/_ La verdad y solo la verdad: Una mente retorcida _/

34 12 3
                                    

Dentro de la mente de una persona con trastornos llega a ser demasiado difícil de lidiar, de sobrevivir y conllevar, Beomgyu claramente jamás fue un chico "normal" cómo pinta la humanidad.

Tiene recuerdos vagos en su cabeza sobre su infancia y la poca adolescencia que le quedaba, recuerdos llenos de dolor, tristeza y melancolía. Siendo acosado desde muy temprana edad. Comenzó a originar pensamientos inadecuados para la edad tan chiquita que poseía.

-Mami, me duele la cabeza - los fuertes dolores de cabeza llegaban después de oír aquella voz en su interior.

-Tu niño no está bien....- escuchó decir de su abuela.

-Beomgyu no debería de estar con los demás niños, solo le hacen daño- suplicaba su madre.

-¡Él me dijo que lo hiciera! ¡Yo no quería!- era la respuesta del pequeño cada vez que cometía un acto tortuoso contra cualquier vida, a veces gritaba que se callara delante de todos.

Lo miraban mal.

-Beomgyu no es un niño cualquiera.... Tenemos que ponerlo en revisión - una persona con bata blanca empezó a verlo cada viernes del mes para tener un chequeo.

-Hay alguien que me dice lo que tengo que hacer - Beomgyu jugaba con los bloques de una habitación blanca con arcoiris y cosas de colores como decoración.

-Le gusta mucho ver sufrir a las personas..... también le gusta ver cómo sufro y no me deja en paz- recita el peque.

Choi Beomgyu comenzó a tener pensamientos y comportamientos extraños. Comenzó a experimentar desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás con motivos que creían que lo dañarían o lo engañarían, sospechaba de la lealtad o la fiabilidad de los demás debido al temor que su cabeza le hacía experimentar. Comenzó a guardar rencor a aquellos niños que jugaban sin parar.

Comenzó a alejarse de lo social, prefiriendo la soledad, dejó de disfrutar las cosas que le gustaban y comenzaron los daños físicos a si mismo.

Experimentaba incapacidad para captar atención. Se distraía mucho en su mundo. Se cerraba con las personas porque la voz de su mente no lo quería dejar ser feliz.

Lo que mas le angustiaba era que jamás obtuvo una solución a su problema, tuvo que lidiar solo con ello y vivir a base de medicación que nunca le sirvieron.

Su comportamiento, su vestimenta, su historial, era digno de burlas, burlas que jamás cesaron.

Oh pobre Beommie....

A Choi Beomgyu se le veía viajando de un lado a otro en el instituto sin nada que hacer a simple vista, pero pensemos al igual que él. Se estaba volviendo loco y no sabía cómo remediarlo.

Las pastillas no hacían efecto. La medicación se estaba yendo al carajo, no porque el quisiera sino porque la voz de su mente se estaba volviendo más cínica e inquietante.

Los días de escuela eran como una rutina monótona. Quería algo de acción a su vida y mejor que su mente tomará el control absoluto de eso.

¿Que tal Yeonjun?.... ¿O Soobin?... ¿Taehyun? ¿El niño rubio?

-Kai-pronunció contra su mente.

-¿Si?- el nombrado volteó a Beomgyu sonriéndole levemente.

Se olvidó por completo que estaba en clases.

Ese, ¿Que te parece? Es demasiado puro ¿No crees? Inocencia... Como si fuera un pequeño conejito, de esos que matabas antes.... Solo que ahora es una presa grande y fue un completo idiota contigo.

-No nada ..- se cohibió ante Kai quién con una mueca se volteó para seguir prestando atención a sus clases.

Soobin.... Amor puro, ese sentimiento de amor que jamás comprendiste, el jugó contigo.

-¿Tengo algo en la cara?- la voz de Soobin se cuela en su cabeza, no se dió cuenta cuánto tiempo se le quedó viendo.

-No- se limitó a decir mientras agachaba su cabeza.

Y Taehyun..... Linda amistad que tenían, te traicionó, ese perro bastardo te traicionó.

-No quiero hacerlo.....- suplicó en bajo mirando a Taehyun, aquel único amigo que consideró.

Aquella voz le gritó en la mente y solo se cohibió, pero luego lo relajó con palabras dulces.

Y el premio gordo, Yeonjun.... No hace falta que te diga el porque o ¿Si?, Puedes hacerlo Beommie, quieres ser feliz ¿no es así?.....

-Solo déjame ir..... Déjame en paz - Beomgyu comenzó a llorar y todos lo miraron mal.

-¿Te sientes mal Beomgyu?, Ve a la enfermería - la maestra le indica, no tuvo más opción que salir.

Choi Beomgyu no quería hacer nada, tan solo quería dejarlo pasar, sanar sus heridas, perdonarlos y seguir adelante como siempre lo pensó, le diría a su mamá que quería cambiar de escuela o seguir estudiando en casa, ahí estaba diario lo que lo detenía.

Vamos Beommie, matalos, matalos y torturalos, hazles sentir el mismo infierno que tú...... Engañalos, no seas un cobarde, es momento que dejes hacerme cargo de la situación, haha.

Salió de sus clases a paso lento y como era costumbre ya lo tenían esperando afuera en la entrada principal, ese día fue que culminó con la poca amabilidad que Beomgyu tenía guardada en ese momento.

Choi Beomgyu tuvo la última grieta que dejó salir al verdadero monstruo que llevaba dentro.

-Los invité a mi fiesta de cumpleaños..... - Sonrió- Fue tan maravilloso ver, sus rostros de pánico.... Parecieran como si hubieran visto un fantasma, Ja- sentenció- Fue mi turno de tener diversión.....

-Ahora señor Choi, cuéntenos a detalle que fue lo que pasó el día del incidente- Beomgyu se acomodó en su lugar, miró de reojo a las pobres familias desamparadas esperando que tengan alguna pizca de compasión por él.

Es aquí cuando la moral está en juego. Beomgyu asesinó a 4 chicos teniendo una enfermedad mental. ¿Debería ir a prisión?.

-El primero fue Yeonjun.....- su rostro se vuelve tristeza mientras finge apuñalarse a si mismo con su puño, acto seguido suelta una risilla vacía.- Fue divertido, pero no duró mucho.... - Hizo una mueca y alzó sus hombros con indiferencia.

Beommie estaba a punto de contar su versión.

⚘ᴵᴺˢᴵᴰᴱ⁻ᵀᵡᵀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora