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- ¡HOLA SEÑOR BOB, HOLA SEÑORA BYERS! - dijo Roma entrando a la tienda en la que trabajaba Joyce.
- Hola, niña - dijo Bobo caminando a la salida - adiós, niña.
Roma se despidió alegremente con su mano, luego giró su minada y miro a la señora Byers frente suyo.
- Buenas tardes, señora Byers, tiene una canasta o algo para poner los dulces - dijo amablemente la rubia.
- Claro cariño, ¿las calabazas aquellas te sirven? - Ro, miro hacia el lugar señalado por Joyce y sonrío.
- Es perfecta - dijo agarrando una y yendo a pagar a la caja - aquí tienes señora Byers.
- Gracias cariño, aquí tu vuelto - le entrego el dinero restante - qué tangas un feliz Halloween - dijo amablemente Joyce.
- Igualmente - dijo abriendo la puerta de salida - saludos a Will
Y se fue, dejando a Joyce con una enorme sonrisa.
<<esa niña siempre tan amable>>
(...)
Ro se encontraba dándole los últimos retoques a su disfraz. Su piel pálida por la pintura blanca, delineado negro, ojos rojos por las lentillas, una larga túnica negra y roja, un gran collar antiguo, unos colmillos adornaba su linda y agradable sonrisa. Roma Cambell era una vampira, una elegante y hermosa vampira.
La rubia bajó por las escaleras junto con su calabaza para juntar caramelos.
- ¡Mamá me voy! - grito Ro abriendo la puerta principal.
- ¡Espera! - grito Cinnia bajando las escaleras con una cámara el mano - una foto, no todos los días vez a tu hija disfrazase
- obvio que no mamá, para eso son las fechas - dijo sonriendo para la foto.
- Adiós, mi niña, diviértete con tu amiga.
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