Capítulo 17

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Cuando Jungkook despertó levantó la vista, toda la casa estaba llena de humo, había un gran resplandor rojo en todo el pasillo de arriba, luego vio a su hermano bajar por las escaleras con un bidón de gasolina en la mano, mientras derramaba el líquido por las escaleras provocando que las llamas del fuego lo siguieran por detrás, luego, dejó el bidón reposado sobre el último escalón.

Al ver a su hermano, Jungkook intentó ponerse de pie pero el dolor no se lo permitió, ya no le quedaban fuerzas y el humo comenzó a afectar su respiración. Yoongi caminó hasta él, riendo mientras lo hacía.

-Jajajaja, mamá era una maldita perra! Una maldita perra mentirosa, nos hizo creer en los ángeles y en que podíamos ser salvados pero no son reales, no lo son Jungkook, ahora estás condenado igual que yo...jjajajaajajajaaajja

Yoongi pareció perderse en su propia locura, continuó riendo mientras caminaba y finalmente se dejó caer rendido sobre el pequeño sillón color beige de la sala. -Estoy condenado...jajjajjajaja

Jungkook al escucharlo, supo que su hermano se refería a Jimin, asique buscó fuerzas y finalmente logró ponerse de pie y se acercó hacia él, lo sujetó del cuello con sus manos y lo miró a los ojos. -Dónde está Jimin?! QUE LE HICISTE? DÓNDE ESTÁ? gritó Jungkook desesperado.

-No volverás a verlo, contestó Yoongi -Tal vez no era un ángel, pero no creo que vaya con nosotros al infierno...jajajjajajjajaja

Jungkook comenzó a golpear a Yoongi pero este solo reía después de cada golpe que recibía, pero aún así, su hermano no se detuvo, descargó toda su furia contra él, todo su cuerpo le dolía, ya casi no podía respirar y seguía perdiendo sangre a través de sus heridas pero nada le importaba, solo quería hacerlo pagar, quería gastar sus últimas fuerzas en hacerlo sufrir, quería poder vengarse antes de que todo terminara.

Estaba tan inmerso en su furia que olvidó el fuego alrededor de ellos, y entonces pensó que tal vez, Jimin seguía atrapado en la habitación. Dejó ir a su hermano e intentó subir por las escaleras pero el fuego se lo impidió, las llamas habían consumido los escalones y le era imposible subir. Corrió hasta el garage y tomó el extintor del auto para apagar el fuego pero fue inútil, los escalones del centro de la escalera colapsaron y todo se derrumbó, incluso el pasillo que daba hacia las habitaciones, ahora no había forma de que llegara hasta Jimin, no podía salvarlo, lo había perdido para siempre.


Jungkook se arrodilló frente a la escalera y comenzó a llorar y a gritar, estaba devastado, había perdido a su madre y a su hermano, y ahora a Jimin, ya no le quedaba nada, se arrojó sobre el suelo y cerró sus ojos, y allí esperó a que el fuego lo atrapara.


Escuchó la voz de alguien a lo lejos y una luz blanca cegó sus ojos, por un segundo creyó que había muerto pero luego, dos bomberos lo sujetaron de los brazos y lo sacaron fuera de la casa.

-No...NOOO, ESPEREN! JIMIN! JIMIN ESTA ARRIBA! POR FAVOR! SÁLVENLO! JIMIN! NOOOOOO! POR FAVOOOOOR! gritó Jungkook, intentando liberarse pero nadie le hacía caso, logró soltarse del agarre de uno de los bomberos y golpeó al otro en el rostro, luego intentó correr de vuelta dentro de la casa pero otros bomberos se lo impidieron y lo sujetaron fuerte contra el suelo, un enfermero se acercó a ellos y ordenó que lo subieran a una camilla, donde lo sujetaron de las muñecas para que no escapara. Jungkook luchó pero fue en vano, ya no tenía fuerzas, lo último que vio fue como su casa era consumida por las llamas mientras él se alejaba en la ambulancia...



-Que bonitas flores, espero que a él le gusten, dijo el guardia que custodiaba la puerta de la prisión, intentado burlarse de Jungkook, pero él no le hizo caso, siguió caminando a través de los pasillos hasta llegar a la sala común de las visitas, donde las familias podían reunirse con los presos, se acercó a una mesa vacía y se sentó allí a esperar. Luego de unos minutos, un guardia escoltó a Yoongi hasta la mesa donde se encontraba Jungkook y lo obligó a sentarse junto a él.

-Lindo traje, es para funerales? Esas flores son para mi? Sabes que me gustan más los fósforos, dijo Yoongi mientras le guiñaba el ojo a su hermano.

Jungkook observó las esposas en las muñecas de Yoongi, sus manos se veían maltratadas, al igual que las suyas, había golpeado tanto a su hermano el día que se incendió su casa que sus dedos aún no se recuperaban del dolor.

-No son para ti, son para mi ángel...para ti ya no tengo nada, respondió Jungkook observando las flores que había puesto sobre las mesa.

-Lamento lo de Jimin, no quería hacerle daño pero...

-PERO LO HICISTE! Lo dañaste, a él, a mi y a ti, respondió Jungkook y Yoongi se encongió sobre su silla.

-No sé por qué lo hice okay? Ya sabes que nunca estuve bien de la cabeza, y mamá y sus locuras celestiales no ayudaron, no fue mi culpa! exclamó Yoongi.

-Lo hiciste porque eres un maldito bastardo! Mamá no tiene la culpa de que seas un pirómano psicópata, sabías lo que hacías, y lo disfrutaste, respondió Jungkook.

-Y tú disfrutaste el encerrarme aquí, a tu propio hermano.

-Al menos no intenté apuñalarte, ni maté a tu prometido, ni encendí fuego tu casa contigo adentro...deberías agradecer que sigues con vida, la familia de tu exnovia quería verte muerto después del juicio, y también la de Jimin...Jamás te dejarán olvidar lo que hiciste, ni siquiera después de haber cumplido tu condena aquí, jamás te perdonaran...ni yo, ya no tienes a nadie, y nadie vendrá por ti, solo vine a despedirme, esta será la última vez que te veré y es una promesa...No tengo un último mensaje para ti, realmente ni siquiera debería estar aquí, pero...pensé que era necesario venir una última vez...También iré a despedirme de Jimin y de mamá, no tengo mucho tiempo asique ya me voy...Adiós Yoongi... dijo Jungkook, tomó las flores de la mesa y se levantó de su silla para retirarse.

-Jungkook! Jungkook espera! gritó Yoongi, pero él no se detuvo, siguió caminando y se alejó para siempre, sin oír las últimas palabras de su hermano mayor.

"Creí que me había encontrado, pero en realidad solo empezaba a perderme, su rostro era tan angelical que creí haber sido bendecido, creí que podía ser salvado, luego tú llegaste y era demasiado tarde para mi alma, no sé por qué lo hice, estaba tan dañado que no me importó hacerte daño, pero nuestro odio fue su condena y nos perdimos a nosotros mismos, ya había conocido varios demonios que me hicieron creer en el cielo pero el fue el único ángel que acepto mi infierno y luego ya no tuve la fuerza para devolverle sus alas, como un pájaro hermoso en una jaula atroz, cuando quise liberarlo ya era demasiado tarde, aquella jaula abarrotada lo había destruido y ahora lo sé, los ángeles no renacen...

y espero que tampoco los demonios".

Jamás te dije esto Jungkook, pero antes de partir no quiero dejar nada sin resolver, yo si tengo un último mensaje para ti, asique te diré algo que nunca dije pero tienes que saberlo, en verdad lo siento, por todo, saranghae...Adiós...

Yoongi dejó la carta para su hermano bajó su almohada, tomó las sábanas de su cama y las colgó de uno de los barrotes de su celda, la pasó alrededor de su cuello y cerró sus ojos antes de tirarse hacia adelante, acabando con el dolor, con su culpa y con su vida.


Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora