Sentado en la barra del Sprout Cooffe en King's Cross, Theo observaba al mesero moverse de aquí para allá, limpiando, tomando órdenes, llevando bandejas, pasando cuentas. Siempre se veía agotado pero el hombre alto y delgado, de cabellos negros y una notoria timidez jamás se detenía. Excepto cuando lo atendía a él con la sonrisa más radiante. Theo había conocido a Neville Longbotton cuando la abuela de este había resultado herida durante un asalto en un supermercado de propiedad de la familia Crouch y le habían asignado a él el caso.
En los meses en los que duro la investigación, ambos hombres habían entablado una bonita amistad, y a pesar de que el juicio no había llegado a buen puerto para Longbotton, la amistad había permanecido. Una prueba de ello eran los consejos que Theo le daba a Neville para su relación con Hannah Abbott, la cajera de la cafetería en la que trabajaba
- ¿Y que cuenta hoy, detective? – pregunto Neville sirviéndole el café
- ¿es que nunca me vas a tutear? – respondió Theo fingiendo molestia
- No creo pudiese hacer nunca eso, señor – dijo el mesero – yo sé que no es mucha la diferencia de edad entre nosotros, pero he aprendido a verlo como una especie de padre
- ¿Tan viejo soy? – dijo el abogado haciendo sonrojar al otro hombre
- No, claro que no – se apresuró a decir Neville – yo... – pero en eso sonó el teléfono de Theo y su semblante cambio
- Perdón debo responder. Hola – dijo mirando a Neville alejarse
- ¿Cuál es el plan? – dijo la voz y Theo no puede evitar sonreír casi de manera demente
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Tamborileaba sus dedos nervioso en el reposabrazos del asiento del copiloto del Porsche negro 911 Turbo Cabriolet modelo 2022. ¿Y si algo salía mal? ¿Y si se daban cuenta de todo? ¿Y si...? una mano en su hombro derecho lo trajo de vuelta a la realidad. El plan de Theo era simple. Ronald solo tenía que presentarse a la cita que durante un mes habían intentado concretar con Blaise. Debía convencerlo que quería volver a La Fábrica ya que no se había ajustado nuevamente a la vida de adulto. La policía lo monitorearía y una vez ahí, los detendrían a todos, y tanto Zabini como Malfoy pagarían sus crímenes.
¿Pero... en verdad podría aparecer frente a ese par de enfermos y pedirles que lo sometan otra vez a los vejámenes que había vivido hasta hacia un año?
- ¡No podre! – dijo Ronald nervioso mojando su pañal – ¡no podre! – y empezó a sollozar
- Ronald, tranquilízate – dijo Theo estacionando a un lado de la calle – mírame, mírame. Piensa en todas esas personas que no han tenido la misma suerte que tú de escapar de ese infierno. Tú puedes hacer algo por ellos. Rescatarlos.
- ¿Y si ellos...? – dijo el pelirrojo mirando hacia la entrada del hotel
- Estaré aquí – dijo Theo – el transmisor está funcionando. Solo necesitamos que acepte llevarte a ese lugar de nuevo. Lo grabaremos todo. ¡No estás solo! Recuerda que Draco está hospedado como Scorpius Black – y Ron asintió – y tú eres...
- Newton Scamander – dijo Ron
- Bien – dijo Theo – suerte
Temblando como hacía mucho que no lo hacía, Ronald Weasley abrió la puerta del automóvil y bajo. Avanzo unos pasos inseguros y volcó a mirar hacia la movilidad que había quedado oculta entre las sombras de un callejón a una cuadra del hotel "The Rubens at the Palace".
El lugar era lujoso en demasía. Entro temeroso al lugar, y se acomodó la gorra acercándose a la barra.
- El señor Black me está esperando – dijo el pelirrojo
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Fábrica De Bebés
Fanfiction- ¿po que mama? - pregunto Ron - ¿Po que eshto quí? - Porque mereces tener una segunda oportunidad - dijo el hombre - un padre que de verdad te cuide. Te proteja. Te amé. ¡No un como el imbécil de Arthur, que solo ve en ti una tarjeta de crédito ili...