4

2.2K 302 183
                                    


Nanon.

Aún estoy asustado, cuando esos hombres se han ido y por fin hemos podido entrar en casa.

Ohm le ha puesto el seguro a nuestra habitación y se ha sentado frente a mí, en su cama.

Siempre me han aterrado las personas que frecuentan a papá, son Alfas extraños que pasan mucho tiempo en casa y solo yo tengo la orden de no salir de mi habitación.

—Oye —dice Ohm soltando un suspiro— ¿estás bien? ¿te hizo daño?

Me quedo quieto, porque empieza a olerme en la zona donde me tocó.

—Estoy bien.

—L-Le diré a papá, recuerdo como eran —menciona aún revisándome.

Él está temblando.

Suele ser muy valiente siempre, mucho más que yo, pero ahora está asustado también.

—No creo que le importe, Ohm.

—Bueno, papá da igual, de todos modos, yo puedo cuidarte solo.

—Soy muy grandes.

—Te lo prometo —dice agarrando mi rostro— no permitiré que te hagan daño, siempre me he encargado de eso, y puedo seguir haciéndolo, ¿está bien?

—Sí —respondo sonriendo un poco.

No tengo idea de qué sería de mí sin Ohm.

En todos los recuerdos de mi vida, está él, siempre a mi lado, siendo el mejor hermano que pude tener.

—¿Quieres dormir conmigo hoy? —me pregunta jugando con mis mejillas.

—Sí, por favor.

—Sé que te gusta, porque siempre tienes frío.

—Me gusta porque puedo tener tu olor en mí —suelto casi inconscientemente.

Llevo mis manos a mi boca, cerrando los ojos por la vergüenza.

Eso debe haber sonado muy raro.

No tengo ganas de mirarlo, pero siento sus manos, tratando de quitar las mías.

Quiero evitarlo, pero logra hacerme mirarlo a los ojos.

—Me gusta que te guste.

Ah.

Pensé que podía regañarme por eso.

—Creo que es porque te amo —le explico aun nervioso— tú eres mi lugar seguro, y suelo estar muy bien cuando te huelo, me hace sentir… protegido y amado.

—Es porque te amo.

Estoy asintiendo cuando veo su cara muy cerca a la mía.

Me confunde un poco, y mi sorpresa aumenta cuando siento sus labios chocando con los míos.

Es rápido.

Solo un toque muy pequeño.

Mi corazón parece estar a punto de explotar porque esto es lo que quería, pero siempre se sintió incorrecto.

Deseaba muy dentro de mí que Ohm sea quien me dé mi primer beso.

Le sonrío al notar que está preocupado, y eso parece relajarlo.

—Te amo de esa manera —susurra bajando la mirada— ahora sabes mi secreto.

Quiero responderle, pero escucho la puerta principal, y luego los pasos por la madera, hasta llegar a nuestro piso.

Así camina papá.

Ohm se levanta para quitar el seguro, cuando toca la puerta.

—Mordiste a mi amigo, hijo —le dice palmeando su rostro— estoy algo molesto, pero voy a felicitarte, porque fue una gran herida, y es justo lo que tienes que aprender.

—Papá, ese hombre…

—Ese hombre compró a Nanon —agrega interrumpiéndolo y me agarra para jalarme hacia afuera— mírate, hijito, siempre creí que no servías para nada, pero por fin tengo una recompensa por todo lo que invertí creyendo que serías un Alfa.

Empiezo a respirar con dificultad.

—Papi, no, no quiero —le pido tratando de soltarme de su mano, ya con desesperación— ese hombre me da miedo.

—Papá —dice Ohm— él de verdad quiso hacerle daño.

—Sin llorar —responde mirándome a mí— no me sirves, pero le sirves a mi amigo, así que vas a obedecerme, y mi consejo es que no grites ni te quejes o te irá peor cuando estés con él.

Fall [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora