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- ¡MIERDA! - grito la rubia bajando las escaleras de su casa con rapidez - ¡Maldita mierda asquerosa!
Corrió hacia la cocina y abrió con rapidez uno de los cajones del mostrador de la cocina, logrando ver cuchillos. Tomo una cuchilla en su mano y cerro con brusquedad en cajón.
Salió casi corriendo de la cocina para subir a la planta de arriba, llego la puerta de la habitación de su hermanita a la cual se escuchaban los grito y sollozos de la niña. La fuerte voz de su padre regañándola y golpeándola se escuchaban.
- ¡Roma! ¡Roma deja eso! - grito su madre llegando a ella con rapidez intentando sacarle el cuchillo.
- ¡Quítate! - grito ella empujando a su madre y golpeando la puerta - ¡Abre la maldita puerta, maldita mierda asquerosa! ¡Abre hijo de puta!
El llanto de su hermana se escuchaba por toda la casa.
- ¡Llama a la maldita Policía! - grito la rubia a su madre que la miro asustada al verla apuntado con el cuchillo - ¡matara a tu hija, perra! ¡Llama a la Policía!
Su madre bajó corriendo las escaleras yendo hacia el teléfono de la sala.
La rubia giró bruscamente al ver a su padre abrir la puerta de golpe.
Él iba a pasar de ella, pero se detuvo al ver a su hija con un cuchillo en su mano, apuntándolo.
Camino unos pasos atrás al verla acercarse a él.
- ¡¿Cómo te atreves a tocarla, hijo de puta?! - grito furiosa la rubia, desvío varias veces su mirada hacia un lado, en busca de su hermana, que se encontraba tirada en el suelo llorando - ¡Cómo puedes pegarle así! ¡Es solo una niña! ¡Te dije que no la tocaras y lo hiciste!
- No eres nadie a quien le tengo que hacer caso - dijo serio mirando a su hija - tú me obedeces, no yo a ti.
- No... - dijo con los ojos inundados en lágrimas, pero con la cara seria - ya no más, y te lo aclaré varias veces. Me cansé de ser tu perra, ahora tú serás mi perro, me obedecerás como se debe
Limpio sus lágrimas y se acercó más a su padre.
- Sé donde lastimarte para matarte, recuerda que estudiaré para enfermera, he visto muchas cosas - dijo apuntándolo con el cuchillo - te mataré si la vuelves a toca. Te mataré con mis propias manos, te mataré
