Pétalos suaves, fuerte raíz.

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Thomas:

Tan frágil, tan dolida, enojada, frenada por grandes muros, sé lo que te atormenta.

Esto no debió pasar y no podemos hacer nada, quieres descubrir el responsable, pero parece tan distante e invisible que lo único salvo para ti es el abstracto sentimiento de la frustración y la suave base de tristeza que te cubre y se exhibe ante los que te admiramos.

Te rodeo con mis brazos, mis dedos tocan tu duro corsé y mi mentón se apoya del largo cabello que cae como escaleras por tu espalda, siento que lloras suavemente como si le dieras letras a la dulce melodía que se siente triste que se interpreta con el sentir. Un príncipe en mi posición no debiera mostrarse tan cercano a una dama sin tener alguna relación que los enlace, pero los recuerdos de la infancia, los momentos en que fuimos tu y yo contra la sociedad son los que me obligan a darte este abrazo protector. Yo estoy aquí ahora, yo tengo miedo, yo siento dolor, yo me siento perdido, yo estoy decidido a cumplir tus deseos porque son los mismo que tiene el reino.

No me iré princesa, deja de hacerte daño que ahora somos frágiles como valija de porcelana cuidado y no te rompas sola que es momento de ser vista.

Ha pasado una semana desde que decidimos congelar el tiempo, pero hemos recibido un aviso que atormenta a tu hogar, que dificulta la vida de tu pueblo, que no hace feliz a Marion. Se respetó nuestro duelo, pero ya es momento de dejar la oscuridad.

Ahora nos encontramos mucho mejor, todos estamos volviendo a desempeñar nuestros papeles, el lugar vuelve a circular ya que se ha convocado a el consejo real para enfrentarnos a nuestro primer problema, para enfrentarme a mi primera problemática como futuro gobernante, aunque esto es un reino democrático soberano en el cual no se hace lo que diga el rey o lo que diga el príncipe heredero sino lo que digan sus Ministros en conjunto con la decisión definitiva.

Cruzo las grandes puertas para tener una amplia sesión que llevará más de una hora me da curiosidad saber porqué tan rápido sucede algo en el reino. Hay que estar atentos pueden tentar a nuestra familia, no todo el mundo es de fiar debo pensar y decidir inteligentemente, cualquier cosa podría servir para hacer justicia.

El consejo está compuesto por Edward, Duque de Villa Versovia gobierna el punto de reunión principal del reino, se encarga de hacer llegar y dirigir asuntos importantes de los que residen cerca del castillo, es ahora mismo el único Duque que pudo estar presente debido a la rápida convocatoria y también recibió el mensaje haciéndolo llegar hasta mí es un gran amigo mío, luego están los ministros: Comercio que es dirigido por Damián, protección social dirigido por Miranda esta se encarga de brindar un escudo a los habitantes y que las situaciones no perjudiquen a nuestro pueblo, un trabajo de suma importancia según nuestras leyes. Le sigue Catherine que se encarga de las finanzas de todo nuestro territorio y evita el impacto económico perjudicial para la vida en nuestro reino, además de Harry que recientemente se unió con el puesto en Ministro de cultura y relaciones exteriores.

El consejo poco a poco estaba siendo renovado para mí coronación. Mi madre se iba a retirar, supongo que también lo anunciaría en el segundo brindis que nunca sucedió; por ahora el anuncio solo lo saben las figuras principales y yo, ninguno de los que estan aquí saben sobre esto.

Entro a la gran sala de reuniones con las puertas siendo abiertas por una seguridad muy reforzada, recibiendo mientras recorro el camino hasta mi asiento, muchas reverencias por parte de los presentes que son devueltas a medida que me acerco a mi asiento.

—Thomas, cuanto ansiaba verte, amigo—. La voz de Edward suena alegre a mi lado cuando me da una fuerte palmada en mi hombro más cercano.

Detrás del Espejo.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora