Narrador Omnisciente:
Todos en el reino están más que ansiosos. La reina ha querido organizar un baile porque estos días se ha sentido feliz, siente que encontró un nuevo comienzo luego del fallecimiento del rey, que los paseos y las aventuras que ha realizado le han servido para agradecer todas las maravillas que le dejó su marido que en paz descanse. El rey Jeffrard fue la felicidad de la reina desde su casamiento. Las obras benéficas y las fiestas por su reino estaban a la orden del mes en todo el reino. Versovia era un punto de reunión preferido por muchos, la luz que irradia el lugar enamoró a muchos reinos vecinos pero mucho más a sus habitantes, todos aman a la familia real, son justos, honorables, honrados y aman a su pueblo, es un sentimiento mutuo.
Un día el rey Jeffrard enfermó gravemente y su muerte destrozó a la reina, entristeció a los amigos y a sus súbditos.
5 años más tarde es hora de celebrar la vida, la prosperidad y la unión.
Las princesas están ansiosas sintiendo cada una de las letras cuando hablan del vestido, las zapatillas, que el peinado… y la oportunidad de usar la tiara otra vez, están ilusionadísimas.
—Os imagináis, cuando digan: Princesa Charlotte Oriadna de Versovia. —Expresaba Lotty con toda la ilusión en los ojos, podría compararse su brillo con el de la luz de un lucero.
—Escuchen el mío: Recibimos a la Princesa Annette Esmeralda de Escocia. —La gran amiga de toda su infancia seguía el juego a Charlotte.
La puerta es golpeada suavemente por unas invitadas muy deseosas por sus hermanas menores. Las damas de compañía no tardan en abrir las puertas de la sala del té, para que Catherine y Annelisse hagan su entrada en la sala con las jóvenes doncellas.
—¿Qué celebran con tanto afán pequeñas doncellas? —Pregunta Annelisse a las más jóvenes, a la vez con un asentimiento de cabeza agradeciendo a las damas.
Catherine se posiciona en uno de los sillones rojos con detalles dorados en la tela y bordes a juego de color oro. cual trono de una reina. Charlotte es toda una pequeña reina.
Con mucha gracia Catherine se deja caer en este como si de una hoja de otoño se tratase.
—Será la primera vez que mencionen formalmente como princesa de Versovia a Lotty. —Comunica con voz importante la joven Annette a su hermana haciendo énfasis en la pronunciación de <<Versovia>>.
—¡Muchas felicidades, Charlotte! —Exclama emocionada Annelisse. Echa una mirada a Catherine esperando por su reacción, pero está se limita sonreír enternecida ante la emoción que muestran las más jóvenes. —¿Recuerdas cuando nos mencionaron en la entrada del baile de invierno?, ese año Escocia fue el anfitrión y Catherine estaba deslumbrante. —refiere su recuerdo a Catherine pensando entusiasmada en esa noche.
—Hace su entrada, La princesa Catherine Denisse Margarita de Versovia. —grita por lo bajo su amiga Annelisse.
—Claro que recuerdo, destacada Princesa Annelisse Rubí Gaia de Escocia. —se levanta Catherine, sacudiendo su vestido con ambas manos para hacerle una reverencia a su amiga de todos los tiempos.
Las chicas ríen ruidosamente ante la cómica acción de sus hermanas mayores, les hace gracia que se pongan divertidas de momento. La puerta se abre por lo que Catherine y Annelisse se vuelven hacia la entrada abandonando cualquier acción o conversación inapropiada, indicando con la mirada a sus hermanas menores que se pongan atentas.
Es la institutriz Sophia Farell, se encarga de la etiqueta y las informaciones importantes sobre el comportamiento de una dama del castillo en cada uno de los casos.
—Dejad el ruido princesas, ya es momento de que se vayan a preparar a con sus damas para la fiesta. La reina por fin ya se siente plena y contenta, no se puede hacer el acontecimiento menos, es una gran noticia, ¡alegraos por la reina Elizabeth!.—Su voz suena satisfecha desesperada y su tono es hermosamente molesto.
Las princesas se van por caminos distintos pero Catherine es interrumpida de su retorno con su mejor amiga.
—A-A-A, Margarita, tú todavía no—la detiene Sophia.
Esta obedece y abandona sus pasos. La acompañante le da una mirada comprensiva y se pierde en una esquina.
—Tu madre quiere verte antes del baile, está con la reina en sus aposentos. —le informa la institutriz.
—Bien. Muchas gracias señorita Farell. —le reverencia un poco y se va por lada contrario al rumbo inicial.
Camina doblando por el pasillo al salón principal bajando las escaleras para recorrer un poco algunos floreros nuevos y toma las escaleras hacia arriba para el ala de las habitaciones reales, donde está la de su tía la reina y la que fue del rey Jeffrard; también en esa misma parte del palacio se encuentra la habitación de la Duquesa Margaret y su esposo el Duque Andrew de Marion.
La princesa da golpecitos suaves en la caoba que separa el pasillo de la inmensa habitación real y su llamado es atendido al minuto. Catherine se siente como en el Pasado. Nadie celebraba fiestas en el palacio, por lo menos no una de esta magnitud, el Rey era tan detallista que la gala de esta noche es lo más parecido a lo que alguna fue una fiesta normal en el palacio Versoviano.
—Hija mía hasta que llegas, creí que esperarías al último minuto para vernos —La voz de la Duquesa se oye detrás de la mujer bien vestida que le ha recibido— Solo mira que desorden.
Catherine logra llegar hasta su alegre madre para asistirle un poco. Está algo atrapada en la cretona y el corsé mientras que unas damas le pasan por encima capas de telas para darle volumen al vestuario.
—Madre estás esplendida, valdrá la pena toda este desorden. —Su hija la calma ya que se le ve algo nerviosa.
Cuando la mujer está completamente vestida se acerca a su hija tomándola de las manos.
—Deberías estar vestida, Catherine Denisse Margarita. —Le reprocha.
Su hija rueda los ojos disimuladamente para escuchar a su madre.
—Esta fiesta deberás me da esperanzas. —Expresa. —Elizabeth está feliz, y ahora yo también veo un poco de luz. Creo que ya por fin aprendió a vivir con el recuerdo, puede que sea difícil pero el dolor se convierte en paz. Quiero verte reír mi niña sé que todavía es difícil para ti, que has superado mucho de lo que alguna vez te atormentó, pero ahora necesito que seas feliz. —Se pone hablar algo melancólica sobre la madurez de su hija, frotando suavemente sus finos pulgares con las manos de su hija. —Eres el ser más fuerte que he conocido, eres alguien muy madura y tienes sabiduría, eres decidida, te sabes hacer escuchar, te haces respetar y a pesar de la imagen indefensa, dentro de ti se esconde alguien que el mundo no conoce, ni siquiera yo que soy tu madre. —Posa una mano en su mejilla —tu padre estaría más que orgulloso. —la besa en la mejilla.
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Detrás del Espejo.©
Ficción históricaLa monarquía inglesa está en sus mejores momentos, una fiesta común y corriente se convierte en la pesadilla de todo el Reino, pero más para Catherine. Todos bailan, brindan y festejan teniendo una fiesta memorable, pero lo que nadie sabe es que ese...