Fábrica De Bebés

2 Custodia De Un Menor

Ron lloro abiertamente mientras escondía el rostro en la ropa del siquiatra, pero después de varios minutos sintió nuevamente como el pezón rozaba sus labios, por lo que no tuvo más alternativa que abrirlos para dejar pasar la goma y empezar a succionar. El líquido tibio sabía a espinaca y acelga, odiabas las verduras, pero ya había perdido su poca dignidad y moría de hambre, así ¿que qué más daba?

El sueño venció al pelirrojo en brazos de Blaise cuando ya no quedaba mucho líquido en la botella. El medico como pudo y de la forma más delicada que pudo acostó a Ron en su cama y dejo la botella en la mesita de noche. Se acercó a la cómoda y busco entre sus cajones hasta encontrar el pequeño objeto. Regreso al lado de su paciente y lo arropo antes de dejar un beso suave en su frente. Acerco el objeto a los labios de Ron y este por inercia abrió la boca y empezó a succionar el chupón rosa provocando una sonrisa suave en el galeno.

Iba a apagar la luz para salir cuando recordó que había olvidado algo, así que volvió sobre sus pasos y le quieto suavemente el pantalón. Le abrió el pañal mientras escuchaba como Ron succionaba el chupón entre sueños. Una sonrisa nuevamente apareció en su rostro mientras tomaba su teléfono para abrir una de las aplicaciones más populares

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El sol iluminaba la oficina de Blaise cuando el terminaba un informe. Respiro hondo y se tronó el cuello había sido un día largo, pero había valido la pena definitivamente. Como ansiaba sus vacaciones. Miró hacia el sofá que estaba frente a la ventana que daba al jardín. Sentado en silencio, y con su inseparable chupón en la boca desde hacía dos meses, estaba Ron Weasley. Su aburrimiento era notorio a kilómetros, pero no tenía de otra. No podía caminar y no le gustaba que ninguna enfermera lo atendiese. Hacia un rato le habían cambiado su pañal y no tenía hambre

- ¿Nos vamos? – dijo Blaise sonriendo

- ¿Miná? – dijo Ron ilusionado quitándose el chupón

- Pero no puedes caminar – dijo el médico con pesar y los hombros se cayeron del pelirrojo – no te pongas triste. Pronto podrás hacerlo. Yo te voy a ayudar a que todo sea tal y como debe de ser – llamaron suavemente a la puerta – pase

- Doctor, el señor Weasley está aquí – dijo la secretaria asomándose por la puerta y mirando al paciente de reojo – viene con su abogado. Trae la sentencia del juez

- ¿Shentensha? – dijo Ron sorprendido – ¿jue? – y el medico miro mal a la mujer que se disculpa apenada

- Que pasen por favor – ordeno Blaise sentándose en cuclillas junto al cochecito del pellirrojo – Ron... han pasado cosas que... Dios, no quería... lo siento en verdad. Adelante – dijo poniéndose de pie cuando Arthur Weasley entro acompañado de su abogado Elphias Doge

- Papa – dijo Ron nervioso pero este apenas y lo miro – papa

- Trajimos los papeles finales – dijo Arthur como si su hijo no estuviese ahí – Doge por favor

- ¿Está seguro de esto? – pregunto Blaise mirándolo directamente a los ojos

- Lo mismo le pregunto yo a usted, doctor – dijo Arthur – una vez firme esos papeles, no habrá marcha atrás. No me volveré a hacer cargo de él – el psiquiatra le sostuvo la mirada al hombre mayor por unos interminables segundos y luego sin más tomo la pluma que le ofrecía el abogado y firmo los papeles

- Eso es todo – dijo Doge – desde este momento usted es el tutor legal del menor

- ¿meno? – dijo Ron sorprendido – ¡sho un aduto!

- ¿Adulto? – pregunto Arthur con ironía – por favor ¿acaso un adulto habla así? ¿Un adulto toma sus alimentos en un biberón? ¿Un adulto usa... pañales?

- ¡Estoy enfemo! – grito el joven – mis dent...

- Vi los videos, Ronald – dijo Arthur – tú mismo te los ablandaste. A ti te gusta esta... – y lo miro despectivamente

- ¡Mentida! – dijo Ron en shock – doto digade po favo, digade que...

- Esto no le hace bien a Ronald – dijo Blaise sorprendiendo al pelirrojo – les voy a suplicar que por favor se retiren

- Doto – susurro este sorprendido

- Suerte con el... paquete – dijo Arthur antes de salir del lugar acompañado de su abogado ¿paquete? Pensó el jugador ¿eso era para su padre? ¿un... paquete?

- Papa... grito Ron intentando ponerse de pie

- ¡Ron, no! – grito Blaise sosteniéndolo antes que se cayese – te vas a lastimar – pero al jugador eso no le importaba mientras llamaba a gritos a su padre, pero este ya se había ido – Cálmate por favor. ¡Necesito un sedante! ¡Rápido! ¡Ron, Tranquilo! ¡Todo va a estar bien! Shhh. Tranquilo.

Ronald apenas fue consiente cuando alguien entro en el lugar y lo inyecto mientras forcejeaba para escapar del agarre de Blaise. Sabía que no podía escapar, pero su instinto le gritaba que aun así lo intentase. Tenía que alcanzar a su padre y aclara este caos

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Le dolía su cabeza cuando despertó. Ya era tarde. Por la ventana vio a la luna en lo alto del cielo. Miro a su alrededor y noto que estaba en su habitación de la clínica. A su lado alguien se movió. Era Blaise. Estaba durmiendo de lado, al parecer se había quedado dormido cuidándolo. Entonces recordó la discusión con su... con Arthur. Nunca había sido un padre ejemplar, pero ese día le había demostrado con hechos que solo le importaba el dinero. La sentencia era clara. Había sido declarado menor de edad y su custodia había sido entregada a su médico mientras él estuviese enfermo. Durante ese tiempo Arthur se encargaría del dinero, que no era poco. ¿Acaso su suerte podía ser peor?

Entonces lo sintió. La razón por la que había despertado. Su estómago gritaba por comida y no podía levantarse.

- Hola – dijo Blaise a su lado con voz adormilada – ¿pasa algo?

- Teno hame – dijo Ron tímidamente – pedon

- No hay problema – dijo Blaise sentadose y encendiendo la luz – sabía que esto iba a pasar, así que traje algo

- ¿Bibedon? – pregunto Ron con voz bajita

- Si. tu biberón – le respondió el medico tomando una servilleta que tenía en la mesita de noche, junto con la botella

- ¿Hasta cuado? – pregunto Ron mientras Blaise le colocaba la servilleta sobre el pecho y acerco el pezón a los labios del pelirrojo

- No será mucho tiempo – prometió Blaise – ahora come – y Ron obedeció

Ronald se había quedado dormido nuevamente sin terminar su alimento, pero eso no era problema. Coloco la botella sobre la mesa, le limpio la boca y reviso el pañal. Estaba lleno. Se levantó y tomo uno limpio más cremas para rozaduras. Regreso a la cama y se tomó unos minutos para observar a su paciente. Tenía un rostro bastante llamativo, sin embargo si uno miraba detenidamente podría ver que no se había deshecho completamente de ese aire infantil. Era bastante interesante y exótica la combinación

Estaba terminando de colocar el pañal cuando un mensaje sonó. Se sentó bien y acomodo a Ron sobre su pecho antes de tomar el aparato y desbloquearlo. Beso la frente del pelirrojo y leyó:

"¿Molesto?"

"Jamás. ¿Cómo estuvo tu día?"

"Cansador. Me gustaría que estuvieras aquí"

"Falta poco para mis vacaciones"