Las crónicas de Omega II. El Éxodo.

Capítulo 5: El reencuentro.

Bajamos de los helicópteros. Nadie de Omega parecía reconocerme por mi cabello corto y mi barba rasurada. 

-Gracias por salvarnos. 

-No es nada. 

-En verdad, si no fuera por ustedes, nuestra aldea se hubiera reducido a cenizas. 

-Fue un gusto ayudarlos. 

-Héctor, mira,-señaló Marcos-allá está Dulce tu prima, ¿Qué tal si en ves de presentarte la abrazas? Jaja de seguro se enoja o se mete un buen susto. 

-Jaja, okey...lo haré. 

Marcos y Héctor se acercaron a los soldados que estábamos ahí. 

-¡Marcos! 

-¡David, amigos! 

-¿Qué te pasó? 

-¿Estás bien?

-Sí, es una larga historia. 

Héctor caminó entre los demás para hablar con su prima Dulce. A medida que se acercaba a ella, las voces se fueron convirtiendo en silencio. Todos se quedaron mirando hasta que llegó con ella y la abrazó. 

-... 

-¿Okey?-preguntó Yonatan desconcertado. 

-¡Quítate!-gritó Dulce incomoda y apartándolo-¿Quién rayos eres? 

-Pero es que... 

-Si andas necesitado no tienes que andarte desquitando con cualquier mujer que veas. 

Algunos queríamos reírnos por la situación y los comentarios de Dulce, pero preferimos aguantar. 

-No, no es eso, es que... 

-Estas enfermo amigo-lo interrumpió Dulce nuevamente.

-No, no estoy... 

-Tienes un serio problema-interrumpió Dulce por tercera vez-un serio problema. 

-Jajajajajaja-Marcos quien era el único que sabía lo que pasaba, rio a carcajadas. 

-Deberías ir a... 

-¡Dulce!-Ahora Héctor la había interrumpido y tomándola de los hombros, soltó una lagrima. 

-¿Có...como sabes mi nombre?

-Hace más de seis años la patrulla espacial me eligió como prisionero, mientras yo me alejaba en la nave viendo por la ventana a ti, a Fernanda y a Christian. 

-... -Dulce, soy yo, Héctor. 

Hubo un silencio total por dos segundos. 

-¿Héctor?-la voz de Dulce se quebró.

-Soy Héctor, soy tu primo, Dulce. 

Ambos se abrazaron. 

-¡Héctor!-ambos lloraron. 

-¿Es Héctor?-comenzó a circular la pregunta entre los soldados de Rockaria.

-Creo que sí. 

-¡Héctor!-finalmente los demás lo saludaron. 

-Víctor, Román, José Carlos, Yonatan, Tadeo, Gregory, wow están todos-dijo Héctor sorprendido. 

-Te extrañamos amigo-sus demás viejos amigos lo abrazaron. 

-Ya vi por que te reías-dijo Gregory a su hermano. 

-JAJA, fue tan gracioso...-apartándose hacia sus amigos, Marcos se disculpó-...Disculpen, Víctor, Yonatan, José Carlos, Obed; perdónenme, no debí alejarme, perdónenme...fui egoísta.