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Antojitos de media noche

POV PETE

Al final dormí en la cama de Macao mientras el está dormido en el sofá.

Despierto en medio de la madrugada y siento como si me muriera de hambre mis tripitas se mueven insistentes por lo que me veo obligado a levantarme y salir de la habitación.

Al abrir la puerta Vegas callo de espaldas al suelo.

—Vegas"!— lo miro sorprendido al parecer el se quedó ahí todo este tiempo.

—Por fin saliste"!— se queja aún soñoliento

—Si bueno tengo hambre— menciono de lo más normal

—Hambre?, Pete son las 6 de la mañana— se queja.

—Y que bastardo?! yo tengo hambre!— me quejo.

—Esta bien, que quieres comer?— me mira mientras se levanta del piso.

—No lo sé se me antoja una sandia— menciono mientras siento que mis mejillas se tornan rojas.

—Okey ire a buscar un poco a la cocina— dice mientras intenta alejarse pero lo detengo.

—no solo quiero sandía quiero también una hamburguesa con queso papás y una malteada de vainilla con fresa y galletas encima— no sé por qué estoy dando una orden tan completa pero me muero de ganas de comer todo lo que estoy pidiendo.

Vegas parpadea un par de veces confundido y sorprendido de mi pedido.

—Carajo Pete vayamos por la tarde, ven volvamos a la cama— se queja y me trata de llevar.

—Quiero comerlo ahora"!— gruño molesto y aprieto su camisa para ponerlo a mi altura.

.........

POV VEGAS

Pete está comiendo feliz, no se cómo mierda accedí a todo esto si se supone estoy totalmente ofendido, me obligó a conseguir su capricho y aqui estamos con uno de mis amigos chefs comiendo todo lo que Pete ordena.

Al principio todo está normal pero ahora mientras lo veo comer siento que sus gustos en la comida son extraños pues le está poniendo crema de la malteada a unos pepinillos y se los come como si fueran lo mejor del mundo.

—Que me ves?!— pregunta irritado.

—Ahora entiendo por qué vomitas últimamente— me cruce de brazos y levanté mi ceja duditativo.

—Callate bastardo hace tiempo que no comía una buena comida— se queja y me ofendo, la comida en casa es deliciosa y balanceada tal vez su estómago está acostumbrado a comer porquerías pero el mío no.

—Llevemosle hamburguesa y malteada a Macao— dice feliz y yo acepto.

Al final subio al auto satisfecho, encendí el motor para comenzar a manejar hacia la casa, a mitad del tramo veo que Pete se ve pálido.

—Deten el auto"!— ordena alterado y yo últimamente obedesco sus órdenes así que me detengo y el comienza a vomitar.

—Mierda"!— me quejé

Pete sigue devolviendo todo lo que puede.

—Te dije que te haría daño estúpido"!— me sigo quejando y Pete aún continua con la cara fuera del auto.

—Por que me está pasando esto?!— se queja.

—Por comer porquerías y no saludable— me burló con satisfacción y el me levanta el dedo medio y comienzo a reír divertido.