ONE SHOTS

Deseos.

by Romyna.Z. Este One Shots es dedicado al príncipe de la 🌎. Féliz 🎂🎉🍻 Mamoru.

Cada año, desde el inicio de Tokio de Crystal, en el mes de Agosto se llevaba a cabo una gran conferencia interplanetaria, en la que los soberanos de cada planeta de nuestro sistema solar se reunían a conversar los asuntos más relevantes de cada nación. Este año, el planeta sede de la gran conferencia, era la Tierra y el rey Endymion, autoridad máxima del consejo de soberanos, llevaba meses organizando el gran evento con el propósito de hacer de esta una conferencia inolvidable, no sólo una mera reunión política, ese nunca había sido el objetivo de estas jornadas, el objetivo real – y el que el rey trataba de recuperar – era el de crear una instancia para unificar a los distintos planetas, por lo que dentro de sus planes estaba organizar varias actividades de orden social, que incitaran a pasar un buen rato compartiendo con los representantes de cada pueblo.

Ya quedaban los últimos preparativos y tenía reuniones todos los días con los encargados de las distintas comisiones, para asegurarse de tener todo listo por lo menos una semana antes de la conferencia, y que todo resultara perfecto.

Se encontraba en una de esas reuniones con el organizador del gran baile de apertura del evento, cuando uno de los empleados del palacio llegó corriendo a la sala de reuniones, en busca del rey.

-Mi rey, lamento molestarlo" habló jadeando mientras hacía un reverencia.

-No hay problema Kenta, dime qué es lo que pasa.

-Es la reina, me pidió que lo viniera a buscar de forma urgente- el hombre seguía agitado y parecía estar muy preocupado.

-¿Dónde está?- el rey se contagió de la preocupación de su empleado al oír las palabras reina y urgente, y se levantó rápidamente de su asiento.

-En el salón real.

A penas Endymion escuchó el lugar en el que se encontraba su esposa, emprendió una carrera, cruzando en tiempo récord el gran palacio, hasta llegar al ala en el que se encontraba el salón real. Todo estaba en absoluto silencio, hecho extraño incluso para la zona más reservada del palacio. Se acercó algo sigiloso a la gran puerta y la empujó suavemente, abriéndola de par en par. Estaba oscuro, el salón real nunca estaba oscuro. Con cuidado y con todos sus sentidos al límite, caminó en la oscuridad hasta el centro del lugar.

-¿Serenity?- la llamó con voz firme -¿Estás ahí?

No recibió contestación. Comenzó a moverse, esta vez un poco más rápido, en busca del interruptor de la luz, pero antes de que estuviera siquiera cerca de alcanzarlo, todas las luces se encendieron y se escuchó un gran grito de..

-¡Sorpresa! - que hizo que el rey diera un pequeño salto.

Pronto el salón se llenó de ruido de personas y Endymion pudo escuchar la risa de su esposa.

-Parece que de verdad te sorprendimos- volvió a reír la reina.

-¿Qué es esto, Serenity?- le susurró serio.

-¡Es tu fiesta de cumpleaños!- contestó alegremente, mientras aparecían en el centro del salón, la pequeña dama junto a las cuatro sailor scouts, sosteniendo un enorme pastel con muchas velas encendidas.

El rey pareció incomodarse un poco y se ruborizó levemente.

-Querida, mi cumpleaños es pasado mañana - le susurró al oído a su esposa, no quería hacerla sentir mal, después de todo, se había tomado la molestia de hacerle un fiesta, y la intención es lo que vale, pero debía hacerle saber que había tenido un pequeño error de cálculo con las fechas, ¿no?

-Lo sé, aguafiestas- se rió la reina, pero si hacíamos la fiesta el día de tu cumpleaños, no te hubieras sorprendido.

Esa respuesta tocó una fibra en su corazón, le conmovía ver lo mucho que lo conocía su esposa.

En ese momento la multitud comenzó a cantar el cumpleaños feliz y la imagen frente a él se volvió surreal. De pronto sentía que su vida era demasiado increíble para ser cierta, parecía como un sueño lleno de esperanza de aquel niño asustado y solitario que hace tanto tiempo había sido. Se detuvo a pensar en cómo era que había vivido milenios sin pensar en el tiempo, sin darse cuenta de lo mucho que había cambiado a lo largo de los años, sin asimilar todas las maravillas que le había regalado la vida, todo el amor que lo envolvía día a día y todo lo que Serenity había hecho – y seguía haciendo – en él.

-Papá pide un deseo- el canto había terminado y la chica del cabello rosa se acercaba a su padre con una gran sonrisa, incitándolo a pedir un deseo antes de apagar las velitas del pastel.

El moreno miró a su hija, y luego a su esposa, ambas compartían esa sonrisa que parecía iluminar todo el lugar, esa sonrisa que le encantaba. En ese momento supo que no podía pedir ningún deseo, no tenía sentido hacerlo, tenía todo lo que alguna vez había deseado y ese todo estaba justo enfrente de sus ojos. Sonrió ampliamente a las dos mujeres que llenaban su vida y sopló con fuerza, apagando cada una de las velitas que adornaban su pastel.