El Asombroso Otoño del Asistente | Traducción

Capitulo 2: Tal vez, Tal vez, Tal vez

El Señor Oscuro tendía a seguir la misma rutina todos los días, al menos cuando sabía que esperaría al Asistente, lo que le daba un poco más de tiempo para sofocar su pánico y formular algo así como un plan. (No es el logro más fácil, para alguien que pasó seis años en la casa de Gryffindor). Señor pasó unos minutos simplemente acostado en la cama después de despertarse, memorizando sus sueños, le había explicado esto al Asistente en algún momento, antes se dio un largo baño en los baños adjuntos a su dormitorio, que hasta hace poco había sido menos una tina y más una palangana grande y poco profunda de agua tibia, para acomodar sus rasgos serpentinos, aunque asistente solo sabía todo eso de sus viejas visiones.

Señor desayunó en su oficina cuando terminó de bañarse y vestirse para el día, y fue después del desayuno cuando el Asistente generalmente se reunió con él, en total, aproximadamente una hora y media después de que se despertó.

Todo esto significó que el Asistente tuvo tiempo de superar su pánico, volver a entrar en pánico, tomar un baño (más corto) por su cuenta y luego pasar veinte minutos luchando para decidir qué ponerse; su túnica de Hogwarts, menos los identificadores de la Casa, o traje habitual que en el cuartel general- antes de que finalmente se rindiera y bajara las escaleras, dejando que su estrés se desvaneciera a medida que se acercaba a la oficina de señor. No había necesidad de entrar en pánico, se dijo a sí mismo; hoy es como cualquier otro día, de verdad.

— Ah, Asistente — el Señor Oscuro levantó la vista de su plato — ¿Cómo ha estado tu día? —

Él podría hacer esto, él podría hacer esto...Él no podía hacer esto.

<<"Señor, es posible que haya abandonado mi identidad para ser asistente a tiempo completo" No, no, no podía decir eso, eso era ridículo >> Asistente tragó — Buenas noches, señor — logró sortear la opresión en su garganta. "Erm. Ha estado bien. Yo- he estado deseado estar aquí en su lugar —

— Igual que yo — estuvo de acuerdo el Señor Oscuro con una risa baja, abriendo el gabinete de licores de su escritorio — ¿Deberíamos brindar por este agradable cambio en nuestro arreglo? —

Durante la siguiente hora o dos (el Asistente realmente no estaba prestando atención a la hora) estaban acostados juntos en el diván, como de costumbre, y conversando sobre nada en particular, cuando finalmente el licor le soltó la lengua lo suficiente o simplemente no pudo. No lo soporto más y el Asistente se movió contra el costado del señor, con la intención de sentarse.

Un brazo perezoso se enroscó alrededor de su cintura, guiándolo hacia atrás contra él — Estás preocupado esta noche, Asistente — observó señor en un murmullo, dejando su bebida en los dedos de la tarjeta a través del cabello del Asistente a través de la capucha — ¿Qué es lo que te molesta tanto, querido? —

Asistente tragó — Señor — comenzó, vacilando — ¿Tú... te preocupas por Harry Potter? —

La mano en su cabello se detuvo por un momento antes de continuar con su movimiento tranquilizador — No particularmente, no — le dijo el Señor Oscuro, sin molestarse por la pregunta. (Al Asistente le preocupaba que no lo fuera) — Sabes, por supuesto, que Potter es más un símbolo político que un jugador político; eso queda bastante claro por cómo Dumbledore — el Asistente evitó estremecerse ante el breve tirón de su cabello ante ese nombre — usa su nombre en la prensa para promover sus propios objetivos. Si todavía estuviera sujeto a la inestabilidad que me aquejaba en el pasado, podría haberle guardado rencor al niño, pero ¿ahora? Sabiendo que todos sus actos en mi contra fueron a instancias de otros. No — Un suspiro — Tiene más o menos tu edad, asistente, sería una tontería echarle en cara su pasado cuando tiene tan poco — Ante eso, el Asistente no pudo evitar reírse — Mm, pero ¿por qué lo preguntas? — señor preguntó, jugando con el arete de asistente — ¿Supongo que lo viste hoy, con el comienzo del trimestre? — Una pausa — Él no te molestó, ¿verdad, Asistente? —

—No, no, señor — se apresuró a decir el asistente — Es solo que pronto escucharás rumores de que él... ha... ¿ha desaparecido? —

— Asistente — señor cubrió una risa detrás de su mano, fingiendo escándalo — ¿estás insinuando que lo mataste? —

<< Bueno, no, pero técnicamente->>

— N-no, señor, yo nunca — no literalmente — pero yo... sé adónde ha ido, si es que alguna vez llega a ser relevante —

— Ah, está bien entonces — el Señor Oscuro se encogió de hombros, sonriendo al Asistente — Vaya, estás lleno de sorpresas hoy ¿no? Deliciosamente impredecible — bromeó, abucheando a asistente en la punta de la nariz — Me recuerda una excelente cita de la televisión muggle... —

Continuará...

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