Archivo 2: Encuentros

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— Sí, necesito la información lo más pronto posible. Sé que es algo apresurado...

— Muchacho, contamos con el personal suficiente. De ser necesario, abrimos reclutamiento. Un contrato con Graad para implantación de sistema sería suficiente para asegurarte condiciones más que deseables con nosotros y trabajo seguro indefinido, haz todo lo que esté a tu alcance —respondió el hombre desde el otro lado del móvil. Seiya negó con la cabeza, ya bastante cabreado, lo único que les importaba era un bendito contrato...

—Sí, pero no me mal entienda, realmente es necesario, usted vio mi mensaje...

—Lo sé. Revisa tu correo electrónico por la mañana, te enviaré lo que pediste.

El galaxy watch vibró en su muñeca, era una llamada entrante de Miho.

—Tengo una llamada en espera. Voy a colgar, hablamos después —se excusó rápidamente y presionó el botón de cambio de llamada en el móvil.

—¿Miho? Disculpa, estaba en una llamada.

—¡Lo siento!

—No te preocupes, de todas formas iba a colgar. ¿Sucede algo?

—Hice lo que me pediste, tengo una lista de apartamentos disponibles y confirmé con un gestor inmobiliario las condiciones de renta de uno en específico.

—¡Vaya... ! —expresó con sorpresa. Ella se tomó todo el tiempo necesario para explicarle sobre sus hallazgos, cuidadosamente seleccionados según los requerimientos del castaño. Se dejó caer sobre la cama, estaba cansado luego de esa medida hora de conversación con su jefe dando vueltas en círculos por la habitación.

Quedaron en reunirse el día miércoles, pues Seiya se concentraría sólo en su propuesta TI para la empresa y luego visitarían el primer inmueble.

Seiya se caracterizaba por ser una persona bastante solitaria y muy selectiva con su círculo cercano. No contaba con muchos amigos, de hecho se le hacía extraño volver a sentir algún lazo de amistad o siquiera de cercanía con alguien, pues desde que dejó la secundaria se convirtió en un ermitaño y se dedicó de lleno a sus estudios. Le parecía aún sorprendente que las casualidades de la vida lo trajeran de regreso a esta ciudad y a coincidir con sus viejos amigos. Ni siquiera recordaba la última vez que habló por más de una hora por el móvil, fuera del trabajo. Entre un tema y otro, con Miho se le pasaba el tiempo casi sin notarlo. Cuando cayó en cuenta, pasaba de la media noche.

Estrés, informes y planeación, Seiya se encerró los siguientes días en detallar su propuesta para el día miércoles. No era simple, pues la empresa Graad, constituida unos 50 años atrás por la familia Kido, se jactaba de ser una de las entidades económico-sociales más influyentes e importantes del país (y con gran actividad en el extranjero). Como fundación, también contaba con una cantidad no menor de empresas aliadas a su favor, generando grandes negocios y una fortuna incalculable.

Otro tema a considerar en la propuesta: El factor mediático. Debido al alto poder económico de Graad y sus empresas dentro del país y a su trabajo social con los sectores más vulnerables de Japón, la familia Kido ganó mucha fama y prácticamente se había transformado en una de las familias-influencers más conocidas. Periódicos, noticieros, redes sociales, blogs especializados en economía y la socialité... "si vives en Japón, es imposible que no conozcas a Kido y a Graad".

Cuando le ofrecieron desde Pegasus la posibilidad de trabajar con Graad como el nuevo director en informática, se pasó días y semanas investigando por la red mientras organizaba todo para su regreso a Tokio, descubrió muchas cosas. Al ser una familia poderosa y conocida, no encontró mucha información realmente fidedigna referente a la creación y movimientos de la entidad. Seguro que con unos buenos millones se les hacía muy fácil manejar la información con los medios... En sus inicios, Graad fue conformada por Mitsumasa Kido, un magnate que manejaba una importante fortuna familiar.

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⏰ Última actualización: Jul 12 ⏰

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