Inesperado Corazón (#1M.M)

KAPITEL SJU

Capítulo 7 

Tatiana

Dia siguiente...

Nos despertamos con el pequeño y nos preparamos para ir al hospital, debo admitir que no sé que hacer con el niño.

— ¿Por qué me miras así? — pregunta con miedo y sonrío.

— No sé qué hacer contigo, no sé donde dejarte — admito mientras bebo mi café como todas las mañanas, el niño baja la cabeza y suspira

— ¿sabes donde es tu casa? — cuestiono y niega.

— Tengo 4 ¿recuerdas? — dice y entrecierro.

— Para tener 4años hablas bien — hablo con desconfianza.

Después investigaré al niño.

— Mis padres me educaron bien — dice con tranquilidad.

— ¿Por qué estabas en la calle a la noche, no sabes que es peligroso? — cuestiono.

— Mi madre me dejó ahí, ella no me quiere desde que mi papá se fue de la casa — explica, nos quedamos callados los dos cuando desayunamos todo, agarro mi bolso y salimos de la casa caminamos hasta el hospital.

— Amil — escucho que llaman al niño que enseguida se pone tenso y se asusta

¿Por qué se pone así?

— No quiero ir con ella, ayúdame por favor — suplica.

— No puedo hacer nada, Amil. Ella es tu mamá — digo y niega varias veces con la cabeza.

— Ella no es mi mamá. No es nada mío — explica, me quedo confundida.

¿Qué está pasando?

— Corre — chilla el niño y así hago, agarro al niño entre mis brazos, corremos hasta el hospital, la mujer y dos hombres más nos persiguen.

¿Qué carajos está sucediendo?

Llegamos al hospital y nos adentramos ahí, llamo por teléfono al único hombre que se que me ayudará en esto; Piero.

— ¿Qué pasa? — pregunta con una voz ronca.

— Necesito tu ayuda — hablo con desesperación al ver que la mujer y los hombres entraron al hospital.

— ¿Qué sucede? — cuestiona serio

— Solo ven al hospi...— escucho disparos y chillo, Piero maldice.

— Voy para allá — dice y cuelga el teléfono.

— ¿Quiénes son ellos, Amil? — indago mientras seguimos corriendo.

— Ellos son mis...— alguien interrumpe la oración de Amil.

— Amil — habla alguien atrás de mí, me doy la vuelta, observo a mi jefe.

— Papá — chilla y se separa de mí, corre para abrazarlo.

¿Qué sucede aquí, porque el niño no fue un principio junto a su padre?

— Se que quieres respuestas y te las daré — comenta mi jefe y asiento ya que creo que es lo mejor.

— Mi hijo estuvo secuestrado, nosotros estamos en problemas y necesitamos tu ayuda — suelta y me quedo en shock

— ¿Cómo podría ayudarte? — pregunto confundida.

— sacándonos del país, por favor, doctora Russo, se que tienes contactos para sacarnos fuera del país — suplica.

— ¿Cómo sabes tanto de mí? ¿Por qué están en peligro? — interrogo mientras me alejo de los dos. Los disparos ya no se escuchan, pero escuchamos que abren la puerta.

— ¿Dónde estás, Tatiana? — habla Piero, suspiro de alivio y miro a padre e hijo.

— El podrá ayudarlos. Estoy aquí, Piero — digo y se aproxima a mí, me abraza.

— ¿estas bien? — pregunta mientras me inspecciona y asiento.

— Estoy bien, pero ellos no. Necesitan tu ayuda — aclaro mientras le miro fijamente.

Horas más tarde...

Tardamos en darnos cuenta que el problema de mi jefe es mucho mas complicado ya que su hijo vino secuestrado aquí y el buscando su rastro, la policía está involucrada en esta situación.

— Si me pasa algo, quiero que cuides de mi hijo, Tatiana. Nosotros no tenemos más familiares — explica mientras mira el cielo.

— ¿Por qué me elegiste para cuidar a tu hijo? — cuestiono.

— Eres una persona de confianza, Tatiana. Hace meses llevo buscando a mi pequeño, el pudo escapar y vino hasta ti, eres la indicada para cuidar de Amil — dice.