{Nuestro accidente de amor} Vanya Hargreeves [PAUSADA]

Capítulo 4

Ojito

Aquella conversación con cinco me ah dejado un poco sorprendida, no esperaba que alguna vez notara mi presencia.

Bueno no era momento de pensar en aquel muchacho idiota, que curiosamente le atrae a mi ángel , era hora de hacer un pequeña pijamada a veces invitabamos a Allison pero digamos que era un poco escandalosa y no nos gustaba.

—Mi pequeño ángel -Susurre entrando en silencio hacia su habitación-

—Aqui -murmuró-

—Traje provisiones -Le mostré las bolsas de comida- ¿Como hiciste esto?

Era una casita con cobijas y almohadas.

—Con cobijas -dijo obvia- Y una que otra robada de tu habitación.

—¡Te atrape! por alguna razón motivo circunstancia no encontraba mis cobijas.

Ella estaba riéndose y su color de piel se volvió rojo tomate.

-hize una seña para que guardara silencio- ¡Nos descubrirán! -reí- Vamos mi pequeño ángel.

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Ya estábamos a punto  de dormir pero mi pequeño ángel se había revelado y había comenzado una batalla de almohadas.

—¡Para mi pequeño ángel! -Dije entre algunas risas- Mira ¡me voy a caer!

La pequeña casita se había destrozado, estábamos arriba de su cama paleando con algunas almohadas y yo están en la orilla de la cama.

—¡Vanya es encerio! ¡Me voy a caer!

Claro le importo una mierda, y me aventó claramente yo la jale hací mi y caímos ambas. Ella soltaba carcajadas silenciosas mientras me sobaba mi pobre cabeza. Lo que me había dado cuenta que estaba sentada sobre mi, que buena vista.

—¡Te pasaste de raya Vanya Hargreeves! -Dije para agarrarle las muñecas y rodar para que ella ahora quedara abajo- Ahora quien se esta riendo eh.

Ella seguía riéndose, quería su risa como alarma.

—Oh vamos ya debemos ir a dormir -dijo cerrando su ojos-

—Ahora yo no quiero dormir -dije ecercandome hacia su rostro-

Ella abrio los ojos como platos, y enrojeció al instante.

—Es e-enserio n-úmero ocho -tartamudo un poco-

—Yo también lo digo enserio numero siete. -Sonreí por mi victoria-  Sera una pena.

Me levante de ella, Vanya se quedo procesando un poco la situación para levantarse.

—Buenas noches.

—Buenas noches mi pequeño ángel.

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