Hard feelings «Karchez» [ACTUALIZANDO]

twelve; Cena

CAPÍTULO DOCE ⌗ Hicimos las pases, pero a costo de que?

Karchez pov's

Hoy no era un día cualquiera, y no por que a ibai se le ocurrió la maravillosa idea de hacer una gala, o más bien dicho. Cena familiar entre streamer's para celebrar la llegada de los dos mexicanos a la casa koi.

Estaba nervioso, lo admito.

No solo por que no pude dormir las noches anteriores al darle tantas vueltas a mi cabeza sobre lo que pasó con Jane. Y es que tal vez para ella no fue nada, ni significó lo que para mí fue la mitad.

Me estaba olvidando que todo esto era una farsa y que yo al principio no me acerqué an ella por qué me agradó o por qué quisiese. Me había olvidado de todo ello esa noche. Y me había dado cuenta que cuando estábamos yo y ella solos, podía ser yo.

Sin fingir, sin ataduras.

Al punto de pensar que estoy loco, o que estoy flipando. En la manera la que me trae loco, que me preocupo mucho por cómo luzco cuando está ella cerca, o que no se me salga decir una gilipollez frente suya y parecer un tonto. No poder despegar mi mirada de ella si quiera un segundo.

Pero estaba confundido. Solo era eso. Nada más.

Ahora yo me proponía dentro de mi cabeza esto; yo mismo aposté no caer por ella.

Pero se que ese juego no me va a salir muy bien que digamos, por lo menos no con ella. Ella era diferente.

— Carlos. — La voz exaltada de Alejandro me sacó dentro de mis pensamientos, gire mi rostro hacia él y noté como abría la puerta de el auto, fruncí el ceño y me di cuenta que el coche ya no avanzaba. — Llegamos, bajas?

Asentí desconcertado.

Bajamos del coche a la par y me acomodaba por segunda vez en el camino las mangas de la camiseta, por el reflejo de la ventanilla mire mi aspecto y debo decir que creo que me pasé.

Tal vez todos venían casual y yo era el único pringado con traje. Que tampoco estábamos en los Oscar's.

— Es la cuarta vez que arreglas tu cabello y miras la bandeja de tus mensajes en tu celular. Cómo se llama la nueva chica? — Alex pregunta con diversión, le miró asustado ya parados frente a la puerta donde detrás de ella se podía escuchar perfectamente el bullicio de la gente.

— Que dices tío, no hay ninguna chica. Es solo que quiero lucir bien esta noche. — Puse de pretexto.

Alex sonrió cómplice, sabía que no me había creído nada. Me apresuré a tocar el timbre para hacer este tiempo de espera más corta y este no me llenara de preguntas.