o/8. Estas flores que las ruinas regurgitan

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Un día me hallarás en este olvido

como ruina perdida en los veranos,

mi rostro de piedra, con mis manos

enraizadas a un túnel sin sentido.


Quizá preguntarás por lo que he sido,

la casual ocurrencia de lejanos

días te traerá, pero en los llanos,

al que te amó no habrás reconocido.


«Se me hace familiar, ya lo he visto»

te dirá el dejavú como de juego

sin estar muy segura de quién era.


Verás un templo levantado al fuego,

muerto, abierto de brazos como Cristo,

de aquel que te esperó en su muerte entera.

Las flores que las ruinas han regurgitadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora