus labios o lanzarse encima con la emoción de tenerlos en sus brazos nuevamente. Porque ya era momento de que difinitivamente fueran felices.

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No era mentira que ellos se encargaron de secuestrar a más de un solo bebé para venderlos a otras sectas de brujas para que consumieran sus vidas o llevarlos al templo para ser sacrificados. Lo que tampoco era mentira era la carga que caía sobre ellos después, aunque tratarán de ignorar el dolor que les causaba. Ellos no podían tener compasión por ninguna criatura, eran brujos, brujos malos que siempre se encargaban de hacer maldades a personas inocentes, así les enseñaron, con eso aprendieron a vivir. Cansados de los fuertes castigos que deterioraban su salud mental y física, hartos de todo, planearon varias veces escapar sin éxito alguno, hasta que a sus vidas llegó aquel bebé que les dió la fuerza para tomar una gran decisión.

Se alejaron de aquel lugar que se decía llamar su hogar, donde crecieron con todo tipo de pecados, un lugar asqueroso para unos niños. Durante su infancia y adolescencia escucharon decir a la mujer que llamaban madre que una vida fuera de aquel templo sería infeliz porque nadie los amaría y por un tiempo llegaron a creerlo ¿Quien amaría a personas tan malas como ellos con un pasado manchando? Pero ella estaba equivocada. Con los problemas, con los límites que se presentaron en sus caminos, lo que siempre desearon de niños se estaba realizando. Conocieron el calor de una familia y encontraron el amor, porque estaban teniendo una segunda oportunidad que valoraban.

ーHola Yeoshine, linda marca.

Abrió sus ojos y sonrió, recibiendo pequeños besitos en su frente por su ahora esposo. Había pasado semanas desde que sus hermanos y él se unieron a sus respectivas parejas, se enteró que pronto sería tío por parte de San y que HongJoong ahora vivía en su propia casa, además que Jongho estaba de vacaciones con Yunho a una isla lejos del país. Pero Yeosang no había hecho mucho, recientemente recibía su marca y ahora descansaba sin ropa en la enorme cama que compartía con SeongHwa.