El amor de tu vida [Kim Hongjoong]

10. No era nada. (Fin)

No diría que fue por culpa de San, no, el solo era un niño que... seguía los juegos de otro. 

Después de ese día, Mingi y yo nos vimos obligados a tener encuentros con Seonghwa y Yeosang, y todo para que nuestros pequeños pudieran jugar y divertirse como los niños que son. Algo que sí fue sorprendente fue la amistad que habían formado entre ambos pues gran berrinche terminaban haciendo cuando no podíamos juntarles o cuando llegábamos a negarles las salidas, lo peor era la hora en la que deberían despedirse. 

Nos percatamos que sus cumpleaños casi quedaban juntos, a una semana de diferencia, pero... no sé que hicieron esos mocosos, que lograron que celebráramos el mismo día su cumpleaños y, por ende, nos veíamos obligados a realizar algo grande. El pago que obtenía era ver a mi pequeño sumamente feliz por estar junto a Wooyoung. No lo dudaba, pero esos niños iban a terminar juntos en el futuro y no precisamente como amigos. 

No me molestaba la idea de que el "woosan" (nombre que compuso Mingi) estuvieran juntos como pareja, me enternecían. Solo me llegaba a molestar y me hacía querer mudarme al otro lado del mundo era cuando Mingi comenzaba a burlarse diciéndome que terminaría siendo familiar del quien alguna vez llegué a nombrar el amor de mi vida. Y San no ayudaba cuando me decía lo mismo asegurando que su futuro suegro pudo ser su papá, negándose a la idea de ser hermanastro de su Woonie. 

Nunca debí de decirles la historia completa a mis dos amores. Me arrepiento. 

Desde muy temprano nos toco reunirnos, San y Wooyoung no tenía algo que decir y habían organizado una comida en el patio de mi casa, ahora ambos tenían 20 años y la edad a mi ya me pesaba. Nuestra familia más cercana había asistido y yo ya me podía imaginar que es lo que nos querían decir, sintiéndome feliz por hacerle saber a San que no debería rendirse para poder enamorarse, debería luchar contra todo para ser feliz con la persona que creía. El amor de su vida. 

Me sentía un poco aturdido, Seonghwa y yo no pudimos estar juntos. Ahora presenciábamos el amor de nuestros hijos... floreciendo como si fuera el amor que nosotros no pudimos demostrarnos. Mi cabeza dolía. No podía odiarle, no podía reprochar nada, no debería sentir ya esas cosas. 

Seonghwa ya no era nada para mí. No era nada. 

Noté como llegaban los amigos de mi hijo, yo vi la oportunidad de salir en dirección a mi habitación, saliendo por el balcón y observar todo desde una perspectiva diferente. 

Ya hace tiempo que había dejado de fumar, pero la ocasión lo ameritaba. Encendí el cigarro y lo lleve a mis labios para darle una calada, perdiéndome en mis recuerdos, viendo a todas esas personas que fueron los mismos que estuvieron conmigo... cuando conocí a Seonghwa. 

Jongho, estaba abrazando a Yunho mientras observaba a su pequeña Shuhua bailar con el resto de sus amigos, sonriendo al verla tan feliz a lado de su novia. Ambos se habían casado ya años atrás y fue lo más bonito que pudo existir, la boda de sus sueños se habían hecho realidad, habían decidido solo tener una hija y seguir con su vida, dándole todo el amor a su pequeña. Una familia feliz. 

Yeosang, debería decir que era el único afortunado, se había llevado a Seonghwa a su lado. A pesar de que no tenían la mejor relación ambos se llevaban muy bien, procuraban que Wooyoung no viera las peleas que habían surgido, pero después de todo se amaban y de eso no había duda. Yeosang merecía que le amaran pues la vida que había llevado hasta ese momento, en donde conoció a Seonghwa, no fue la mejor que digamos. Me alegraba que al fin se le veía sonreír. Ese sueño que había tenido... era una parte de la historia de Yeosang. No vale contar lo que paso. 

Mingi, bailando entre los amigos de mi hijo, avergonzándolo un poco por hacer un nulo intento de sentirse joven. Ahí, amando a su familia, amándome y haciéndonos felices y estando para mi sin importa toda la mierda que hice en el pasado...

Por último, Seonghwa.

—Te ves bien— dijeron atrás de mi, haciendo que saltará del susto. Era SeongHwa. 

—Igual tú... ¿qué haces aquí?

—A pedirte perdón...— lo miré sin comprender y el solo suspiro par así poder seguir —Sé que no fui lo que quería, me acobarde y no luche por tu lindo amor. Te deje y me fui con Yeosang cuando, claramente, le pude explicar que no le amaba... que mi corazón te elegía. 

—Hwa... ya es un poco tarde. 

—Le conté todo y peleamos, Wooyoung apenas tenía seis meses. Me dejo junto a mi hijo— parecía que iba a llorar —, se fue de la noche a la mañana, juró que me iba a volver loco... no sabía nada de ti y mucho menos de Yeosang. Al final supe que estaban, ambos, bien. Pero ahora estabas con Mingi. 

—¿Puedes... puedes irte?

—Yeo volvió... ambos sabemos que su familia no era la mejor, me dio un poco de lastima y volví con él. Claro que las peleas siempre estaban presentes y todo porque seguía sin poderle tener el mismo cariño que te tengo a ti... porque aún te amo, Hongjoong. 

 —Lo siento Park, Mingi, San y yo somos muy felices juntos— aclaré antes de romperme y correr a sus brazos —. Es muy tarde para que vengas a decirme eso, eso pudo ser cuando me viste en el aeropuerto, no soy un villano y no quería quitarle el padre a Wooyoung. El que ahora amo es a Mingi y solo a el, también a San, pero no hay nadie más que pueda ocupar su ligar... tú ya no eres nada para mí. Nunca lo fuiste. 

Lo vi sonreír con tristeza, asintiendo y en cuando mis ojos conectaron con los suyos pude leer todo ese dolor. El dolor que nos toco pagar. 

—¿Vamos con los chicos? están por decirnos lo que querían. 

Asentí mientras suspiraba, dejando que me acompañara y llegara con el a un lado. Notando la mirada curiosa de Mingi. yo le reste importancia. 

—...¡Nos vamos a casar!— gritó mi hijo después de dar un pequeño discurso. Todos aplaudieron y les felicitaron. 

Yo comencé a llorar. 

Wooyoung y San nacieron para amarse, amarse hasta al final y darle vida al amor que no pudo surgir entre Seonghwa y yo. 

El amor de mi vida. 

♯໓ⅈჯჯⅈ𝑒.

¿segunda parte?