5 Nueva Vida

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Tenía un pañal húmedo.

- Buenos días dormilón – dijo una voz risueña cerca de él por lo que giro hacia ella y el terror se apodero de todo su ser – ¿mi niño henmoshos tene ame? Ya de taje shu bibedon

- ¿Da... Da... Daco? – susurro con terror dejando caer el... ¿chupón que tenía en la boca? ¡No, no, no! ¡Esto no le podía estar pasando a él! Instintivamente miro hacia todos lados noto que había barrotes a su alrededor mientras se percataba del olor a aceite de bebe que su piel desprendía ¡Estaba en un cuna de su... tamaño! Las sabanas eran de temática infantil con pequeños unicornios de colores, y entre sus brazos había una peluche con forma comadreja

- Draco no – dijo el rubio –. A partir de hoy soy mamá. ¿me entendiste? ¡Mamá! Si me llamas de otra manera tendrás un castigo. Pu, pu en tus nalguitas – y simulo una nalgada con su mano – Y de verdad amor, no quiero hacerlo. Ahora ven aquí – dijo el rubio quitando uno de su barandales y levantándolo en brazos como si no pasara nada – vamos a darte de comer y a cambiarte ese pañal

Por instinto pateo pero fue lejos del rubio, quien se las arregló para atrapar sus extremidades mientras él lo golpeaba con los puños cerrados exigiendo que lo soltase, sin embargo sus golpes eran suaves. No tenía la fuerza de un adulto y estaba seguro que no le dolían al rubio en lo más mínimo.

Poco a poco dejo de pelear y dejo paso a un llanto compungido, lo que hizo que Malfoy lo tomara en brazos para cargarlo como solía hacerlo Blaise. El hombre se sentó en una mecedora que había frente a la cuna y lo acomodo en su regazo mientras tarareaba una canción.

- ¿Ya estas mejor? – pregunto limpiándole las lagrimas

Con la mano derecha, que no lo sostenía, le acomodo el pelo hacia atrás y le beso la frente. Se sentó derecho y sonriendo se abrió los dos primeros botones de la camisa y tomando su bíceps izquierdo se lo acerco a los labios. Instintivamente Ron apretó los labios y volcó el rostro

- Primera regla – dijo Draco – ahora eres un bebe, mi hijo - señalo poniendo énfasis en esas dos palabras –, y para tener derecho a comer, primero tendrás que hacerlo de mi pecho

- Nunta – dijo Ron

- Lo harás Ronald – dijo el rubio tranquilamente – tarde o temprano... lo harás. Segunda regla, como a partir de este momento soy tu madre, tengo todo el derecho de castigarte. Son los castigos idóneos para alguien para tu edad. Un... ¡Bebé!

- ¡No toy un bebe! – sollozo el pelirrojo y Draco sonrió

- ¿No eres un bebe? – dijo el rubio de manera burlesca – entonces explícame ¿Por qué hablas como uno? ¿Por qué usas pañales como uno? ¿Por qué comes como uno? ¿Por te faltan algunos dientes como uno? Dime Ronald ¿Por qué llevas poco más de un año viviendo como uno? – y el hombre volcó el rostro intentando contener sus lágrimas – mírame amor – dijo suavemente después de un momento de silencio – aquí adentro – y toco su sien con un dedo – y aquí – y coloco su mano sobre su pecho – siempre has sido un bebé. Un bebé que necesita cuidados, mimos, que solo una madre puede dar. Y a partir de hoy, yo seré esa madre

- ¡No! – fue toda la respuesta que recibió

- Ok – dijo Draco sin alterarse – quise ayudarte, pero si quieres que tu última decisión como adulto sea hacerlo de la manera difícil, así lo haremos. En cuanto te comportes como un bebé bueno – sentencio – yo lo hare como una mamá buena. Ahora si, a revisarte el pañal. Ya es tarde y debo trabajar

Se levantó y se acercó a un cambiador grande, donde lo acostó para deprenderle los botones que tenía entre las piernas el mameluco que vestía. Ron intento patalear mientras subía un poco la prenda de vestir y le quitaba el pañal, pero una nalgada sobre sus glúteos desnudos acompañado de un "Bebé malo. Mamá mala" lo dejo inmóvil y cooperativo. Sin embargo sin saber cómo se orino y no puedo evitar mirar aterrorizado a su secuestrador

Fábrica De BebésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora