Imbécil. Eres una imbécil, Dhayny. Se dijo a sí misma y miró por un momento la hora en su móvil. Seis y diez.
Suspiró y guardó el pequeño aparato. No podía creer que en verdad hiciera esto. Pasar un mes en la cama de... ¿un extraño? No. Extraño, no. De un conocido –y también un viejo amor–que no ve en diez años. Bufó por lo bajo y rodó los ojos en tan solo pensarlo. No podía tener una simple razón por la cual hiciera esto. Oh, claro por supuesto. Aquella mirada triste y desesperada de su padre le había roto el corazón.
No podía dejar que un hombre le arruinara su vida o la suya.
Durante toda su adolescencia había querido obtener la más mínima atención de Taehyung Kim. Y luego de diez años él le ofrecía acostarse con el por un mes entero. Su adolescente interior debía de estar feliz por el simple hecho que al fin la encontrara deseable. En cambio, ella estaba chispeante de rabia. Se rió en sus adentros recordando todo lo que había intentado en aquellos años. Había probado de todo para llamar su atención, desde insinuársele con la ropa de su madre hasta andar por su casa en un pequeño bikini.
Sacudió su cabeza y se burló de sí misma. Era la típica adolescente enamorada.
Dejó su mirada fija en la ventana y observo como avanzaba por el camino. Nueva Orleans era pintoresco y alegre. Dhayny la había visitado en varias oportunidades y se conocía gran parte de aquel lugar. Pero mientras avanzaba cada vez más y más en aquella carretera vieja. Dudaba de conocerla por completamente.
–¿Usted será la nueva asistente del Señor Kim? –aquella voz serena le saco de sus pensamiento.
Levanto la mirada y observó al hombre canoso conduciendo. ¿Asistente? Pero por supuesto, el no podía estar diciéndole a sus empleados que pasaría un mes acostándose con una mujer en fin que no chantajeara a su padre. Se aclaró la garganta y lo miró por el retrovisor.
–Sí, pero solo estaré por un tiempo – contestó suavemente. El hombre asintió y siguió conduciendo con su mirada fija en el camino. La miró por el retrovisor y achicó sus ojos.
–Me parece conocida. ¿La he visto en alguna parte?
Lo que faltaba, que terminara reconociéndola y llamara algunos medios de comunicación para decirles que ella se encontraba en Nueva Orleans. Como si no fuera poco aguantarse todos aquellos flashes en sus conciertos.
–No creo – sonrió y volvió a clavar su mirada en el camino.
Los minutos siguieron transcurriendo y ella observaba como pasaba los árboles y letreros a medida que avanzaban. Agrandó sus ojos para poder ver una inmensa casa blanca que se veía al final del camino.
Aquella casa era dos veces más grande que la suya y era absolutamente hermosa. Tenía el diseño de una mansión francesa y estaba extrañamente alejada de todo.
De lejos se podía observar cómo le rodeaban muchos árboles como una especia de cerca.
Su corazón de aceleró al ver como el hombre canoso cruzaba hacia la izquierda y se acercaba a aquella casa.
Cuando el coche se detuvo al frente de la casa, Dhayny casi creyó morir. Era enorme. Casi se sentía intimidada por su tamaño. Vió como el hombre rodeaba el coche y abría su puerta para que saliera. Le ofreció su mano y con una cálida sonrisa la acepto.
–Señorita Cassidy, ¿no? –la miró esperando a que le corrigiera. Ella asintió–Bienvenida a la mansión Kim–le sonrió.
Su mirada paseo por los cuidadísimos jardines de aquella casa. Si es así como se le podía llamar por su increíble tamaño. Apostaba a que todo el terreno costaba unos 4 millones de dólares. Casi el triple de lo que podía ganar ella haciendo una gira. Observó la cantidad de árboles y arbustos que rodeaban aquella gran "casa" haciendo como una barrera.
El viejo conductor sacó sus maletas del coche y le acompañó hasta la puerta. Cuando iba a agarrar sus maletas, la puerta se abrió. Arqueó una fina ceja al ver otro hombre, vestido de traje, saliendo. Este se acercó a ella y cogió su maleta, sin esbozar una sonrisa o mueca. Nada.
–Señorita Cassidy, le llevaré sus maletas a su habitación –dicho eso desapareció de nuevo en la casa.
Dhayny se sentía abrumada al entrar. Si por fuera parecía sumamente grande, en el interior lo era aun más. No podía creer lo que veía, sin duda que vivir en un lugar así le intimidaría.
Observó curiosa la decoración del vestíbulo, todo tenía cierta elegancia en cada detalle.
¿Como una persona con una profesión de científico podría tener una mansión de ese tamaño?
Llegaba a pensar que Tae tenía un trabajo oculto como traficante de drogas.
Río por lo bajo por el pensamiento.
–Señorita Cassidy – llamó el hombro canoso. Ella se giró hacia el hombre.
–Por favor, llámeme Dhayny no me gusta mucho las formalidades –le explicó , dándole una cálida sonrisa.
–¿Quisiera usted que le enseñe el lugar o prefiere hacerlo usted misma?
–Lo haré sola, gracias. Pero ando cansada por el viaje –hizo una mueca. El asintió y sonrió levemente.
–Vale, si tiene hambre la cocina esta a la izquierda del pasillo –le dijo señalándole con sus dedos–La cocinera, que es mi esposa, normalmente se va a las seis y punto, pero siempre quedan sobras de las comidas así que la cocina está abierta a las veinticuatro horas.
A pesar de no haber comido nada durante el avión, exceptuando una bolsa de frutas secas, no tenía hambre. Se sentía lo suficientemente nerviosa como para comer. Dhayny asintió y el viejo hombre se despidió de ella con otra de sus amables y suaves sonrisas. Suspiro y pensó en lo que haría. Creía que por lo menos V la recibiría, como sería lo mas lógico, pero en cambio ella estaba parada en medio del elegante vestíbulo observando los cuadros y adornos.
A continuación, Dhayny reprimió una risa al ver al hombre con traje dirigirse hacia ella con un exagerado y refinado caminar. Se comenzaba a preguntar si esto era la casa de un simple hombre y no de un príncipe o algo por el estilo.
–Sígame, le mostraré su habitación –hizo una señal para que le siguiera y ella casi tuvo que correr para alcanzarlo. Lo siguió por un largo pasillo. Parecía que no tendría fin. El hombre se detuvo al frente del umbral de una puerta y entro. Dhayny contuvo su mandíbula para que no cayera al suelo al ver su habitación.
–Si necesita algo solo avíseme –hizo algo entre una mueca extraña y una sonrisa, luego salió.
Dhayny cerró la puerta y silbó por lo bajo al observar mejor la habitación. Tenía el tamaño de un departamento de una sola persona. Era lo suficientemente grande como para entrar unas 30 personas. Divisó sus maletas en una esquina de la habitación y encima de la cama yacía una caja azul.
Ella arqueó una ceja y se acercó hasta la caja, era para ella.
Con cuidado y curiosidad abrió la caja para encontrarse una hoja de papel doblada y un objeto envuelto. Dhayny desdobló la hoja para ver que era un mensaje de Taehyung.
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Month Of Pleasure |Kth [+¹⁸]✔️
Fanfic❝La venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está por el medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante...❞ ❝Nadie sabe lo que tiene ,hasta que lo pierde❞ -Leer aclara...
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