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"Mal día para los jóvenes de Hawkins. En el partido de anoche uno de los jugadores, Aidan Turner, se quebró la pierna al caer y ser pisado por uno del equipo visitante. ¿Qué harán nuestros jugadores al respecto? ¿Tendrán alguien a la altura que remplaze a Turner? Esas son las tristes y últimas noticias. ¡Buenos días habitantes de Hawkins!"

—El partido fue un asco. —Soltó Steve al apagar la radio y se sentó—

—Es una verdadera lástima, lo peor, estando tán cerca de la final... —dijo con lástima su madre, mientras dejaba el desayuno en la mesa—

—Cosas que pasan... podrán el año que viene, ya verán, la emoción es la misma. —el mayor de la casa sin darle tanta importancia, cambió la página de su diario y miró a su hijo por encima—Bueno, algunos ya no. —hizo una mueca y su hijo suspiró desanimado llevándose un pedazo de waffle a la boca—

—Mastica bien hijo.

La señora Harrington miró seria al nombrado, el cual asintió y soltó un pequeño "lo siento".
Luego de desayunar se dirigió a la escuela.

"Menudo día de mierda" pensó al volante: tenía el exámen de química, no había estudiado una mierda y eso de "leer unos cinco minutos antes" no iba a funcionar, de por sí la maestra lo odiaba; sumándole el asco de partido que vió ayer y finalmente, que no tuvo tiempo para prepararse, es decir, iba a llegar despeinado.

—Parece un nido de ratas. —Soltó mirándose en el espejo del auto y se peinó como pudo—

Estaba tan acostumbrado a tener una diaria serie de cuidado capilar, que si no podía hacerla un solo día, se sentía desdichado, como fallido. Así que solo se limitó a quejarse en silencio y cuando llegó al estacionamiento bajó suspirando por milésima vez.

—Woah. —Nancy lo miró llegar por el pasillo y Jonathan solo trató de aguantarse la risa— ¿Y tú eres...?

—Cállate —soltó rápido pasando por su lado y dejó sus cosas y sacó otras de su casillero— ya iré al baño a arreglarme, no lo soporto... me siento raro. —susurró para ambos a lo que Nancy asintió y Jonathan trató de no reírse al ver la cara de preocupación del alto—

—En realidad te vez bien. —trató de animarlo la morocha—

Steve solo bufó cerrando se casillero. Agradecía el gesto de la chica, pero aún así se sentía inseguro. Lastimosamente su autoestima dependía de cómo estuviera su pelo.

Como dijo, se despidió de sus amigos y se dirigió al baño. No le importaba saltarse una clase, tenía otras prioridades.

En cuanto entró, se dirigió a uno de los retretes, su vejiga tenía apuro.
Sintió pasos detrás de él, pero le restó importancia y empezó a desabrocharse el cinturón cuando oyó:

—¿Qué mierda vamos a hacer con Turner? Era el mejor tirador. —soltó una voz masculina—

—Lo sé, Jason está que arde de la rabia.

Dedució que serían jugadores al haber nombrado al capitán del equipo de basketball.

—¿Te acordás del friki de la cafetería? —siguió el extraño—

"¿Friki?"

—¿El que se subió a la mesa? —preguntó el otro y se sintió el agua del lavado—

—Sí, Carver piensa que lo maldijo cuando le deseo buena suerte. —Rieron ambos—

—Mierda, ¿Tú crees?

—No lo sé, hombre. Sé que el ratito está metido en esas mierdas satánicas y también en sustancias ilegales. —Hubo un silencio a lo que Steve sin darse cuenta tragó saliva—

Steve Harrington x Eddie Munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora