Einar no era alguien que sabía conversar. No le gustaba convivir íntimamente o pasar el rato en lugares públicos. Eso provocó que su única relación cercana era únicamente con su hijo.
Y no le importaba, la gente podía llegar a ser una mierda.Cuando la sorpresa se disipó de su mente, llegó la incredulidad.
¿Ella en serio quería eso? ¿Salir con un omega como él? Es decir, nunca había tenido una cita, ni siquiera con Hendrick...Quizá estaba mal. Podría darse a ideas equivocadas. ¿Y si solo se estaba burlando de él? Ella podría no ir y él se quedaría ahí como un omega degenerado que esperaba salir con una alfa demaciado joven y atractiva para estar a su disposición
Pero sólo era una salida inocente, se dijo a sí mismo. ¡Ni siquiera debería llamarlo cita! Solo iba porque la alfa seguiría insistiendo si no lo hacía. Además, ella mencionó algo sobre cerveza artesanal, y él jamás la ha probado. Quizá no tenía un sabor tan asqueroso como la cerveza normal. Tampoco la pizza sonaba mal... A él le gustaba la de queso con aceitunas negras de Julius Pizzas, sería bueno ir ahí con Rain.
No era nada del otro mundo. No debía darle demaciada importancia, era como salir con su hijo ¿no?
En cuanto llegó a casa comenzó a buscar lo que iba a ponerse. Rain dijo que fuera cómodo. Esperaba que ella no pretendiera hacerlo bailar o algo así, porque no lo haría.
Después de quince minutos mirando sus tres opciones de vestuario tendidos en la cama, decidió que no debía esforzarse tanto. Jamás le importaba mucho lo que se ponía, y no era una salida especial, así que daba igual.
Se puso un suéter granate con unos agradables vaqueros negros. Arregló un poco su cabello y listo.
Preparó la cena para Criss, sacó la ropa de la secadora, organizó las compras en la nevera y siempre que podía se pasaba mirando en el espejo de la sala de estar, solo para asegurarse de que su cabello siga peinado y su atuendo impecable.
Eran las 6:56pm y tardaba cinco minutos hacia la floristería. Salió de casa cuando el sol estaba inflado y naranja sobre los edificios a lo lejos. Se limpió el sudor de las manos cuando dió vuelta a la esquina.
Quizá no esté ahí. Ella no fue. Probablemente estaba bromeando conmigo y yo, tontamente, estoy cayendo en la trampa de una niñita alfa... Quizá...
-¡Señor Barber! -Rain estaba frente a la floristería, sentada en su motocicleta. Einar trató de recordar el cómo respirar normalmente -Se ve perfecto, señor. Ese color le queda.
-Tú... También -Murmuró.
Por suerte, él había adquirido Omegalida, que era el supresor más fuerte que encontró en la farmacia; estaba muy consiente de la manera en que la presencia de Rain lo afectaba, y no quería correr riesgos esa noche. Por lo menos la comezón en su nuca se había detenedio.
-¿Cree que me veo bien? -Rain levantó los brazos y dio media vuelta con una sonrisa. Tenía la misma sudadera negra, pero diferentes jeans. Su cabello estaba sujeto en una coleta desordenada. Einar frunció el ceño cuando se percató de que no podía ver la constelación de pecas en el rostro de la alfa. ¿Por qué usaba maquillaje?
-Luces igual que ayer... -Dijo, apartando la mirada.
Ella rió fuertemente, negando con la cabeza. Él se sonrojó vergonzosamente. Jamás supo dar cumplidos. Debió decir que se veía linda, no que lucia igual que ayer. Pero ayer también se veía muy bien. Tenía sentido...
-¿Nos vamos, señor Barber? -Rain encendió el motor de la motocicleta. Él arrugó el gesto con incredulidad.
-¿Planeas que me suba a eso?
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Crisantemo.
WerewolfEinar es un omega, papá soltero y dueño de una floristería. Su vida es solitaria pero tranquila. Creyó que ya jamás tendría otra oportunidad en el amor después de que el padre de su hijo lo abandonara. Pero su vida sufre un caos total cuando conoce...