Capítulo7

13 0 0
                                    

―Buenos días. Levántate, Darling.

Escuche en el fondo, no tenía ni idea de que hora era, pero no me importaba, yo solo quiero estar dormida todo el día.

―Vamos despiertaaa. ― canturreo James.

¿¡¡Espera que!!?

James se quedó a dormir con nosotras.

Cierto, cierto.

Me levante de un brinco de la cama. Abriendo los ojos de inmediato teniendo una hermosa vista de él.

―Hola, buenos días chiquita.

¿me dijo chiquita?

Sip eso fue lo que te dijo.

Bueno si soy chiquita, pero me sentí... rara.

Ya eres rara.

Lo sé, solo que me sentía más rara de lo que soy.

―Bu-buenos días ―contesté titubeante―. ¿Qué tal dormiste? ¿te he golpeado durante la noche? Si es así, perdóname. En las noches no sé lo que hago, porque obvio estoy dormida, pero si te lastime o algo así. Desde ya te pido disculpas. ―hablo tan rápidamente que él solo empieza a carcajear por la forma en que he hablado.

―Dormí de maravilla, no te preocupes. Me has pateado dos veces durante la noche, pero nada grave, además que me has abrazado toda la noche y me has dicho en susurros te amo. Pero nada más, todo ha salido de maravilla.

Contesta de manera un poco burlona, por mi comportamiento en la noche. Pero no me juzguen. No soy una chica normal y era de esperarse que esas cosas pasaran durante toda la noche.

PERO QUE VERGÜENZA

Le he dicho que lo amo. Repito, le he dicho que lo amo estando dormida y abrazada como un hermoso koala que soy. Pero ese no es el punto; el punto es que le he dicho que lo AMO.

Me das pena ajena.

Ni que lo digas, damos pena, pero mucha pena ajena.

―Lo siento ―es lo único que logro articular de la vergüenza. Me tapo la cara con las manos ocultando el sonrojo que las palabras de él han hecho.

Él solo se limita a reírse.

¿Por qué no puedo ser normal, por lo menos en la hora de dormir?

―No lo sientas, me ha parecido un poco graciosa la situación, perdón por reírme, pero no te preocupes, no fueron tan dolorosos los golpes.

¿Por qué me pasa esto a mí?, sé que no soy normal. Pero tampoco tengo que pasar tantas vergüenzas. Si Osito Mayor -Anthony- estuviera aquí ahora mismo se estaría burlando de mí, porque el chico que me gusta ha visto como soy cuando duermo.

―De verdad lo siento, mejor hubiera dormido en la sala, así tu no hubieras sufrido toda la noche. A la próxima si duermo en la sala.

―¿Próxima vez?, ¿Habrá próxima vez?

¿Qué acabo de decir?

Has dicho que habrá otro día en el que él duerma en TU casa.

Lo he arruinado, si definitivamente, en la mañana no soy buena para pensar en lo que digo, ¿cierto?, es decir, no soy la única en estas situaciones. Supongo que habrá más personas que no son tan consientes con lo que dicen cuando recién despiertan.

Señorita Idania, creo que es la única en este tipo de situaciones.

Que horrible suerte tengo.

Un Hermoso AtardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora