¡Gracias Zeus!

Capítulo 1, " Charla "

— ¿En serio tiene miedo del dolor cuando lo vayan a...? — Jack dejo la frase incompleta, dejando lo obvio sin decir. Tomando su taza de té con leche con una buena cantidad de azúcar, miraba al Dios de los mares que también tomaba té con leche también; acompañado de unas galletas de vainilla.

El Omega de cabello platinado tenía una panza pronunciada debido a su embarazo. Se embarazo después de su luna de miel con Hércules, y como este tenía una muy buena puntería, habían visto que eran tres bebés gracias a la comadrona*[1] que los atendía. La misma diosa de las comadronas y los nacimientos, Ilitia*[2]

El rubio había acudido a el humano más odiado de la humanidad, pues este estaba en estado de embarazo de trillizos, y eran casi de la misma altura y tamaño. Si compraba a Hércules y a Jack, pensaba que el pelinaranja lo podría romper. Embarazarlo era lo mínimo.

¿Cómo rayos Jack soportó al "titán", como suele decirle el peliplata, siendo él tan pequeño comparado con el héroe? Tenía que acudir a él porque tenía un problema serio con el tema del sexo con Hades.

No era que no quería, a él le daba igual mientras fuera con Hades, sin embargo desde hace demasiados años que no fornicaba con alguien, y estaba segurísimo de que iba a doler mucho. Le tenía miedo a eso.

Muchos dirán que después de varios años del Ragnarok él seguía siendo el mismo arrogante. La verdad ya no lo era tanto, se permitió reflexionar por un buen rato y decidió hacer bien las cosas en su vida. Claro, su actitud no cambio nunca porque era su actitud normal, eso todos lo sabían. Pero se permitió ser más humilde como lo era antes de la Titanomaquia.

Desde entonces su relación con Hades es buena, claro las discusiones no faltaban pero no era gran cosa. Después de todo de reían de sus razones para pelear añadiendo que era tonto.

Pero ahora tenía una crisis con eso de tener sexo con Hades, sabía que el albino no era del promedio, era más y eso le asustaba de sobremanera.

Jamás le dejo a Hades ayudarle en sus celos, sólo tomaba un supresor y hacia un nido con la ropa del albino para cubrirse con su olor. Eso lo calmaba, y no era tan necesario tener sexo para calmarse en su celo.

Claro que en los celos del Alfa había que tener más cuidado, aunque lo trataban igual siempre se la pasaba abrazando al rubio para cubrirlo con su olor e impregnarse del suyo.

No era la gran cosa para Dioses que han pasado milenios teniendo sus celos sin compañía.

Vayamos a lo importante que es el Dios con el ex asesino inglés.

— Si, tengo miedo, pero mi pregunta es... ¿te dolió mucho? — fue directo. El humano dejo la taza de té en la mesa y puso sus manos sobre su panza.

—Siendo sincero con usted, Sir. Poseidón, si dolió mucho, pero si respira y se relaja bastante comienza a bajar el dolor. Después... ya sabe lo que pasa. — hizo una pausa. —Sir. Poseidón, ¿usted tiene miedo de ser penetrado o de quedar en cinta?—  fue directo al grano. La verdad el miedo del Dios le parecía una simple excusa para ocultar la verdad.

Poseidón se lo meditó, y al final si sintió un poco de miedo ser "madre" de nuevo. No tenía experiencia pues siempre le daba esos a las sirvientas o a los padres de los niños. A los únicos a los que si cuidó un poco fue a Despena, Arion y a Pegaso.

Eran los más decentes de todos sus hijos. Y eran a los que más les tenía cariño, pues a los padres de estos si les tenía un poco de cariño. Aunque ahora a Demeter la odia y detesta con su alma y a Medusa sólo la ve como una hermana mayor. Demeter era una madre hasta cierto punto tóxica con Persefone.

Se sentía mal por la adolescente. Y la diosa de la agricultura también fue muy mala madre con sus hijos, por lo menos hubiera hecho el esfuerzo de cuidarlos. Sin embargo, Despena sólo regresaba al Palacio de Poseidón lloriqueando que su "papá" no la quería, con su hermano diciéndole que no le prestara atención y dejara de verla.