8. En casa.

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Podía ver sus rostros decepcionados, como sí yo fuera lo peor que les hubiera pasado, todos con una expresión de odio... ya no tenía nada.

Mi padre solo se limitaba a soltar suspiros largos y pesados, hacía sonidos como si pensará en que hacer conmigo. Mientras tanto yo, me encontraba en una discusión conmigo mismo, pensando en que hacer, sintiéndome lo peor del mundo mientras me refugiaba en mis lágrimas que no paraban de salir. Me quería armar de valor y mirarle para pedirle perdón, mi padre no merecía un hijo como yo. Merecía algo mejor.

A su lado se encontraba mi madre, sonriendo de una manera que simplemente me hacia sentir peor de lo que ya me encontraba, como sí ella deseara que me encontrara de tal modo, hundiéndome en mis lagrimas y buscando las palabras correctas para explicarle, pedirle perdón del porque tuvo un hijo tan mierda como yo. 

Kim Hongjoong no debería existir, yo no debería existir. 

Y fue cuando lo vi, corriendo hasta donde yo estaba, con su rostro de preocupación y sus brazos bien abiertos para atraparme en un fuerte y cálido abrazo en cuanto estuviera a mi lado.  Mingi estaba para mí, Mingi estaba siendo esa fuerza que tanto necesitaba en ese momento. Cuando me abrazo ya estando a mi lado me permití romperme por completo, llorando a mares y balbuceando cosas que más seguro el no podía entenderme, pero el no se alejaba de mi... me abrazaba con fuerza y solo se separo lo necesario para comenzar a dejarme varios besos sobre mi rostro, como si con eso quisiera limpiar todas mis lagrimas y devolverlas a su lugar. 

Mingi, Mingi, Mingi. 

Salté en mi propio lugar, notando que me había quedado dormido durante mi vuelo, la señora que iba a mi lado solo se me quedo mirando de una manera tan rara que solo pude soltar una pequeña risita nerviosa mientras me acomodaba un poco. El avión estaba por aterrizar y yo había tenido un sueño extremadamente raro con mi familia, porque a Mingi ya lo consideraba mi familia, mi hogar.

A nadie le había mantenido informado respecto a mi regreso, sería una sorpresa para cuando me vieran. Había calculado de la mejor manera mis horarios para  que les sorprendiera, pues en cuanto el avión aterrizara, yo tenía el suficiente tiempo para ir al departamento en donde me iba a quedar, descansar un poco y para después ir a un restaurante en donde al fin me encontraría con ellos y les haría saber de mi llegada. 

Con lo que no contaba es que al salir del aeropuerto me encontraría con Seonghwa, con la persona que menos quería ver justo al llegar, al inicio quise fingir ser un turista y hacerme el perdido para pasarme de largo y fingir que no estaba ahí. Pero como hablamos de Park... no iba a poder. Pero bueno, nosotros contamos con la poderosa ayuda del mismo ángel, Kang Yeosang, estaban juntos con su pequeño Woo y eso solo me hizo sonreír al verles tan felices como la familia que son. 

Salí del aeropuerto sin problema alguno, me alegraba ver a Seonghwa siendo feliz con su familia, aunque se me hizo difícil irme de manera rápida del lugar, termine entrando a una cafetería cercana sin percatarme que alguien me iba siguiendo. 

Me encontraba en una mesa cercana a la entrada bebiendo de mi café, tenía demasiado tiempo para reencontrarme con mi familia, mis amigos. Así perdido en mis pensamientos hasta que sentí que algo había chocado con mi pierna, giré un poco y me encontré con un carrito para bebés y dentro estaba un bebé en especifico, Wooyoung, sonreí un poco cargando al pequeño para poder buscar con la mirada al padre, a los padre, del menor que estaban ahí mirándome con una sonrisa de la misma forma. 

—¡Hong!— llamaba Yeosang casi corriendo a mi dirección, yo solo me limite a dejar al pequeño de nuevo en su carrito para ponerles total atención a los contrarios.

—¡Volviste a casa! 

Me abrazó como si no hubiera sido el amante de su novio, besó mis mejillas como si no rompiera el mil pedazos mi corazón. 


...


La tarde había llegado y era hora de encontrarme con el resto, a lo que me contaba Jongho sabía que cada tarde se encontraban en el restaurante cercano a su universidad para esperar a que les llamará y les diera noticias sobre mí, las 18:00 en punto dieron y decidí tomar mi celular para hacer la video llamada como acostumbraba. 

—¿Hongjoong? ¿Dónde andas?— fue lo primero que pregunto Jongho, era verdad, no estaba en el departamento que ellos conocían a la perfección. 

—¡Bu!

Llegue detrás de ellos, soltando una risita al ver como todos saltaban y me miraban sin poder que era yo de verdad, como si de verdad fuera un fantasma que se les acababa de aparecer y se llevaría sus almas. Solté una risita mientras abría mis brazos para esperar a que se lanzaran a mis brazos y comenzaran a reclamar mientras me abrazaban. Y así fue, las lagrimas no se hicieron esperar cuando ya me estaban abrazando diciéndome lo mucho que me habían extrañado y reclamándome el porque no les había dicho nada sobre mi llegada. 

Sí, estaba en casa. Con mi familia. 










♯໓ⅈჯჯⅈ𝑒.

No lo saben, pero "el amor de tu vida" esta inspirada en 

una historia que tiene que ver conmigo ea.

 





El amor de tu vida [Kim Hongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora