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Llámame Daddy - Lashton

Luke

Mi vida no había sido siempre tan feliz, pero por suerte tenía a mi madre y mi hermanastro, Ashton.

Si bien es cierto que mi padre murió mientras yo solo tenía unos recién cumplidos 7 años, la compañía de mi madre, y mi nuevo hermano, me ayudó mucho.

Ahora ya tengo dieciséis y mi hermano diecisiete, aunque pronto cumplirá 18.

Yo admiraba a mi hermano, era popular, amable, amistoso, atlético...Se notaba que no teníamos los mismos genes.

Yo era un chico callado que se mantenía en su pequeño grupo de amigos, aunque frente al colegio, era el hermanito de Ash, ya que él siempre me protegía de todo.

Y ahí estaba yo, llegando a clase al lado de Ashton en su coche mientras me hablaba de una chica que le gustaba.

Mi hermano era pesado con el tema de que chica me gustaba, y yo en ese momento tenía en duda mi sexualidad, pero no quería decírselo por miedo de que no le guste la idea y me deje de lado.

Pero un día decidí armarme de valor y cuando mi madre trabaja se lo conté:

-Ashton, quiero hablar contigo-.

-Ey, ¿Por qué tan serio?-.

-Es importante, siéntate-.

Me senté a su lado mirando al suelo mordiéndome el labio con mi reciente piercing.

-Luke, puedes contarme lo que sea, no tendremos la misma sangre pero somos hermanos-sonrió.

-Está bien, no te enfades...Creo, que soy homosexual-solté sin mirarle.

-¿Y?-preguntó el rizado.

-¿Como que y? ¡Te acabo de decir que creo que soy homosexual!-grité con unas lágrimas.

-Lukey, no tiene nada de malo, yo también tuve mis dudas-.

-¡No son dudas! ¡Soy homosexual!-.

-¿Ya has estado con un chico antes?-.

-No...pero me atraen más que las chicas-.

-Pero no has estado con una chica tampoco-.

-¿Y qué hago? ¿Me enrollo con el primero que pase?-.

-No es eso, es cuestión de probar-.

-¿Y con quién debería probar?-.
Se quedó pensativo.

-Sé que esto está mal porque somos hermanastros, pero si quieres... puedes probar a besarme-dijo tímido Ashton.

-Pero, eres mi hermano-.

-Si lo sé, fue una estupidez, no importa-.

Intentó irse pero lo cogí del brazo y lo senté:

-Está bien, probemos-.

Me acerqué un poco a Ash, y el unió nuestros labios, abrí un poco mi boca y metió su lengua.

Yo acariciaba sus brazos mientras que él mi espalda y mi nuca.

Mi amiguito estaba empezando a sentirse feliz con esa situación así que decidí pasar e irme:

-Ashton, paremos-.

-¿Por qué?-.

-Somos hermanos-.

-Pero no de la misma sangre, además... Creo que alguien está feliz-dijo mientras veía mi entrepierna-además, sé que no te lo he dicho antes pero...soy bisexual-.

Me quedé perplejo, mi hermano el popular, que había salido con tantas chicas, ¿también le gustaban los chicos?

Se levantó y siguió besándome, en mi boca, cuello...Mientras el rocé de su entre pierna me provocaba más.

Ya había visto porno gay antes, sabía que hacer.

Abrí la cremallera de su pantalón y bajando el bóxer vi su pene erecto. Había crecido tanto desde la última vez que lo vi.

-Wow, mi hermanito va deprisa-susurró Ash en el oído del pequeño mientras masajeaba el bulto de su entrepierna.

-Ash....-me estaba poniendo muy cachondo.

-Llámame Daddy-.

-Si, Daddy-.

-¿Dime que quieres que haga pequeño?-.

-Quiero... Probar tu pene-.

-¿Como se pide?-.

-Por favor Daddy, quiero tu pene en mi boca-.

-Buen chico-.

Acarició mi cabeza y se sentó en la cama, abrió sus piernas y yo sin pensármelo agarre su pene para degustarlo.

Lo lamía como un chupete.

-¿Te gusta?-.

-Está riquísimo Daddy, dame tu lechita en cuanto quieras-.

No creía lo que estaba diciendo, me sentía una perra, pero me gustaba.

-Lukey....ya me corro-.

Soltó todo su semen en mi boca, y nada me había puesto tan caliente como su cara corriéndose.

-Mmm, has sido un buen niño-dijo rozando mi culo con su mano-por eso te daré un premio-.

-¿Qué premio?-.

-Romperte tu culito-.

Por un segundo temble pero vi la sonrisa de Ashton y me tranquilizó.

-Si Daddy, mi culito es tuyo-.

Me tumbó en la cama y abrió su cajón, sacó lo que parecía un tubo de lubricante.

Se lo extendió sobro su pene y sobre tres de sus dedos.

-Ponte a cuatro patas-.

Me sentía toda una perra con mi culito al aire, entonces sentí su dedo en mi entrada mientras lo movía.

-Más Daddy-pedí.

Me introdujo el segundo dedo y más tarde el tercero.

No podía controlarme.

-Ahh...tus dedos son muy largos...Daddy-.

-¿Te gustan mis dedos?- a lo que asentí.

-Pues ahora tu culito probará mi polla-.

Lo introdujo sin piedad, hacía movimientos raros hasta que dio en, El punto, estaba buscando mi próstata.

-Ahí-gemía sin parar.

-¿Como se dice?-.

-¡Ahí me gusta Daddy! ¡Dame más duro por favor!-rogaba como una perra por el pene de Daddy.

Ashton coge mi pene, me masturba mientras me penetra, creo que estaba en la gloria.

-Daddy, Daddy, Daddy, Daddy... ¡Me corro!-.
-Y yo Lukey-.

-¡Suelta todo tu semen en mi Daddy!-.

Su leche calentita entraba en mi ano mientras me corría en sus sábanas, se quedó un rato dentro hasta que salió de mi.

-Te quiero Daddy-.

-Yo más, Lukey-.